"Capital del Viento" |
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Ignacio Sánchez nació en 1903 y en octubre de 1918, cuando tenía 14 años, se radicó en nuestra ciudad, donde se casó con María Soto, y tuvo dos hijos Miguel (73) y Antonio (58).Dueño de un vigor envidiable, desarrolló múltiples actividades sociales, deportistas, culturales y políticas, que le permitieron cosechar un sinfín de amistades, algunas de las cuales ayer le rindieron homenaje en un bulevar céntrico.
Homenaje a un pioneroSe trata del embellecido espacio público que está en la avenida Rivadavia, entre Italia y Francia, donde poco antes de las 11 sus accesos fueron desviados para que el intendente Raúl Simoncini presidiera un acto en su memoria, junto a miembros de su gabinete.
Entre el público estaba el presidente del Club Gimnasia y Esgrima, Mario Rodrigo, entidad que Ignacio Sánchez fundó y presidió. También cofundó la Cooperativa Popular Limitada (1933), la Universidad Popular de la Patagonia (1942), la Cámara de Comercio y el Partido de Acción Chubutense (PACh), que en 1973 lo llevó como candidato a diputado nacional.
Entre el público estaban sus hijos Miguel de profesión médico, y el odontólogo Antonio, que vive en Capital Federal. Ellos le regalaron la alegría de cuatro nietos y dos bisnietos.
Al bendecir el bulevar, el sacerdote Marcelo Nieva destacó que la imposición del nombre «es marcar la presencia del pionero de nuestra ciudad, cuya trayectoria ha dejado huellas tan significativas».
Luego, el intendente Simoncini le entregó a sus hijos una copia de la resolución 2222/04, para después descubrir el cartel indicador que lleva el nombre de su extinto padre.
Emocionado, Miguel le agradeció a Jorge Aubía por ser el gestor de esta idea cuando era intendente por el radicalismo, tarea que luego siguió el justicialista Simoncini.
«Más allá de la reconfortante satisfacción familiar, creo que este hecho encierra un significativo aunque sencillo acto democrático», dijo aludiendo al hecho de que funcionarios de distintos partidos políticos «hayan distinguido a un opositor tenaz, exigente a veces pero siempre honesto».
En ese orden, se esperanzó con que «quienes ostentan nuestro mandato puedan tener coincidencias similares en las decisiones progresistas que consoliden el Comodoro que queremos para nuestros hijos y nietos».
Con la voz entrecortada por momentos, Miguel Angel recordó a su padre con nostalgia, destacando «su cariño, humildad, sencillez y honestidad».
Si bien era ampliamente conocido por sus obras, su figura tomó mayor relieve por sus condiciones de «buen amigo y gran vecino, enamorado de esta ciudad a la que quiso como propia, que lo llevó a canalizar tantas obras de bien común».
Mirando el cielo, dijo «seguramente desde algún recóndito lugar, don Antonio Morán y mi padre, café y cigarrillo por medio, como tantas noches compartidas están pensando en este venturoso Comodoro de hoy».
Mientras se estrechaba en un abrazo con el intendente de Rada Tilly, Pedro Peralta, Simoncini le manifestó «no conocí a tu padre, pero sé de su obra y te conozco a vos, de tal palo tal astilla».
Amaba el vientoSara Díaz es esposa de Miguel y nuera de Ignacio Sánchez. Ayer lo recordó como una persona que «hacía muchas cosas y por eso estaba poco en la casa, pero era maravilloso y muy inteligente». La mujer se lamentó que nunca se dedicara a la escritura, a pesar de que tenía el don para hacerlo.
«Siempre me decía que cuando no estaba, extrañaba el viento, que lo quería», aspecto que «es muy poco común en los que nacimos acá».
Créditos:Publicado en el Diario El Patagónico. (23/03/06)
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