Comodoro Rivadavia - Chubut Argentina
"Capital del Viento"

Historia

Integrante del primer plantel de Bomberos Voluntarios de Comodoro
 


Hugo Arcaya tiene 74 años, es oriundo de Concepción, de la República de Chile.

Hugo Arcaya tiene 74 años, es oriundo de Concepción, de la República de Chile, y tiene el privilegio -lo dice con mucho orgullo- de haber integrado el primer plantel de los bomberos voluntarios de esta ciudad, allá por el año 1939 cuando era un niño-adolescente.

En estos días de paseo en Comodoro donde llegó invitado por familiares, visitó el cuartel central de calle Sarmiento donde se le escaparon gruesos lagrimones al recibir dos trofeos, caros e inconmensurables a sus sentimientos: un antiguo pistón, la punta de lanza de las viejas mangueras y el no menos antiguo casco rojo con el número 28.

Ni él ni Pedro, su compadre, recuerdan el nombre de la calle dónde funcionó el primer cuartel en pleno centro.

«Era un galpón donde nos juntábamos los primeros 22 bomberos de la ciudad que por aquellos tiempos tendría unos 7.000, tal vez 8.000 habitantes y apenas se extendía a lo que sería hoy la calle Italia... luego era todo cerros y campo... en aquellos tiempos, el Chenque estaba entero y grande, ahora me lo partieron por la mitad» rememora el nostalgioso bombero que también retiene el ‘Chenque chico’, que estaba situado donde hoy está el Comando de la 9na. Brigada Mecanizada del Ejército Argentino, frente a la Catedral.

«En ese galpón tuvimos nuestro primer distintivo, unos brazaletes que nos regaló la señora del gobernador Estilder... el comandante del primer cuerpo era Carlitos Lazenay, que se ganaba la vida como mecánico» comentó.

Y en aquellos tiempos no había los modernos autobombas rojos con escaleras para ascender a los altos edificios. No, se las arreglaban con un carro lanzaespumas atado a un yugo.

De aquellos tiempos recuerda uno de los siniestros más grandes de la época, cuando se incendió el comercio de ramos generales ‘Lahusen’, situado donde hoy se encuentra el supermercado ‘La Anónima’ del centro.

«Empezó el fuego en el sótano y se extendió luego hacia arriba... empezó una tarde y recuerdo que estuvimos toda la noche y la madrugada combatiendo... en ese tiempo, en ‘Lahusen’ se compraba de todo... era una tienda inmensa.

Por suerte no hubo víctimas, sólo un voluntario con principio de asfixia por el humo» rememora.

Sesente y dos años después, Don Hugo Arcaya regresó a Comodoro Rivadavia desde su Concepción natal y dice encontrarse con una ciudad grande y moderna, con calles asfaltadas.

«Y este cuartel de bomberos con tanto equipamiento y una gente que me ha a recibido maravillosamente bien, y esto se le debo a mi sobrina nieta» contó.

Y cuenta que Comodoro llegaba hasta el tambo Quintana y luego todo era pampa y soledad, y viento, mucho viento que dificultaba la tarea de apagar los incendios y que las casas eran todas bajas.

«Sólo algunas tenían dos pisos», y tenían poco y nada y ni siquiera sirenas para alertar a la población de un siniestro.

«Cuando íbamos a salir metíamos una bomba de estruendo en un tambor y así se enteraba la gente».

Y Hugo recuerda con mucho cariño y nostalgia aquellas idas y venidas a Rada Tilly con la marea baja y por la playa con finas piedras «que ya no están» dice, y medio que -como dice el tango- ‘se le pianta un lagrimón’.

Y las corridas por el campo que era en ese entonces la villa balnearia para cazar martinetas y salir en busca de ‘peludos’ y ‘piches’ y por los picaderos en busca de flechas y... su adiós no definitivo hace 62 años del pueblo de su infancia donde vino siendo ‘guagua’ y las lágrimas de alegría y nostalgias que se le escapan y conjugan las emociones.

«Yo era un pibe en ese entonces, mis compañeros que eran mayores, ya están todos muertos» dice, y se le atragantan las palabras. (Miguel Guerrero).  


Estracta: Diario Crónica. (08/08/04)

 



 
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