Chubut: 18 de cada 100 recién nacidos son hijos de madres de menos de 20 años.

De cada cien chubutenses nacidos vivos, casi 18 son hijos de madres menores de 20 años. La provincia se coloca así en el undécimo lugar con mayor cantidad de estos casos, por encima del promedio nacional: 14,65 por ciento.

Los datos están contenidos en un estudio que presentó en estos días Periodismo Social, una organización no gubernamental que se dedica a promover los derechos de los niños en los medios de comunicación.

El trabajo recopiló y cruzó datos de estadísticas oficiales argentinas e internacionales (como Unicef), para concluir que la maternidad adolescente aumentó 14,2 por ciento en el país entre 1980 y 2000.

Y que la mayoría de ellas corresponde a hogares de bajos recursos económicos, en una proporción por demás alarmante respecto de las de más altos ingresos: 17 a 1, sin antecedentes en la historia moderna del país.

También se encarga de recordar que tres de cada cuatro niños que nacían en Argentina a comienzos de 2003 llegaban a un hogar pobre y que en mayo de ese año, 6,3 millones de personas menores de 18 años estaban bajo la línea de pobreza, mientras que 2,8 millones vivían en la indigencia.

«El Estado parece moverse ahora más en defensa de las adolescentes embarazadas, de las madres y padres jóvenes, y de sus hijos, y desarrolla algunos programas», señala el informe.

«Pero la situación es tan compleja y tiene una proyección tan sensible en los niños que siguen naciendo en hogares pobres, que en muchos casos el Estado sigue ausente», agregó después.

Destaca asimismo que, ante esta ausencia del Estado, el papel de las organizaciones de la sociedad civil que afrontan los problemas más urgentes (embarazos indeseados, infecciones de transmisión sexual), pero que reclaman «una intervención estatal más firme y de mayor dimensión, en especial en estrategias de prevención de embarazos y Sida».  

La pobreza

A juicio de especialistas, como Cecilia Correa, de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer, la pobreza es uno de los factores que más inciden en los embarazos adolescentes.

Si bien ser madres o padres adolescentes suele iniciar, sin distinciones sociales, una cadena de problemas, desde abandono escolar e inserción laboral prematura, hasta la pérdida de vivencias propias de la adolescencia.

«Por eso -subraya el estudio- el Estado, por obligación y por su poder de acción, debería ser el principal garante de los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes».

De acuerdo con especialistas de Unicef de Argentina y de otras organizaciones, si bien la mayoría de los embarazos de adolescentes no son planificados y pueden deberse a varios motivos, la causa más importante es la falta de información adecuada sobre la sexualidad y el cuidado del cuerpo, y la dificultad en el acceso a métodos de prevención.

«De hecho -destaca el estudio-, muchos adolescentes argentinos tienen poco o ningún acceso a la educación sexual y a la información, conocimiento y reflexión sobre métodos anticonceptivos».

Y en ese sentido los adolescentes pobres llevan la peor parte, según Cecilia Correa: «No tienen garantizado el acceso a la información, ni a los anticonceptivos, ni a los servicios de salud porque sin recursos económicos no pueden comprar métodos anticonceptivos ni costearse el viaje a un centro de salud o a un hospital».

En ese sentido, el informe recoge un estudio publicado por la Unicef de Argentina en 2001, que es elocuente en cuanto a la desigualdad en el acceso a la información.

Sólo 32 por ciento de los adolescentes pobres conoce al menos cuatro métodos anticonceptivos, contra 61 por ciento entre los adolescentes de clase media alta.

El déficit informativo al respecto se traduce también en las estadísticas de embarazos adolescentes. Mientras 27,3 por ciento de las mujeres más pobres fueron madres antes de los 20 años de edad, sólo 1,6 por ciento de las mujeres de sectores con ingresos más altos tuvo experiencias de maternidad temprana, según un informe del Gobierno nacional de 2003.

Para completar el panorama están los datos sobre casos de embarazos no planificados que se resuelven mediante el aborto. Una de cada tres muertes maternas en adolescentes se deba a embarazos terminados en aborto.

Durante el año 2000 hubo casi 12 mil adolescentes hospitalizadas por problemas derivados de un aborto y, por primera vez en la Argentina, se registraron muertes maternas de adolescentes menores de 15 años.  

Estracta: Por Julia Tortoriello. Especial para Clarín.com (02/07/04)