El jefe de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Eduardo Schiaffino, dejó su base de operaciones en Buenos Aires para presidir ayer el acto por el Día de la Aviación del Transporte Aéreo Militar y Día del Tripulante del Transporte Aéreo, que se celebró en nuestra ciudad.

Para la ocasión se contó con la musicalización de la banda de «Música y Guerra» de la IX Brigada Aérea, en los momentos claves de la ceremonia que se celebró al aire libre, en el predio de la institución cercano al aeropuerto General Mosconi.
 

En honor a Parodi

Autoridades municipales y representantes de las fuerzas de seguridad se apostaron en un palco que se levantó frente a las filas de los efectivos formados. Entre los uniformados, estaban quienes sostenían la «bandera de guerra» y que demostraron una vez más su sincronización a la hora de marchar.

El padre Armando Márquez recordó al personal fallecido durante actos de servicio, para lo cual se dispuso un pequeño atril donde ubicó el cáliz y un par de candelabros.

El religioso pidió la seguridad del «arcángel San Miguel», patrono y protector de los trabajadores del aire. Seguidamente, se dio lectura a la resolución 1871, mediante la cual el intendente Raúl Simoncini declaró ambos días de interés municipal.

El presidente de la Asociación de Tripulantes de Transporte Aéreo, con sede en Buenos Aires, brigadier Jorge Francisco Martínez, evocó el primer traslado oficial de un pasajero militar, registrado en 1912 en El Palomar.

Fue en mayo de 1927 cuando se incorporaron aeronaves cuya función específica era la de achicar las distancias y trasladar pasajeros de un punto a otro del país.

El 7 de diciembre de 1922, aterrizó en Comodoro el primer avión militar al mando del teniente primero Antonio Parodi, quien desde entonces protagonizó hechos de relevancia tales como cumplir la misión de abrir la ruta aérea Buenos Aires, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos.

«Además de ser un precursor, tenía el anhelo de aplicar los últimos adelantos y realizar vuelos, tales como el doble cruce de la Cordillera y vuelos nocturnos», ganándose el apodo de «el Murcielágo».

Entre otras hazañas, también fijó nuevos récords de altura y distancia. Murió con la jerarquía de brigadier general.

En su honor, sus hijas María y Miriam descubrieron un busto y una placa recordatoria, junto al jefe Schiaffino y el titular de la IX Brigada Aérea, Luis Herrera.

Luego se distinguió a dos tripulantes del transporte aéreo de nuestra ciudad: el suboficial principal Sergio Gutiérrez, del sistema de armas Foker F-27, y al capitán Ricardo Fernández, del sistema de armas DH6 Twin Otter.

Después del tradicional desfile, los festejos se trasladaron hacia el salón de usos múltiples, donde hubo un brindis y se produjo el simbólico corte de torta, que degustaron los comodoros, brigadieres y suboficiales retirados, pertenecientes al escuadrón aéreo del transporte.

Por su parte el diputado nacional Roddy Ingram entregó la bandera municipal al presidente Martínez, quien a su vez recibió un águila dorada de manos del jefe de la IX Brigada Aérea, Luis Herrera.
 

Créditos:

Publicado en el Diario El Patagónico. (30/09/05).