"Capital del Viento" |
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Hay varias versiones sobre los cintillos que se repartieron el 25 de Mayo.
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El 25 de mayo es una de las fechas patrias más emblemáticas de la Argentina, ya que se conmemora la gesta de la Revolución de Mayo en la cual se reemplaza al virrey de España por un Gobierno local. Constituye, en definitiva, el nacimiento de nuestra Nación, que culminaría con la declaración de la independencia el 9 de Julio de 1816. Los historiadores han revelado, con el correr de los años, algunos datos muy curiosos (y poco conocidos) de la Revolución de Mayo. Aquí te contamos 6 cosas muy curiosas al respecto.
1- $521 en gastos del Cabildo Abierto (mucho vino)Un dato histórico poco conocido y por demás curioso quedó asentado en la lista de las actas de las deliberaciones del Cabildo Abierto respecto a los gastos que tuvo el mismo.
Según revela el historiador Felipe Pigna en su libro "1810", de acuerdo a dicho documento en total se gastaron 521 pesos. La lista registrada de gastos es la siguiente:
- 2 pesos en chocolate
- 13 libras de bizcocho
- 6 libras de velas
- 16 botellas de vino
- 73 pesos se pagaron al fondero por el "catering" de los días 23 y 25.
- 12 pesos en fletes y traslados
- Como vemos, no faltó vino, chocolate y bizcocho...
2- ¿Llovió o no llovió el 25 de Mayo?"El pueblo quiere saber de qué se trata" (una frase anónima atribuida a las manifestaciones de 1810) es también el nombre de una de las pinturas más famosas que retrata la fecha y muestra a las personas con paraguas frente al Cabildo.
La creación de esta obra -vale aclarar- es muy posterior a los hechos: data del primer Centenario. Pero en los tiempos actuales generó polémica respecto a si efectivamente llovió el 25 de mayo. No sólo eso: ¿existían los paraguas en esa época?.Los historiadores aclaran esta polémica. "Sí, por supuesto. Toda la semana estuvo complicada", asegura Daniel Balmaceda, historiador, periodista, escritor, divulgador y miembro de la Academia Nacional de Historia, respecto a las precipitaciones registradas ese día.
¿Por qué, entonces, hay clubes que se llaman "Sol de Mayo"? "Eso es por la frase 'El sol del 25 viene asomando', que es de un tango canción que se hizo para la época del Centenario. Pero, en realidad, el sol hace referencia al nacimiento de la Patria.Esa semana llovía tanto que era muy difícil salir de la casa. En Buenos Aires, en el 1800, con un poco de lluvia, preferías quedarte en tu casa", explicó el historiador. Según Balmaceda, la lluvia "fue un escollo. Querían tener gran participación de los vecinos en la Plaza y, en realidad, acudieron muy pocos.
Ahí surgió la frase 'El pueblo quiere saber', que no es como se suele decir. Mientras un grupo de vecinos esperaba, en el piso alto del Cabildo se estaba deliberando y, en medio de la lluvia, empezaron a gritar 'El pueblo quiere saber lo que se trata': querían saber qué temas estaban tratando, por qué no resolvían nada. No era 'de qué se trata': todos sabían de qué se trataba.Finalmente, ya con menos lluvia, Saavedra y compañía se asomaron al balcón —ya en esa época teníamos asomadas al balcón— saludaron y se fueron del Cabildo porque ellos no gobernaban desde allí sino que lo hacían desde el fuerte, donde hoy está la Casa Rosada.
Cruzaron toda la plaza y se fueron a su primer día de trabajo", relata Balmaceda. Por su parte, Miguel Ruffo en '¿Llovió el 25 de Mayo de 1810 en la ciudad?', escribió:
“Respecto al 22 de mayo, cuando se realizó el Cabildo Abierto, en el Museo Histórico Nacional (MHN) se ha conservado un interesante testimonio escrito. Se trata de una de las esquelas de invitación cursadas por el propio Cabildo de Buenos Aires a los vecinos de la ciudad para que participaran del encuentro.El vecino en cuestión era Pedro Díaz de Vivar, quien no asistió a la asamblea del 22 por estar el día lluvioso. En la esquela impresa que lleva por identificación la expresión: 'Invitación al Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, extendida a nombre del Sr. Pedro Díaz de Vivar', se lee además, manuscrita a tinta, la siguiente explicación:
'Por aver llovido el 22/no fui al cavildo, teme/roso de la humedad, y/ frío. Fui con mi hijo/ Marco el 23 a las 9 ½ de/ la manana [sic], pasamos/...el/ hermano del Aguacil/Mayor Mancilla, y nos/respondió el Exmo. Cavil-/do que ya era tarde, porque/estaba cerrada el acta'".El tema de los paraguas también generó debate. Hay quienes dicen que no había paraguas en el Río de la Plata en esa época. Pero no es cierto: en 1795, el inventario de una importante tienda porteña constató que había allí 27 paraguas de hule, que se vendían al precio de 4 reales.
