"Capital del Viento" |
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El nombre de tres chicos de Comodoro Rivadavia, Claudio (14), Sebastián (12) y Néstor Genta (11), cobró notoriedad al conocerse que tenían en su casa una valiosa colección de fósiles marinos que vivieron hace 30 millones de años en el entorno donde ahora se levanta su barrio: Ciudadela.El caso motivó la presencia de profesionales del Laboratorio de Paleovertebrados de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco que invitaron los precoces paleontógos a visitar las instalaciones donde se realizan los estudios estrictamente científicos.
Hijos e'tigre
La familia Genta vive hace pocos años en el denominado sector de 60 viviendas, al extremo oeste del barrio mencionado.
El padre de familia es un suboficial en actividad de la Policía Provincial y como el entorno del hábital está conformado por cerros, descampados y sobre todo un gran zanjón natural, para los chicos el área fue más que especial para realizar "excursiones".
Las travesuras los llevaron a buscar objetos raros, sobre todo a pocos metros de su casa, donde existe un profundo zanjón que corre en dirección al mar y que en días de lluvia arrastra un gran caudal de agua que desciente de los cerros, erosionando paulatinamente el terreno.
Travesura "científica"
A los pocos meses que vinimos a vivir acá ibamos a jugar y a "investigar" en los cerros.
Un día, cuando nos deslizábamos por una una ladera encontramos una piedra que tenía la forma de almeja y luego nos enteramos que estaba fosilizada, narró a EL CHUBUT Claudio, el mayor de los hermanos.
De aquella vez a estos días han transcurrido casi seis años y practicamente se han convertido en "expertos" buscadores sin más asesoramiento profesional que la práctica y el ingenio de ellos mismos, además de buscar en libros donde aparecen datos de dinosaurios, porque creían que muchas de las piezas que hallaron pertenecian a esos inmensos animales que vivieron en el jurásico.
Así por ejemplo, saben que luego de una gran lluvia, pueden encontrar en el mismo sitio donde antes nada veían, alguna pieza de importancia.
Dientes de tiburón
El caso de estos chicos, que fue relatado inicialmente a través de la FM Del Mar, es sumamente interesante a tal punto que se han convertido en especialistas, habiendo encontrado también casi 1.500 dientes de tiburones que nadaron allí nomás, a metros donde ahora se levanta el barrio Ciudadela.
Incluso han establecido una especie de competencia interna en la cual, el más pequeño, Néstor Fabián, es el líder porque ha obtenido más de 650 piezas.
Vertebras de cetaceos
La "colección" que no está a la venta, incluye numerosos trozos de vértebras de mamíferos y tanto los chicos como el papá, nunca habían recibido -ni tampoco pedido- asesoramiento profesional alguno.
Sin embargo ayer mismo, apenas se enteraron, dos profesionales que se ocupan del estudio de paleovertebrados en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, se hicieron presentes en la casa de los Genta para "clasificar" el material.
Ellos, con conocimiento de causa, revelaron que las vértebras pertenecían a cetáceos que vivieron en este lugar hace unos 30 millones de años (ver nota aparte) cuando el mar cubría una gran parte de la tierra y lo que es hoy la Patagonia, tenía un clima tropical.
"'Nosotros -relató otro de los chicos- buscamos lugares donde no haya tantas matas ni piedras. Incluso nos fijamos por donde corrió el agua después de la lluvia, generalmente en canaletas".
"Después nos ocupamos de lavar todo el material y lo guardamos. Solo a una de nuestras tías le hicimos un regalito pero no queriamos contar el secreto a nadie para que no aparezcan más buscadores".
Los tres hermanitos, Néstor, Sebastián y Claudio, muestran parte de material hallado a la vuelta de la casa.
Las vértebras fosilizadas, según confirmaron especialisas de la Universidad, pertenecen a cetáceos que vivieron hace 30 millones de años. También hay almejas de gran tamaño.
Entre los centenares de dientes de tiburón se encontraron algunos de la especie "tigre" y también "maco" que nadaban en aguas cálidas.
