Perros de todos los tamaños con una cinta rosada en el cuello que los distinguía en los brazos de sus nuevos protectores, configuraron la postal de la tarde de ayer, durante la jornada de adopción de mascotas abandonadas, organizada por ALMA.

El dispensario canino del municipio, en el barrio Industrial, resultó muy visitado por familias que se acercaron con la idea de poder cobijar en su casa a un animalito.

Muchos también llevaron perros perdidos o abandonados en la vía pública, justamente con la idea de que alguien los adoptara.

Grandes y chicos se mostraban muy contentos con su nueva mascota, destinada a convertirse en una compañía inseparable o guardián del hogar.

La principal idea de ALMA (Asociación de Lucha contra el Maltrato Animal) es concientizar a los comodorenses sobre el cuidado de los animales, ya que siempre va a haber una familia dispuesta a recibir con los brazos abiertos un gato, un perro o cualquier otra mascota.

Eva González integrante de ALMA, comentó a Diario Patagónico: “un sábado a la tarde cuando nunca se abre el dispensario, logramos que la Municipalidad nos permitiera abrirlo. Se han regalado muchísimos perros, estamos felices. Esto va a seguir y para que se tome la costumbre, el segundo sábado de cada mes hay regalos de perros, los que trae la gente”, anunció.

De esa manera, los impulsores de la propuesta se mostraron satisfechos y agradecidos por la concurrencia de gente. “Esperemos que sigamos así porque hay muchos animales. Es una forma de regalar los perros del dispensario y la gente no sabía que se podía venir a adoptar. A otra compañera se le ocurrió que la gente traiga los perros que encontró, cachorritos o grandes”, agregó la integrante de ALMA.

Eva también puso el acento sobre las condiciones en las que se debe tener una mascota. “Todos tenemos que aprender y la gente tiene que aprender a tener los animales porque nos encontramos con casos de animales que están ahorcados con una soguita de 50 centímetros. Hay que darle agua y tenerlo a la sombra porque si no el perro está sufriendo. Estamos tratando de concientizar qué hay que hacer con los animales”, subrayó.

Entre quienes llevaron mascotas que encontraron perdidas estaba Cintia, quien comentó cómo había llegado hasta el dispensario. “En realidad yo la encontré justo a la salida del edificio de Diario Patagónico, porque yo trabajo al lado y ando buscando al dueño del animal. Me acerqué acá para ver si puedo ubicar a su dueño si no me la quedo”, aseguró.

Con mucha alegría, la joven se paseaba con la perrita que ya había bautizado como “Flor” hasta que aparezca su dueño.  

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Publicado en el Diario El Patagónico (10/01/10)