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"Capital del Viento"

Geografía

Homenaje a Gustavo Giró Tapper
 


Homenajearon a Gustavo Giro Tapper descubriendo un busto en el Paseo de los Pioneros Antárticos.

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  • Nuevamente la ciudad de Ushuaia se prepara para celebrar el 22 de febrero el día de la Antártida Argentina, fecha en la que se recuerda un hecho histórico de gran trascendencia para la historia del país en el continente blanco. Hace 105 años atrás, el país se establecía en forma permanente e ininterrumpida en las Islas Orcadas de Sur, al comprarle las instalaciones de la una estación metereológica a la expedición científica escocesa de Whillian Bruce. A partir de este hecho, la Argentina es el primer país en el mundo en hacer ciencia en forma constante en la región polar sur.
    Esta estratégica compra, realizada por el estado argentino, fue hecha por recomendación al gobierno de Roca del explorador patagónico y perito en los tratados de límites con Chile, Francisco Pascasio Moreno, por entonces Director del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y asesor del gobierno, quien estaba muy relacionado con todas las actividades científicas que se realizaban en el país y en el mundo durante aquellos años.

    La Antártida es un continente estrechamente vinculado a nuestra comunidad, ya que el puerto de Ushuaia es la «puerta de entrada» al continente blanco (que se encuentra a sólo 1.000 kilómetros), lo cual hace que desde varios años el habitante de la ciudad esté familiarizado con la imagen de cruceros de turismo y buques logísticos, que junto a los «turistas polares» y científicos que recorren la calle San Martín, contribuyen a dar a Ushuaia una imagen de «comunidad circumpolar».

    Desde hace un tiempo a esta parte, la celebración del Día de la Antártida Argentina, ha tenido una relevancia cada vez más importante en nuestra comunidad. Esto se debe en parte, a las actividades que se han llevado adelante en nuestra Provincia por la celebración del Año Polar Internacional, pero por sobre todo, se debe al trabajo que realizan un grupo de activos y entusiastas vecinos agrupados en diferentes asociaciones, que con el apoyo del la Provincia y el Municipio, han logrado que todo evento vinculado al Continente Antártico, cuente con una participación cada vez más numerosa de vecinos de nuestra ciudad. Además de esto también se ha logrado que la Antártica sea haya -de alguna manera- reposicionado; actualmente ha conquistado un espacio muy importante en los titulares de los medios de comunicación locales. Estos hechos son de destacar, ya que contribuyen a crear y fortalecer una conciencia antártica en todos nosotros.

    Es así como llegamos al 22 de febrero del año 2009, año en que la celebración del «Día de la Antártida Argentina» tiene características especiales para todos nosotros ya que se realizará un merecido reconocimiento a través de la inauguración de un busto, en el Paseo de Pioneros Antárticos, quien fuera declarado ciudadano ilustre de nuestra ciudad y gran explorador del continente antártico; Don Gustavo Giro. Me atrevo a decir que quizás haya sido el último.
    Don Gustavo Giró fue un «sobresaliente antártico» (así fue definido por sus superiores). Además de desempeñarse como jefe de varias bases en la Antártida, se destacó por ser un excelente explorador con amplios conocimientos técnicos, en diferentes temas polares y también por poseer una gran cultura general.

    Con solo treinta y un años de edad, logró realizar con éxito uno de sus mayores logros como explorador; el de organizar, liderar y llevar a cabo la travesía más importante que se haya realizado en la Antártida, con excepción de las realizadas al Polo Sur: La unión por modo terrestre de la Base Esperanza, ubicada en el extremo norte de la Península Antártica y la Base San Martín, que se encuentra por debajo del Círculo Polar Antártico, durante el riguroso invierno de 1962.
    La Expedición fue realizada por un grupo de ocho hombres de la Base Esperanza, que recorrió durante el invierno de 1962, a lo largo el extremo nororiental de península Antártica y la Barrera de Hielos Larsen; para luego atravesar la península, transportados por trineos de perros y vehículos de nieve, uniendo así en un viaje de ida y vuelta dichas bases.
    Esta gran travesía se realizó entre el 14 de junio y el 25 de octubre, cubriéndose en total una distancia de 2.000 kilómetros.

    El objetivo de la expedición era la adquisición de experiencia en el riguroso invierno antártico -durante los meses más fríos y con menos periodos de luz-, realizar tareas científicas durante el trayecto, preparar parte del personal capacitado y preseleccionado para integrar la expedición terrestre al polo sur, llamada Operación 90 (en planificación) y además, experimentar diferentes efectos y con medios en condiciones climáticas extremas, como así en terrenos de difícil tránsito.
    Años después, Don Gustavo Giro realizó el siguiente comentario sobre el desarrollo de la Expedición...

