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Surge como una solución para frenar la desertificación. Las características del lago representan un obstáculo difícil de sortear para revegetar su entorno. Sin embargo, los estudios preliminares y experiencias en otro tipo de superficies determinan su factibilidad, en busca de un mejor aprovechamiento de una fuente de agua importante para la región que sufre periódicamente la disminución de su superficie.El suelo debe cicatrizar. La flora que vive en el lugar por origen y aquella que fue integrada por el brazo del hombre fue perdiendo fuerza con el paso de los años. La introducción de ganadería también hizo su trabajo y la vegetación de la cuenca del río Senguer sufrió todas las consecuencias.
En la actualidad las alternativas son escasas y deben ser previamente estudiadas, por esta razón es que la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco realizó una investigación donde plantea la posibilidad de revegetar el lago Colhué Huapi.
Según el estudio que realizó el doctor e ingeniero forestal Francisco Carabelli junto al ingeniero Juan Enricci, del Departamento de Ingeniería Forestal de Esquel, “el área de interés en el entorno del lago Colhué Huapi abarcó una amplia superficie de aproximadamente 80.000 hectáreas, entre las cotas de 260 metros sobre el nivel del mar (línea de ribera del lago en la imagen satelital de referencia) y la de 360 metros sobre el nivel del mar, está última para abarcar los sectores de médanos en el sector este del lago”.
El estudio tiene como objetivo poder caracterizar las condiciones de degradación del entorno del lago, establecer asociaciones vegetales relevantes para poder revegetar el ambiente degradado y a la vez vegetar ambientes lacustres en riesgo de secarse. Sin embargo también busca conocer las percepciones de los pobladores y productores del entorno del lago respecto de las implicancias del proyecto para sus actividades.
Con respecto a las primeras conclusiones, el estudio señala: “desde el punto de vista biológico las soluciones son muy acotadas dadas las características edafo-climáticas del lugar -muy salitroso y árido, con grado de acidez del suelo y del agua superiores a 8,5 y falta de precipitaciones entre octubre y abril”.
Sin embargo, se prevé realizar un proceso de revegetación artificial con plantas originarias de la zona y también con aquellas “colonizadoras” que se adapten a las características del terreno sobre el área que se analizó que forma la herradura que se puede ver en el recuadro.
Amplia floraDistintas especies conviven en el lago y podrían llegar a ser utilizadas para realizar el proceso. “La flora nativa y exótica que se describió está asociada a la condición variable de degradación de cada ambiente.
La importancia de su caracterización desde esta perspectiva radica en que pueden actuar como colonizadoras o cicatrizadoras de estos lugares, lo cual depende en gran medida de cuán degradado se halla el sitio”, destaca el estudio.
Además según dicta el trabajo en sitios húmedos se “constató la presencia de Juncáceas, con máxima cobertura del suelo. En suelos muy erosionados se observaron especies del género Distichlis (pasto salado), Nitrophila y Hordeum (cebadilla)”. A la vez, la lista de especies se acrecienta según la característica que tiene el terreno.
Por ultimo, el proyecto especifica que “se recomienda que los esfuerzos de remediación se concentren en las áreas críticas, entendiendo por tales aquellas en que el grado de deterioro y/o alta susceptibilidad y velocidad de degradación compromete su biodiversidad y/o la calidad de vida de la población.”
De esta forma, el lago sería aprovechado en toda su magnitud y se evitaría la desertificación de la zona, aumentando su vegetación, amoldándola a la producción ganadera de la zona.
Crédito:Publicado en el Diario El Patagónico (23/05/10)
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