Rescatan el archivo de una histórica escuela de maestros  

La Escuela Normal Superior Nº 1, en 1914, con la muerte del presidente Roque Sáenz Peña, el establecimiento toma su nombre en homenaje. Más videos y fotos: GonBal.

Hipólito Yrigoyen, Alicia Moreau de Justo, Otto Krause y Cecilia Grierson son algunas de las personalidades de la historia argentina que, como docentes o estudiantes, dejaron su huella en el Normal N° 1 Presidente Roque Sáenz Peña. Consciente de la importancia que guarda su archivo histórico, la institución educativa porteña solicitó y obtuvo un subsidio de la Universidad de Harvard para el mejoramiento de su acervo documental.

El colegio se fundó en 1874 en el marco del proyecto de creación de las escuelas normales impulsado por Domingo F. Sarmiento, que tuvo como objetivo la formación de maestros de acuerdo con una idea de Nación. Fue la primera escuela de maestras de la provincia de Buenos Aires, que funcionó en sus inicios en la quinta de la familia Cambaceres, en el barrio de Barracas, hasta que en 1880 se mudó a su edificio actual, en avenida Córdoba 1951.

El subsidio de la Universidad de Harvard, a través de su programa para bibliotecas y archivos latinoamericanos, consiste en una suma de US$ 9.936, que se destinará a mejorar las condiciones de almacenamiento y preservación de los 140.000 documentos que van de 1874 a 1950 y componen el Archivo Histórico Rosario Vera Peñaloza, nombre de la cuarta rectora del colegio y precursora de la escuela nueva.
Acondicionamiento, limpieza, corrección de errores cronológicos de clasificación, separación de documentos, reparación de daños, sustitución de carpetas por cajas antiácidas y reemplazo de estanterías serán algunas de las tareas que permitirá la ayuda económica.
 

Para el Bicentenario

"Se trata de conservar el patrimonio histórico de la escuela, que es parte del patrimonio educativo del país y que representa una etapa importante de las ideas pedagógicas, la del positivismo pedagógico y, dentro de éste, el normalismo. El ideal es poder llegar al Bicentenario con el archivo informatizado y listo para la consulta", dijo a LA NACION Martha Ordón de Abraham, rectora de la institución centenaria, en este momento de licencia, que impulsó el proyecto.
El normal fue atesorando con los años documentos como balances, memorias, facturas, discursos escolares, libros de aniversario, trabajos de alumnos y revistas escolares, entre otros. A esto se suma el material bibliográfico, como las colecciones de enciclopedias, diccionarios y obras literarias antiguas, con valor histórico y también editorial por la calidad de sus impresiones. Y también hay 90 fotografías y 60 discos de pasta.

Ordón expresó con entusiasmo la trascendencia de "poner en valor ese tesoro histórico" y contó que el proyecto cuenta con apoyo del Ministerio de Educación porteño. Subrayó, además, que se trata de un trabajo cooperativo con el fin de que la historia cotidiana del colegio salga a la luz y esté a disposición de los investigadores.
El archivo ya está catalogado en un 40 por ciento. Uno de los objetivos para 2010 es poder digitalizarlo todo y en este sentido se orientará el próximo subsidio que piensa pedir la institución, puesto que el archivo no cuenta con presupuesto propio.

En ese grupo de trabajo está Marcela Pelanda, que tuvo la idea del archivo y que está a cargo del proyecto por el cual el colegio recibió el subsidio de Harvard. Además, en 2000 Pelanda creó el centro de investigación del colegio e impulsó la catalogación de 6000 volúmenes que hoy constituyen la biblioteca especializada, que permite consultar material bibliográfico utilizado desde 1876 para la formación docente.

"Antes la idea de guardar era la de poner bajo llave, mientras que ahora guardar es poner en valor y hacer disponible la información para su consulta. Hoy importa también hacer la historia de la escuela desde el relato de sus protagonistas, por eso la relevancia de los archivos escolares", sostuvo Pelanda. Se suman al proyecto Guillermo Dezi y María Elena Bacariza, que están realizando tareas de catalogación y archivo.
 

Nombres de prestigio

Adentrarse en la historia de la institución es hacerlo también en la del país. Su primera directora fue una docente polaca, Emma Nicolay de Caprile, traída desde los Estados Unidos por Sarmiento. Por sus pasillos caminó Hipólito Yrigoyen, que era profesor de educación cívica, antes de ser presidente de la Nación. Nada menos que Alicia Moreau de Justo, médica, política y feminista, fue una de sus alumnas.

El alemán Otto Krause, iniciador de la enseñanza tecnológica en la Argentina, fue puesto como profesor de dibujo por Sarmiento. "Entonces, Sarmiento era director general de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, luego de su presidencia, y por eso designaba docentes. También hay correspondencia en la que aparecen Manuel Estrada y Leopoldo Lugones recomendando alumnas, ya que se ingresaba por recomendación", comentó Pelanda.

Cecilia Grierson, la primera médica de América latina, que se graduó en 1889 en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), fue egresada de la primera promoción del normal. De ese grupo surgió, asimismo, la primera directora argentina de la institución, Máxima Lupo.
 

Créditos:

• Por Fernanda Jara. Publicado en el Sitio Infobae. (15/03/20).