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De acuerdo a recientes estudios el 80% de los niños de entre 11 y 14 años se preocupan de su imagen. Pero lo más preocupante es que en los últimos años el número de menores ingresados hospitales por desórdenes alimenticios ha ido en aumento.Es por esto que el canal Discovery Home & Health lanzó al aire un documental titulado 'Dana' y que se centra en la recuperación de una niña británica de 8 años obsesionada con su peso, sin saber las verdaderas razones de este mal.
Dana fue sometida a un programa de rehabilitación que dura 12 semanas en Rhodes Farm Clinic en Londres, una clínica fundada por la Dra. Dee Dawson hace unos 20 años y en donde la misión no es sólo hacer que los menores recuperen peso, sino que también puedan tener una terapia psicológica acorde al trastorno, para que así puedan entender qué es lo que las llevó a ser anoréxicas a tan corta edad.
Incluso se cuenta algunos detalles crudos en este documental acerca de Dana, como su resistencia a comer cualquier tipo de golosinas, su obsesión por subir y bajar escaleras durante una hora sin parar y su resistencia a consumir más de 200 calorías diarias.
Los casos de bulimia o anorexia en niños desde 9 a 15 años no se deben a la influencia de la moda o la presión por mantener un bajo peso, sino a un desorden psicológico profundo causado por una disfunción en el entorno familiar, afirman los especialistas en trastornos alimenticios. Los estudiosos precisaron además que el fenómeno se da en todas las clases sociales.
"Los pacientes que tienen anorexia o bulimia nerviosa, que uno cree que están desencadenados por la moda para bajar de peso y ponerse determinada ropa o parecerse a una modelo, en general son casos transitorios", afirmó en 2007 Marcela Dalieri, por entonces jefa del servicio de Nutrición del hospital de Niños de La Plata.
"En realidad en casos más severos la causa es mucho más profunda y, si bien no es única y puntual, responde a un trastorno de la personalidad asociado a una disfunción familiar", sostuvo, aunque afirmó que en algunos casos esa presión social llega a incidir.
Por su parte, Jorge Zanghellini, por entonces jefe del servicio de Salud Mental del Hospital Larrain de Berisso, donde también se realiza un tratamiento interdisciplinario, consideró que se "desmitificó" la idea de que los desórdenes de este tipo son "una patología de la clase media", pues indicó que "atendemos pacientes de todos los sectores sociales".
El "discurso actual incide" en el fenómeno, aunque no lo causa, pues provee "muchos significantes de los cuales se agarran las personas que están en una situación de no saber qué les pasa para nombrarse" y sentirse identificados, consideró la psicóloga Karina Boto.
"Uno no lo piensa como una alteración del apetito, las pacientes tienen hambre. Es una cuestión respecto a la represión de sus propios límites. No comen porque se privan, y aparece este goce de la privación en el no comer", dijo María Luz Semeñiuk, también psicóloga.
Créditos:Publicado en el Sitio Urgente24.com (20/08/09)
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