Nada más argentino y tentador que una suculenta cucharada de dulce de leche. Y si se trata de un alimento saludable, mejor. Esa fue la idea de un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata, que descubrió una fórmula para fabricar el alimento con bajo contenido de colesterol.

Los científicos, después de cinco meses de experimentación, lograron sustituir las grasas saturadas del producto tradicional y le incorporaron el componente ácido Omega 3, que previene las enfermedades cardiovasculares. El nuevo "alimento saludable", que no tiene diferencias en sabor, consistencia y color con otros dulces, podría estar a la venta en los comercios platenses en los próximos meses.

Los costos de los trabajos para obtener una variante de la "especialidad autóctona" fueron financiados por un médico cardiólogo y empresario, quien será el responsable de la comercialización del producto con la receta universitaria.

El descubrimiento fue desarrollado por especialistas del Programa de Prevención del Infarto en Argentina (PROPIA), que realiza diferentes actividades desde 1990, para incentivar a las personas a modificar los hábitos de vida que son nocivos para el corazón.

Con la participación de distintas facultades de la UNLP (Medicina, Veterinaria y Humanidades entre otras), los responsables del PROPIA intentan a través de hospitales, organizaciones comunitarias y centros educativos, desplegar una batería de campañas para difundir una "mejor calidad de vida".

Los organizadores se inspiraron en el plan finlandés "Karelia del Norte". El proyecto logró en pocos años disminuir la moratalidad provocada por el infarto en un sesenta por ciento entre los habitantes de ese país.

La Argentina ocupa el tercer lugar en toda América latina en las estadísticas de mortalidad por esas patologías. "Estamos convencidos que con acciones en conjunto estas cifras pueden disminuir. No sólo hay que aconsejar sobre lo que no se debe hacer o consumir, también es importante ofrecer otras alternativas como alimentos saludables que pueden elaborarse con componentes que tienen efectos terapéuticos probados", explicó a Clarín Marcelo Tavella, director del PROPIA.

Los investigadores de la UNLP siguieron los pasos del proyecto Karelia e instalaron en Balcarce, a 400 kilómetros de la capital bonaerense, un "laboratorio viviente". Allí realizaron relevamientos con más de 3.000 vecinos, para establecer un diagnóstico y luego promover un cambio en las costumbres y la alimentación de la población.

Se trata de disminuir los factores de riesgo que terminan en infarto, como el tabaquismo, dietas altas en grasas saturadas y sedentarismo.

En esa propuesta también trabajaron para la elaboración de otras alternativas alimentarias, modificando las fórmulas que continenen elementos nocivos o tóxicos. Las primeras experiencias se obtuvieron con pan, huevos, pastas y galletitas.

Hace un mes, la "vedette" de los dulces nació en una planta ubicada en la localidad de Magdalena. El hallazgo se consiguió eliminando el contenido de grasas saturadas e hidrogenadas, responsables de elevar los niveles de colesterol.

En las mismas cantidades se agregó Omega 3, un tipo de aceite que ayuda a prevenir enfermedades derivadas del consumo excesivo del colesterol, como la ateroesclerosis, y que naturalmente se encuentra en la carne de pescados de mar, la soja y el lino.

Pero, aunque los efectos saludables del dulce de leche con bajo contenido de colesterol prometen una rápida incoporación del producto en la dieta de los golosos, los creadores de la receta advierten que no es un alimento dietético porque no se alteró el contenido en calorías.

Por eso, cuando aparezcan en las góndolas los envases con el logo verde que certifica la fórmula universitaria, los "gorditos" preocupados en bajar de peso deberán abstenerse.  

Estracta: Mónica Galmarini, para Diario Clarín.