"Capital del Viento" |
|
Hoy, en vez de constructor de arcas, Noé probablemente habría sido genetista. Es que gracias a la biotecnología podría salvar a toda la fauna del mundo de un nuevo diluvio con sólo recolectar y frizar semen y tejido ovárico de todas las especies.Y cuando amainase la tormenta, le bastaría con descongelar esas muestras y apelar a la fertilización in vitro para repoblar el planeta de animales.
Esta técnica ya se está utilizando en Argentina. Con el fin de proteger a la fauna autóctona en peligro de extinción, científicos del Zoológico de la Ciudad y de la Facultad de Veterinaria de la UBA empezaron a congelar material genético de algunas especies.
El proyecto ARCA (Asistencia a la Reproducción y Conservación Animal) del Zoo porteño es el que se encuentra más avanzado. Allí ya hay un banco genético en el que tienen crioconservado semen y tejido ovárico de 41 especies distintas.
Se trata, en su mayor parte, de animales autóctonos de la Argentina, pero también tienen células reproductivas de fauna amenazada de otros países. Se estima que cada tres minutos una nueva especie desaparece del planeta.
En la Facultad de Veterinaria tienen un plan similar, pero en un estado menos desarrollado. En los laboratorios de la cátedra de Física Biológica conservan material genético congelado de diez especies diferentes.
Ninguna se encuentra amenazada de extinción. Es más, de los animales que crioconservaron, hay varios que son domésticos: vaca, caballo, cerdo, alpaca y llama.
La elección de esos animales tiene una explicación. "Por ahora, sólo estamos desarrollando la técnica. Y para experimentar, lo mejor es hacerlo con especies que no se encuentran amenazadas.
Siempre se corre el riesgo de que el animal al que se le van a tomar las muestras se muera a causa de la anestesia o el estrés", dice Humberto Cisale, profesor asociado de la cátedra de Física Biológica de la UBA.
La idea que manejan Cisale y su equipo es diseñar las técnicas de crioconservación —cada especie animal necesita un procedimiento particular— para después compartirlas con otras instituciones estatales.
"El Estado tiene que estar presente en la protección de la genética autóctona. El ADN de los animales silvestres no debe quedar en manos privadas", afirma Cisale.
La técnica que aplican en la Facultad de Veterinaria y en el Zoo es idéntica. A las hembras y a los machos de cada especie se les toman ovocitos (células que produce el ovario), tejido ovárico y semen, y después se los congela en nitrógeno liquido a 196 grados bajo cero.
La duración de esas muestras es ilimitada: "En Estados Unidos tienen semen de toro que fue congelado en los años 30 y aún es viable", cuenta Adrián Sestelo, biólogo del proyecto ARCA del Zoo.
En ARCA tienen crioconservado material genético del ciervo de las pampas —es el animal más amenazado de extinción del país— y de otras siete especies autóctonas que también se encuentran en riesgo.
En los laboratorios del Zoo también hay semen y ovocitos de otras especies sudamericanas que se encuentran amenazadas, como el mono caí, el oso de anteojos, el gato montés y la corzuela parda.
La efectividad de la técnica ya fue probada en el Zoo: a fines del año pasado nacieron tres muflones (pertenecen a la familia de las ovejas), los que fueron concebidos por inseminación artificial con semen que estuvo dos años congelado.
Según Luis Jacomé, director del proyecto ARCA, la situación que se vive hoy es peor que la del bíblico diluvio universal. "Ahí con un buen barco podías salvar a todas las especies, pero ahora hay demasiados factores —tala indiscriminada de bosques y selvas, caza, efecto invernadero, lluvia ácida, expansión de la agricultura, tráfico ilegal de animales— que ponen en grave riesgo a toda la fauna", explica.
Para Claudio Bertonatti, de la organización ambientalista Vida Silvestre, proyectos como el de la UBA y el del Zoo son "muy valiosos, pero insuficientes". Y ejemplifica: "¿De qué sirve preservar semen y tejido ovárico del venado de las pampas si se destruye por completo todo su hábitat natural?"
Créditos:Por Carlos Galván, publicado en DiarioClarín (18/10/04)
|
|
|
|