    «Muchos fracasaron sobre la misma ruta... solo la fe en Dios, la confianza en los compañeros y la voluntad de vencer, son la llama que mantiene vivo el calor del entusiasmo, llama que logrará permanecer encendida a pesar de la naturaleza despiadada del helado continente que defiende sus secretos con huracanes de viento y nieve, frío y soledad, en las interminables noches del más crudo invierno de la tierra».
    Parte del desplazamiento del grupo se hizo entre abruptos paredones de roca, helados glaciares y sobre «... la superficie helada del mar cuyo espesor no sobrepasaba los veinte centímetros... capa cuya estabilidad no era segura y cubría las aguas del océano...».
    Con vientos «... con velocidad de 220 km/h…; marchando a veces con 43 grados bajo cero…horas en tinieblas y en total silencio…en un desamparo total...; entre grietas profundas y mortíferas de bocas ocultas por tenues puentes de nieve».
    Esta Expedición fue para él -participante exitoso en ambos eventos- «... muy superior en dificultades, al asalto triunfal a Polo Sur Geográfico.

    Alcanzar el Polo Sur Geográfico en forma también terrestre, fue la segunda gran expedición en la que participó Don Gustavo Giro, en este caso como Segundo Jefe de Expedición y Jefe de Tareas Científicas relacionadas con meteorología, glaciología y gravimetría. También participó, junto a otros compañeros del grupo, en el registro foto-cinematográfico de las actividades de la Expedición.

    La Primera Expedición Terrestre Argentina al Polo Sur, denominada Operación 90, que tuvo como Jefe al Coronel Jorge Leal, inicio su marcha desde la Base Belgrano hacia el polo sur el día 26 de octubre de 1965. La Expedición Argentina formada por ocho hombres utilizo esta ves solo medios mecánicos para realizar la travesía. Fueron empleados seis grandes tractores de nieve llamados Snow-Cat que arrastraban cada uno un trineo cargado con los materiales necesarios para la expedición entre ellos, el tan necesario y fundamental combustible de los tractores. Durante el largo trayecto enfrentaron toda clase de dificultades y vicisitudes, peligrosas grietas y grandes obstáculos como los sastruguis que se extendían en la inmensa y desértica pampa de hielo, que asociada a una climatología sumamente rigurosa hacían que el recorrido sea muchas veces extremadamente lento, incrementando más de lo previsto el consumo de combustible de los tractores; poniendo así en peligro no solo el éxito de la travesía, sino también la supervivencia de los exploradores.

    Superados los numerosos inconvenientes surgidos durante el recorrido y avanzando kilómetro tras kilómetro, los exploradores llegan a su objetivo; el Polo Sur a las 10:15 horas del día 10 de diciembre del año 1965, a bordo de tres vehículos snow cat bautizados Salta, Córdoba y Venado Tuerto.
    El grupo de exploradores llega de regreso a la Base Belgrano el día 31 de diciembre de 1965 después de recorrer 2.900 km en 66 días.
    Desde la Base Belgrano los «9 polares» son trasportados por el Rompehielos General San Martín, arribando a Ushuaia el día 5 de febrero de 1966, desde donde fueron trasladados a Buenos Aires el día 8 de febrero en un avión de la Fuerza Aérea, siendo recibidos victoriosos cerca de las 18 hs. en el Aeroparque por el público que esperaba ver con suma alegría y orgullo a sus «héroes polares». Desde allí son trasladados en jeeps del Ejército, y acompañados por motocicletas de la Policía Federal como escoltas, hacia la Casa de Gobierno, donde son recibidos por el Presidente de la Nación, Arturo Illia y autoridades nacionales.

    La Primera Expedición Terrestre Argentina al Polo Sur del año 1965, tuvo el honor de ser la octava expedición en el mundo en lograr alcanzar los 90 sur, siendo también los primeros en lograrlo, desde el Mar de Weddell.
    Es de destacar que Don Gustavo Giro durante sus actividades como explorador antártico logró recorrer por modo terrestre más de 18.000 kilómetros en el continente austral, realizados estos en trineo de perros y en tractores de nieve snow cat.

    Para terminar, como reflexión final quiero compartir con ustedes un deseo; espero que los fueguinos empecemos a demostrar de una vez por todas, el reconocimiento y el afecto que le tenemos a aquellas personas que son reconocidas por todos nosotros como ejemplos a seguir en nuestra comunidad, personas que por su sacrifico en pos del bien común, por su reconocida trayectoria o por los valerosos servicios prestados, merecen el más profundo respeto y reconocimiento mientras están con nosotros, en definitiva mientras ellos puedan sentir y disfrutar la felicidad de ser agasajados por su gente, por sus vecinos; cuando pueden sonreír al recibir un presente, cuando pueden recibir los abrazos, llorar de emoción y disfrutarlo con sus familias y seres queridos.  


    Créditos:


     
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