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La Subcomisaría Ramón Santos se encuentra en el límite provincial entre las Provincias del Chubut y Santa Cruz en donde se realizan los controles policiales de rigor. En esta oportunidad el video se tomó circulando en dirección Sur-Norte. Febrero 2011. Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina. Estas imagenes son meramente ilustrativas para este artículo.
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Ayer se cumplieron 50 años del fallecimiento del oficial al que sólo nombramos pero no recordamos de la debida manera y del que muy poco sabemos de su historia.Cuando hablamos de Ramón Santos, podemos hablar del oficial que perdió la vida en ejercicio de su labor como policía de esta provincia.
Pero podemos volver muchos años antes de su muerte justo el día de su nacimiento, Ramón Santos perdió a su madre cuando tenía un año y nueve meses, quedando al cuidado de su padre quien se resignó y lo dejó sólo cuando tenía dos años de vida.
Ramón Santos vivió una vida difícil desde que perdió a su madre, pero luego de una infancia difícil decidió servir a la comunidad.
Es por eso que cuando tenía once años se enlista para cumplir el servicio militar obligatorio y es en ese momento cuando comienza a servir a la comunidad en la ciudad de Puerto Deseado, tras lograr un puesto como escribiente en la comisaría.
Es así como Ramón Santos achica su niñez, a los diecisiete años de edad se convierte en oficial de la policía de Santa Cruz, pero luego de un hecho delictivo pierde su vida a los veinticinco años de edad.
Historia de una muerteEl 29 de noviembre de 1961 un maleante de nombre Raúl Jorge Alogaray se aloja con su pareja en “La Cantina Italiana de Comodoro Rivadavia”.
La mujer que recibe maltrato de parte del hombre y sabedora de su secreto decide vengarse y lo denuncia a la Policía Federal.
Con un extenso prontuario delictivo Alogaray huyó de la provincia de San Luis, hacia estos recónditos lugares del país; el cuerpo policial dispuesto a detenerlo se dispersa por la ciudad.
Pero el maleante huye con la compañía de un secuaz, Juan Emilio Gatica; a punta de pistola amenaza a un taxista para huir prontamente del Hotel Colón hacia la ciudad de Pico Truncado.
Ambos delincuentes paran en Cañadón Seco para pedir dinero a un amigo, el taxista que había sido amenazado corre a la comisaría para hacer la denuncia ante las autoridades.
Es el momento en que en la historia de la muerte de Ramón Santos entra la del agente Enrique Grippo quien cumplía funciones en ese campamento.
Grippo trata de detener a los bandidos pero estos le disparan en el pecho causándole una muerte instantánea; Alogaray toma el arma del agente caído y un cargador, ambos huyen nuevamente en una camioneta hacia su destino, Pico Truncado.
Toman alerta de los hechos todas las comisarías que por ese entonces funcionaban en la zona norte de Santa Cruz, mientras tanto ambos maleantes se esconden en un cabaret. Hacia allí se encaminó el cuerpo policial.
No así Ramón Santos, quien ingresa a la habitación de una vivienda junto al oficial Pepe Aguilar, ambos armas prestas, ingresan al dormitorio revisan y no encuentran a nadie.
Sin el arma en la mano Ramón Santos ingresa nuevamente a registrar la habitación no convencido de que en ese lugar no se encuentren los bandidos, es en ese entonces cuando luego de abrir la puerta nuevamente recibe un disparo mortal, “me jodiste” fueron las últimas palabras del joven hombre.
Por decreto provincial el gobernador interino Luis V. Carrizo asciende post mortem al oficial principal Ramón Santos al grado de subcomisario.
Parte de este relato nace del libro que escribió Albina Santos hermana de Ramón Santos “En un codo del Río Chico”, quien amablemente fue prestado a Crónica por el oficial escribiente Luis Andino que cumple funciones en la subcomisaría Ramón Santos.
Ayer en memoria de este subcomisario, se llevó una misa en la caminera, en la misma estuvieron jefes de las seccionales de policía de esta ciudad, jefes de la Unidad Regional y familiares del subcomisario Ramón Santos.
Créditos:
- Publicado en el Diario Crónica. (30/11/11)
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