Por lo tanto es creíble la tradicional imagen que muestra a los vecinos de la ciudad protegiéndose con paraguas frente al cabildo. De todos modos, hay dudas acerca de la cantidad de personas con paraguas en la Plaza, ya que se cree que era un artículo de lujo, no accesible para todos.
3- Belgrano no sabía cómo llegó a la lista de vocales para la Primera JuntaManuel Belgrano ha sido uno de los principales dirigentes del proceso histórico que comenzó en 1810. Tal como es sabido, el 25 de mayo fue elegido vocal de la Primera Junta de Gobierno, embrión del primer gobierno patrio argentino.
Pero lo curioso es que, al parecer, según dejó asentado en su autobiografía escrita en 1814, Manuel Belgrano desconocía cómo apareció su nombre en la lista de vocales para la Primera Junta. Dice textual en dicha autobiografía:
"Apareció una junta, de la que yo era vocal, sin saber cómo ni por dónde, en que no tuve poco sentimiento"
4- ¿Había escarapelas el 25 de mayo de 1810?La cuestión de las escarapelas también generó debate. La tradición considera que la escarapela argentina surgió, por lo menos, entre los días 22 y 25 de mayo de 1810. En esas fechas de la Revolución de Mayo, los patriotas llamados "chisperos" (apodo despectivo puesto por los realistas que querían seguir subordinados a España), cuyos jefes más notorios eran Domingo French y Antonio Luis Beruti, repartían cintas (cintillos) entre los adherentes a la revolución.
Es decir, no eran las escarapelas tal como las conocemos hoy en día. No se sabe exactamente qué colores tenían tales cintas, hay quienes suponen que eran rojas; blancas con la figura del rey depuesto; o celestes y blancas; otros dicen que eran rojo, blanco y azul claro, al parecer porque se inspiraban en los colores de la Revolución francesa.
La versión más sostenida señala que French y Beruti repartieron el 22 de mayo en la plaza de la Victoria cintas blancas con una estampa de Fernando VII, y el 25 de mayo le añadieron una cinta roja.
"Con las escarapelas ocurrió algo similar. En su Historia de la República Argentina (1883), Vicente Fidel López escribía que 'la plaza se llenó en un momento de damas y señoritas, con los colores celestes que distinguían el penacho tan popular de los Patricios'. Los textos de la época, en cambio, mencionaban la presencia de cintas, pero les atribuían distintos colores (rojo, celeste, blanco). Por otro lado, difícilmente fueran redondas, ya que esa forma era propia de los distintivos militares (y no común entre los civiles)".
El origen de los colores de la escarapela y las razones por las que fueron elegidos para simbolizar a la Patria no pueden establecerse con precisión. Hay diversas versiones y datos interesantes sobre la escarapela.Una versión dice que los colores provenían de los colores de la Banda de Caballero con la Gran Cruz de la Orden de Carlos III establecida por el rey de España Carlos III, mediante real cédula de 19 de septiembre de 1771.
Otra versión dice que provenían de los colores borbónicos, de la casa de Fernando VII (entonces el rey de España). Se afirma también que los colores celeste y blanco fueron adoptados por primera vez durante las Invasiones inglesas (1806-1807) por el Regimiento de Patricios, el primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata y que luego comenzaron a popularizarse entre los nativos.Se dice también que fue utilizada por primera vez por un grupo de damas de Buenos Aires (entre las que se encontraba Casilda Igarzábal) al presentarse a una entrevista con el entonces coronel Cornelio Saavedra, jefe de los Patricios, el 18 de mayo de 1810.
Un manuscrito anónimo que cita el historiador Marfany expresa que el lunes 21 de mayo de 1810, los patriotas se identificaban con cintillos blancos en sus casacas y sombreros.En sus 'Memorias Curiosas', Beruti comenta el uso de un cintillo blanco en la casaca y en el sombrero una escarapela encarnada acompañada con un ramo de olivo a modo de penacho. Una misiva atribuida a Ramón Manuel de Pazos dice que el 21 de mayo de 1810 Domingo French y Antonio Luis Beruti repartían tales cintas blancas como signo de paz y unión entre los patriotas y los partidarios de España pero que ante la hostilidad de los segundos, el 25 de mayo comenzaron a repartirse cintas rojas como signo "jacobino", ambos colores fueron entonces los adoptados por el cabildo de Tarija al sumarse a la Revolución de Mayo.
