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El epidemiólogo César López Beltrán y el médico Guillermo Garay adelantaron que desde hace un mes se lanzó un sistema preventivo para la captación de casos de tuberculosis en Comodoro Rivadavia.El primer informe refleja que en los últimos 90 días se diagnosticaron alrededor de diez casos, de los cuales tres pacientes permanecen en tratamiento.
Además, destacaron que en su mayoría los afectados emigraron de zona endémicas del norte del país, e incluso de Bolivia. Deben afrontar un tratamiento de seis meses y rígidos controles.
Un relevamiento que efectuaron profesionales médicos que se desempeñan en el servicio de Asistencia Médica Ambulatoria (AMA) refleja que en los últimos tres meses se detectaron alrededor de diez casos de tuberculosis en Comodoro Rivadavia, además de la estadística que lleva el resto de los centros de salud locales.
Paralelo a la cantidad, «que no es para alarmar pero hay que tenerla muy presente», los médicos responsables del trabajo acotaron que «se trata de pacientes, generalmente, hacinados o que realizan sus tareas en espacios reducidos y con falta de higiene».
Pero más allá de las características de los afectados, el relevamiento de datos primarios indica que «la mayoría de los pacientes ha llegado de zonas endémicas y también de localidades bolivianas en busca de trabajo».
En diálogo con El Patagónico, los doctores Guillermo Garay y César López Beltrán explicaron que la situación «no es alarmante, pero hay que estar atentos, de la misma manera que lo advirtieron días atrás desde el Hospital Regional».
Garay señaló que desde hace un mes se lanzó un sistema preventivo para la captación de casos de tuberculosis y «a los 10 casos hay que sumarle los registros del resto de los sanitarios y del propio Hospital, lo que indica que la cantidad es importante y hay que apuntalar el sistema que hemos implementado».
«Los enfermos —añadió el epidemiólogo López Beltrán— deben afrontar un tratamiento de seis meses como mínimo y también son sometidos a rígidos controles que incluye a ‘sintomáticos y contactos’, o sea, a los propios pacientes y a su entorno más cercano».
En su edición del miércoles 12 de marzo, este diario publicó que en el departamento de medicina prevalente del Hospital Regional estaban alertas ante la posibilidad de que este año se produjera un mayor número de infecciones, dado el deterioro de la situación social de los comodorenses.
Asimismo, se informó que en mérito al Tratamiento Directamente Observado (TDO), en 2002 se registró una ostensible disminución de los casos de tuberculosis respecto a 2001, el año con mayor número de infectados desde 1986.
Sin embargo, en un primer acercamiento se relevó que la mayoría de los casos detectados «no son personas de Comodoro, sino trabajadores o familias que han llegado en busca de una mejor calidad de vida y que padecían el virus».
Al respecto, los profesionales coincidieron en que «la solución está en manos de quienes diagraman o impulsan las políticas sociales y económicas, además de los controles a quienes son oriundos de regiones endémicas y han llegado a Comodoro».
Por último, el doctor López Beltrán recordó que «no fue ninguna sorpresa que la tripulación de un buque, en este caso el Alver, haya ingresado al puerto con casos de hepatitis. Por eso hay que estar prevenidos para evitar males mayores».
El pesquero Alver fue auxiliado por la Prefectura Naval Argentina el pasado 13 de abril y, además de la detección de cuatro casos de hepatitis, se mantuvo en cuarentena a la totalidad de la tripulación.
Estracta: Diario El Patagónico . (11/05/03)"La tuberculosis es una enfermedad social, un índice del deterioro de determinada sociedad», calificó ayer ante El Patagónico el doctor Manuel Fernández, jefe del departamento de Medicina Prevalente del Hospital Regional.
Respecto a la situación de Comodoro Rivadavia, Fernández destacó que «ha ido aumentando el número de casos, y los de grado avanzado, pero hoy no se registra un pico que pueda significar una alarma, porque en el ámbito sanitario estábamos esperando que esto ocurriera como consecuencia de la situación social».
Desde que existe registro, 1998 fue el año durante el que se registró el menor número de infecciones —30—. Pero desde entonces la curva estadística no dejó de ser ascendente y en el 2001 se registró la máxima crecida, con 61 casos.
Explicó Fernández que son diversos los factores de carácter social que inciden sobre la alteración del sistema inmunológico y convierten a una persona en proclive a la contracción de la tuberculosis, enfermedad que se transmite por vía aérea y es ocasionada por el bacilo de Coch.
«Mala alimentación, hábitos tóxicos, promiscuidad, falta de higiene y ventilación en las viviendas. Estos son algunos de los factores que condicionan un organismo y le impiden controlar el proceso infeccioso y evitar naturalmente su desarrollo», dijo, para concluir que «las posibilidades de que se desarrolle la enfermedad son mucho mayores en comunidades en riesgo».
Según dijo, la enfermedad debe ser atacada en simultáneo desde dos frentes. «Con una política sanitaria orientada a la detección precoz de los casos de infección y la supervisión del tratamiento es probable que logre disminuirse el número de casos existentes o al menos detener su aumento.
Pero las políticas sociales y económicas también deben orientarse a mejorar las condiciones de vida de la población, porque tampoco en este caso, cuando el problema es de fondo, la cura puede presentarse como solución».
La provincia del Chubut fue de las primeras del país en adherir a la normativa nacional que promueve el denominado Tratamiento Directamente Observado, que compromete la observación del paciente, en el mismo centro sanitario, en cada ocasión en que deba ingerir su medicación.
A entender de Fernández, es mérito de éste tratamiento y del sistema de búsqueda y diagnóstico precoz que el año pasado no se haya registrado un pico ascendente en la curva estadística. «Pero no es responsabilidad del sistema sanitario modificar la situación socio económica y deberemos estar muy alertas este año para evitar una escalada», concluyó.
Estracta: Diario El Patagónico . (12/03/03)
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