Una teniente de la IX Brigada se convirtió en la primera aviadora que fue a la Antártida
 

Se trata de Mariela Santamaría, una joven de 27 años, integrante del escuadrón Águila.

El domingo pasado retornó de la base Marambio la primera mujer aviadora que sobrevoló la Antártida. Ella estuvo los últimos cuatro meses allí, lo que le permitió ser habilitada además como comandante antártica.

“Es un gran orgullo para mí, sobre todo por la gran misión científica y logística que se lleva adelante en la Antártida”, rescató.

La teniente Mariela Santamaría es la primera mujer piloto en la historia de la Fuerza Aérea que llega a la Antártida. Su trabajo allí fue pilotear los Twin Otter que llevan víveres, cargas, encomiendas personales y hasta científicos, desde la base Marambio hasta otras como Esperanza y Jubany.

“Esto es parte de mi formación. Fueron cuatro meses inolvidables, porque es la primera vez que voy y no conocía”, confesó Santamaría. La joven nacida en Quilmes, que descubrió su vocación yendo de la mano de su padre a presentaciones y shows aéreos, admitió también que fueron 120 días que pusieron a prueba su temple, ya que la naturaleza de ese sector argentino pone a prueba temperamentos, humores y hasta el arrojo de quien permanece allí, por más adiestramiento estratega que haya recibido.

“Lo bueno es que hay que aprender a convivir entre muchos, eran alrededor de 50 hombres y unas 5 mujeres, en su mayoría meteorólogas y en general hacía 8 meses que estaban. Pero uno aprende mucho lo que es el trabajo en grupo y el manejo personal, fue sin duda una gran experiencia”, comentó.

La teniente relató como anécdota, que causaba asombro su presencia, sobre todo al descender en las bases ya que el escuadrón del que forma parte es conocido como “Los Águila”, “entonces de repente que haya una mujer piloto les llamó la atención; al verme no entendían nada”, admitió.
 

Solo dos pilotos mujeres

Vale mencionar que Santamaría, es la segunda piloto de transporte de sexo femenino en la Fuerza Aérea, aunque es la primera en llegar a la Antártida y que continúa volando, ya que su compañera Débora Pontecorvo ejerce como instructora en la escuela de aviación de Córdoba.

“Esperemos que experiencias como estas sigan motivando para que haya más mujeres pilotos. Esto abre el camino a todas, y esto sirve para las que vendrán más adelante; que aquellas chicas que tengan el deseo de ser pilotos que sepan que pueden hacerlo”, animó.

La carrera de la teniente continúa por lo pronto en la base aérea local, donde ahora cumple funciones de instructora de vuelo y una vez cumplida esta etapa, dijo que espera poder volver al continente antártico.

“Profesionalmente es un gran orgullo para mí haber podido cumplir esta experiencia, sobre todo por la gran misión científica y logística que se lleva adelante en la Antártida”, concluyó.
 

Créditos:

• Publicado en el Diario Crónica. (04/11/11)