La libre venta de alcohol a los adolescentes, sea en kioscos, almacenes e incluso en supermercados, preocupa a la comunidad de Rada Tilly, y a algunos padres que observan con inquietud el crecimiento de peleas y enfrentamientos entre grupos.

El caso, según denunció un grupo de padres, es que además de venderles las bebidas, les cobran a precio más alto nada más porque son menores.

Con lo cual, queda claro que a los comerciantes no les importan los pibes y menos lo que pasa en Rada Tilly, “porque un chico con alcohol encima puede hacer cualquier cosa”, decía una madre.
 

Los fines de semana es peor

Los fines de semana, la venta, el consumo y las trifulcas se potencian; “los chicos se reúnen, hay peleas... hace poco en un baile que se hizo en la escuela para juntar plata, les vendían Gancia y cerveza y todos eran adolescentes entre 14 y 17 años” dijo un padre.

En el supermercado, agregó, “el viernes pasado, a plena tarde, vi a dos chicos de 15 años que compraban whisky, piña colada y vino, como parte de la organización de la reunión que tenían esa noche”.

La preocupación de los padres, respecto de sus propios hijos es natural, “o pueden terminar borrachos como los otros, o víctimas de las peleas que se arman entre borrachos”.

Las diferencias sociales o culturales no debieran ser causa de peleas en una sociedad que contiene a los chicos que crecen, no es este el caso.

“Las peleas de los fines de semana se multiplican, a modo de venganza, y arman trifulcas en cualquier lugar, incluso a la salida de la escuela, donde varias veces acudió la policía por los líos que arman los chicos, que se enfrentan con cuchillos y palos”.

Como parte de la preocupación, los padres señalaron que “el kiosco del frente del colegio les vende cigarrillos, alcohol y tiene piedra libre para hacer lo que quiere sin ningún tipo de control”.
 

Falta de control

El ente de control, según los padres, “no actúa, no observa, no controla... la policía no hace tarea de prevención aunque acude rápidamente cuando la llaman y se pasan separando en las peleas que arman los pibes”.

Aunque habría que señalar la responsabilidad de los adultos próximos a los pibes, ya que “muchas de estas borracheras se producen en los quinchos familiares donde se reúnen casi exclusivamente para tomar y luego, en la calle, se arman grandes trifulcas”.

Vale acotar que también se han observado este tipo de desmanes a raíz del exceso en el consumo de bebidas alcohólicas en salones que alquilan, dijeron los padres.

Un tema que preocupa y que espera el accionar responsable de quienes corresponde hacer los controles de cada caso.  

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Publicado en el Diario Crónica (20/04/07)