Flechas y puntas de arpones forman parte de una colección de material lítico. El sargento de los picaderos Al padre de los chicos, el sargento primero de la Policía Provincial Héctor Daniel Genta -quien desempeña funciones en el Comando Radioeléctrico-, no le va en zaga a sus hijos ya que también le gusta coleccionar reliquias.
En su caso (aunque dice que solo les ayuda), se ocupa de buscar flechas de aborígenes que vivieron hasta hace pocos siglos en esta parte de la Patagonia.
Así, ya posee una colección de material lítico que encuentra en distintos "picaderos", el sitio donde las razas de hombres autóctonos de la región diseñaban pacientemente sus flechas y puntas de arpones.
Como buen policía, Genta sabe rastrea los lugares donde existen probabilidades de hallazo y que otras personas ni lo sospecharían. Cada vez que tiene ocasión de visitar campos de las inmediaciones, aprovecha la ocasión para inspeccionar cada rincón de terreno.
Las flechas encontradas son de distinto tamaño y contextura rocosa, generalmente del tipo granítica de las cuales ya posee más de un centenar, con sus chicos, claro.
El papá de los chicos, Héctor Daniel Genta, muestra parte de las flechas que utilizaron siglos atrás los cazadores autóctonos de estas tierras.
Lo dijo el jefe del laboratorio de paleovertebrados
"Es grato que los chicos se interesen por ciencias naturales" El profesor Rubén Martínez, jefe del Laboratorio de Paleovertebrados de la UNPSJB, quien acudió junto a uno de sus colaboradores, Marcelo Luna, a la casa de la familia Genta, dijo a El Chubut que "nos resulta grato que la gente y sobre todos los chicos se interesen por la búsqueda de fósiles porque ello contribuye a valorizar las ciencias naturales".
"Pero también es importante dejar establecido que si la gente encuentra algo importante tiene que tratar de no tocarlo e informar al centro paleontológico más cercano".
El hallazgo
Respecto a lo que encontraron los hermanitos Genta, comentó que es habitual que en esta zona se produzcan estos hallazgos aunque admitió que el laboratorio que dirige aún no hizo un relevamiento puntual en proximidades del barrio Ciudadela.
Le llamaba la atención las grandes secciones de vértebras de cetáceos, aunque las mismas no son las mejores indicadoras para determinar las especies, dado que generalmente las precisiones se obtienen con el cráneo.
De todos modos valoró el hallazgo, mencionando que entre los fósiles hay dos grandes grupos: misticetos y odontocetos (con y sin dientes). Entendía que las vértebras pertenecerían a algún tipo de ballena o delfín (mamíferos pisciformes) que vivieron hace 30 millones de años en el período oligoceneo - mioceneo, que también se conoce como patagoniano.
Por otra parte el profesor Martínez admitió mostrarse sorprendido por la gran cantidad de dientes de tiburones que habían coleccionado los chicos dado que incluso "hay algunas piezas raras".
Algunos pertenecían a tiburones "tigre" y otros a una especie denominada "maco" que hoy viven en zonas tropicales. Claro está que hace 30 millones de años, nuestra región tenía precisamente ese clima.
Terreno erosionado
El catedrático citó que en aquella lejana época esta parte de la Patagonia estaba bajo el mar y el relieve actual es totalmenfe diferente, dado que las piezas halladas -al descender las aguas- fueron cubiertas por la tierra pero luego el terreno se fue erosionando por el viento y el agua, aflorando nuevamente los restos de esecies marinas.
Comentó además que muchas personas llevan con cierta periodicidad hacia el Laboratorio que dirige algunas piezas fósiles y la mayoría piensa que son dinosaurios.
En realidad -como los restos encontrados ayer- son anatómicamente distintos (pertenecían a cetáceos). Además, los de dinosaurios son muchos más antiguos y rondan los 90 millones de años.
Créditos:
Extraído del Diario "El Chubut".
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