"Pues aunque luso naciera,
se integró tanto en La Pampa
que, a mayores de la estampa,
alma de gaucho tenía
y a los ojos le salía,
cual sol que de nube escampa"

(César Flores Miranda -"Poemas")
 

Nació en Fermoselle, provincia de Zamora, una mañana del día siete de octubre del año mil ochocientos ochenta. Vino a ser hijo único del matrimonio formado por Manuel Flores Castro y Florentina Lozano Diez, puesto que su hermano mayor, José falleció tempranamente, en estado de soltero.

En su adolescencia, asistió al aula de formación que los franciscanos establecidos en la villa tenían para captar vocaciones, donde recibió una satisfactoria educación durante, al menos tres años, recibiendo ampliación de conocimientos gramaticales, aritméticos y rudimentos de humanidades, en general.

Por entonces, sus padrinos de bautizo, que habían emigrado a Cuba, regresaron al pueblo, en pos de unos meses de descanso y quizás, para llevarse con ellos a su ahijado, si conseguían convencer a sus compadres, con el proyecto de instruirlo en las lides comerciales para, en su día, dejar en sus manos el negocio que prosperaba, no se sabe en beneficio de quién, dado que carecían de hijos.

Rodaron las cosas a gusto de los indiano, puesto que, meses después, el jovencito Justino embarcó rumbo a Cuba, con sus padrinos. Los padres quedaron desolados, pero con la conformidad de que consentían en beneficio del hijo que, a la sazón contaba catorce años, uno más o menos.

Desconozco la vida y milagros del joven en La Habana. Pero no debió de resultar muy gratificante, ya que pocos años después, ¿1895…? decidió trasladarse a la Argentina, acompañado de Francisco Almendral, paisano e íntimo amigo desde la infancia, a quien había encontrado o le buscó. No lo sé. Cabe imaginar el disgusto y desconsuelo de los padrinos, tras esta decisión. Al parecer, el Gobierno argentino facilitaba terrenos, ganado y aperos a los emigrantes que lo solicitaran, en condiciones que desconozco, pero con muchas facilidades, y no lo dudaron. Y se instalaron en La Pampa, donde se establecieron en un poblado que agrupaba ya, a unas cuantas familias que les precedieron.

Corrían los primeros años del siglo veinte, cuando un amigo llamado Domingo Miranda Fernández anunció a Justino la llegada inminente de su familia, procedente de Galicia ( España), donde había fallecido su padre, Ramón Miranda, el día diez de enero de 1890, en la parroquia de San Andrés de Zas.

Cuando llegó la madre, Teresa Suárez Vecino y sus tres hijas: Teresa, Estrella y Pilar, Domingo les presentó a su amigo Justino. Tiempo después, Justino y Pilar fueron novios.

Entre tanto, seguidos los trámites pertinentes se fundó la ciudad de Comodoro Rivadavia, el día 23 de febrero de 1901. En la relación oficial de los 40 fundadores, figura Justino Flores Lozano y los que después fueron sus cuñados Domingo y Fernando Miranda, según documentación editada al efecto.

Cinco años después, Justino Flores Lozano y Pilar Miranda Suárez contrajeron matrimonio civil en la, ya, localidad de Comodoro Rivadavia, el día 10 de enero de 1906, ante el Juez de Paz, Don Manuel Pazos, actuando como testigos Don Juan Pobet, Don Antonio Roqueta, Don Baltasar Borraz y Don Pablo Ortega. El acta instruida, fue visada por el Vicecónsul de España, Don José María Pérez y legalizada en Madrid por el Subsecretario del Ministerio de Estado, D. Enrique López de Lago.
(Registro Civil de Comodoro Rivadavia, inscripción Número Siete)

Y en Comodoro nacieron sus hijos:

• Manuel, el 10 Abr 1909.
• Justino, el 21 Nov. 1911.
• Raimundo, el 21 Dic. 1913
• José, el 13 Nov. 1915.
• Carlos, el 19 May 1917.

Es entonces, cuando Carlos contaba nueve meses, que el matrimonio decidió viajar a España, para que los abuelos paternos, Manuel y Florentina, conocieran a su nuera y a sus nietos. Era su máxima aspiración, casi obsesiva.

Llegaron a Fermoselle, se instalaron, y creo saber que transcurridos cuarenta días, falleció el abuelo. Y en ese momento, el destino barajo las cartas que llevaba escondidas en la manga.

La abuela se negó a viajar con sus hijos a la Argentina ("…en esta cama ha muerto tu padre y aquí moriré yo. Quiero que me entierren junto a mi marido") y la familia decidió quedarse y se estableció en la villa.

Y nacieron:

• Teresa, el 09 Feb. 1921.
• César, el 25 Oct. 1923.
• Manuel, el 09 Nov. 1929.

Este último se inscribió también como Manuel, porque el mayor había fallecido a los diez y siete años de edad.

Cuando se reseñan estos datos, ya han fallecido, también, la abuela Florentina, el matrimonio Flores-Miranda y los hijos Justino, Raimundo y Teresa. El primero y la tercera, en la Argentina; Raimundo aquí, en Zamora. Descansen en Paz.

Y que Dios guarde las vidas de los demás. Amén.
 

Créditos:

Por César Flores Miranda (86 años), sexto hijo varón de Justino Flores Lozano. Atención Mirta N. Flores Serafini Miranda. (16/04/10)