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Polémica mediante, la homeopatía va, poco a poco, conquistando espacios dentro de una variada gama de especialidades médicas. Como ejemplo vale la odontología.Un dolor de muela, que generalmente es enfrentado con antibióticos, antinflamatorios y analgésicos, en el mundo de la homeopatía encuentra caminos alternativos.
¿Qué dicen los homeópatas? “La odontología es ciencia, técnica, tecnología y materiales; la homeopatía aporta en lo humanístico y en la medicación, incorporando una filosofía” asegura la odontóloga homeópata, Mónica Juriocoordinadora de su especialidad en el próximo Congreso Internacional de Homeopatía que se realizará en Buenos Aires en octubre.
La homeopatía aplicada a la odontología es una nueva especialidad, cuyo método no difiere de la homeopatía en general. Se basa en la administración de pequeñas dosis de medicamentos no tóxicos, obtenidos de sustancias vegetales, minerales o animales, para activar las defensas del organismo.
Aunque ésta técnica ya se usaba desde tiempos de Hipócrates, fue Samuel Hahnemann, quien, a finales del siglo XVIII, puso a punto la preparación y manera de administrar estos medicamentos.
La homeopatía como tratamiento clínico no es incompatible con el tratamiento quirúrgico cuando este es realmente necesario. Y la odontología es normalmente un tipo de acto quirúrgico.
De este modo, el homeópata también usa anestesia al igual que su colega no homeópata ya que no hay “globulitos” que la sustituyan; y si es necesario un tratamiento de conducto, también lo realiza como cualquier dentista.
La diferencia reside en que el homeópata dentista tiene otra filosofía. “Cuando surgen patologías en la boca, esto también pertenece a un desequilibrio o una desarmonía más profunda que se hace manifiesta por síntomas y que va más allá del cuidado y atención que se dedique a la higiene dental o a la dieta”, dice la doctora Jurio.
Y luego resume: “Como odontólogos esta disciplina nos permite comprender más profundamente dolencias humanas. Buscamos eliminar las causas de la patologías dentales sin agregar tóxicos al organismo”.
En términos homeopáticos una enfermedad es una alteración de la energía, equilibrio o dinámica vital de la persona. La tarea del médico y/u odontólogo es posibilitar el reestablecimiento de la armonía perdida.
Los costos de los tratamientos son similares a los de la odontología tradicional; pero la medicación es más económica. Para su trabajo, el dentista homeópata cuenta con un arsenal de medicamentos.
Desde aquellos que ayudan a irrigar los conductos que deben ser tratados hasta tratar absesos, disminuir el dolor o la cantidad de placa bacteriana. Estos medicamentos naturales, de acción localizada, pueden también ser utilizados desde la prevención incluso desde la primera infancia.
Existen también otras sustancias que pueden utilizarse para tornar más agradable la visita al dentista; como algunos calmantes para disminuir los miedos y ansiedades de determinadas personas frente a la consulta odontológica.
Estracta: Por Mariana Nisebe, de la Redacción de Clarín.com (04/06/04)
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