Bartolomé Mitre atribuyó a French la idea de repartir cintas blancas y celestes: Al mismo tiempo que en las galerías altas de la Casa Capitular se celebraba la sesión del Cabildo, una escena más animada se realizaba en la Plaza.
Como la reunión se engrosara por momentos y fuese necesario darle una organización, imaginó French la adopción de un distintivo para los patriotas. Entró en una de las tiendas de La Recoba y tomó varias piezas de cintas blancas y celestes, colores popularizados por los patricios en sus uniformes desde las invasiones inglesas, y que había adoptado el pueblo como divisa de partido en los días anteriores.
Apostando en seguida piquetes en las avenidas de la Plaza, los armó de tijeras y de cintas blancas y celestes, con orden de no dejar penetrar sino á los patriotas, y de hacerles poner el distintivo. Beruti fue el primero que enarboló en su sombrero los colores patrios que muy luego iban á recorrer triunfantes toda la América del Sur.Instantáneamente se vio toda la reunión popular con cintas celestes y blancas pendientes del pecho ó del sombrero. Tal fue el origen de los colores de la bandera argentina, cuya memoria se ha salvado por la tradición oral. Más tarde veremos a Belgrano ser el primero que enarbole esa bandera y el primero que la afirme con una victoria.
Una comisión oficial nombrada en 1933 concluyó que Mitre atribuyó a French la creación de la escarapela por haber recogido el testimonio de uno de los chisperos, quien no le habría mencionado que esos colores ya estaban siendo utilizados por partidarios de la revolución.Cornelio Saavedra en sus 'Memorias Póstumas' publicadas en la Gazeta Mercantil entre el 30 de marzo y el 28 de abril de 1830, refirió sobre el 20 de mayo:
"La Plaza de la Victoria estaba toda llena de gente, y se adornaban ya con la divisa en el sombrero de una cinta azul y otra blanca, con el primor que en todo aquel conjunto de Pueblo no se vio el más ligero desorden".
5- Jóvenes (y pobres)Un dato interesante sobre la Revolución de Mayo es la edad promedio de los integrantes de la Primera Junta de gobierno que reemplazó al destituido virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros: tan sólo 43 años.
El integrante más joven de la Primera Junta era Juan Larrea y tenía sólo 23 años, mientras que el mayor -Miguel de Azcuénaga- tenía 55 años. La mayoría de ellos murió en la pobreza y hasta debieron hacerse colectas para poder pagar sus entierros.Por caso, Manuel Belgrano falleció el 20 de junio de 1820, sumido en la pobreza a pesar de que su familia había sido una de las más acaudaladas del Río de La Plata antes de que él se comprometiera con la causa de la independencia.
La historia cuenta que, en su lecho final, Manuel Belgrano -enfermo de hidropesía- fue examinado por el médico escocés Joseph Redhead, que lo atendió en su casa; al no poder pagarle por sus servicios, quiso darle un reloj como pago.
Ante la negativa del galeno a cobrarle, Belgrano tomó su mano y puso el reloj dentro de ella, agradeciéndole por sus servicios. Se trataba de un reloj de bolsillo con cadena, de oro y esmalte, que el rey Jorge III del Reino Unido le había obsequiado.
6- Del Cabildo original, poco y nadaLa construcción del Cabildo, tal como lo conocieron los patriotas en la época de la revolución, se realizó entre los años 1725 y 1764 y posteriormente el edificio sufrió cinco modificaciones.
Del primer Cabildo queda poco y nada, salvo el espíritu, que es emblemático. Según cuenta Gabriel Di Meglio, el director del Museo del Cabildo, el edificio estuvo muy deteriorado durante décadas.
Se demolió y se volvió a construir siguiendo rigurosamente el plano original pero mucho más chico. De su estructura original quedan la primera celda de la cárcel de la ciudad y la sala capitular donde se reunían los patriotas.Otro dato curioso: el 4 de febrero de 1821, el Cabildo de Buenos Aires fue asaltado: un grupo de ladrones abrió un boquete en una de las paredes del edificio y por allí ingresaron hasta llegar a la contaduría, de donde, forzando la caja de caudales, sustrajeron la por entonces nada despreciable suma de 3.200 pesos y un escudo de oro puro.
Jamás se supo quienes fueron sus autores, y mucho menos detenidos. Este hecho insólito y único en la historia argentina, sirvió para que, de inmediato, se encarara la creación de un departamento de Policía.
Créditos:
- Publicado en el Sitio Urgente24. (25/05/22).
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