Por diversas razones, no son pocos los jóvenes que desertan del sistema escolar.

Terminar el secundario es para el 22,4% de la población económicamente activa un tema pendiente y sobre ese objetivo trabaja hoy el Ministerio de Educación.

Pese a que los índices a nivel país están cada vez mejor, la realidad demuestra que hay un importante número de personas con estudios secundarios incompletos.

De acuerdo a los números oficiales del gobierno de Chubut, en el 2006, cuando se lanzó el programa provincial de inclusión social «Horizontes», había más de 8.000 adolescentes que por distintas situaciones -entre las que sobresalen la vulnerabilidad, la indigencia y la pobreza- habían desertado del sistema escolar.

La deserción escolar es, quizás, uno de los problemas más graves del país en términos de vulnerabilidad socioeducativa y uno de los primeros pasos de la exclusión social.

Hay ciudades donde el número de desertores del sistema educativo, en los niveles como EGB 3 y Polimodal que no son obligatorios, es muy significativo.

La repitencia suele ser uno de los pasos previos a la deserción, ya que son muy pocos los chicos que se reintegran al sistema, luego de experimentar el fracaso en alguno de los años de su escolaridad.

No obstante, el número de chicos en edad escolar que están fuera de la escuela sigue preocupando a las autoridades que han instrumentado planes para lograr la retención escolar.

Según los datos que surgen de estadísticas del Ministerio de Educación de Nación, más de un millón de chicos fracasa anualmente en las escuelas primarias y secundarias del país.

El porcentaje de deserción en el Polimodal es de 18,94% en Chubut.

El índice de mayor deserción escolar se concentra en el nivel Polimodal (últimos tres años del tradicional secundario). En esta etapa, anualmente abandonan 246.409 estudiantes en Argentina.

En tanto, entre séptimo y noveno grado del EGB-3 -otra instancia crítica del sistema educativo- dejan de estudiar cerca de cien mil chicos en todo el país, según se estima.

Lo que no se sabe es si esos alumnos vuelven más tarde al sistema, quizá cursando estudios en la nocturna.

No siempre el abandono se genera a partir de condiciones socioeconómicas desfavorables, dado que a veces las continuas repitencias y la sobreedad son también causas de abandono.

Los chicos que repiten de grado por lo general quedan desfasados en edad y eso los hace sentir en desigualdad con sus compañeros.
 

Itinerario

Una propuesta que ha instrumentado el Ministerio de Educación para poder incluir en el sistema a quienes están fuera de él, es el itinerario de terminalidad para jóvenes y adolescentes que no están escolarizados.

Este año se pondrá en marcha el itinerario en el barrio Las Orquídeas y está destinado a una población de entre 14 y 17 años que no terminaron el EGB 3 por distintas causas, entre ellas segundas repitencias. Esto le permitirá a los chicos poder terminar esa instancia y avanzar quizá en el nivel medio de adultos para completar sus estudios secundarios luego.

Este itinerario se dicta en el turno tarde de 13 a 17:15 horas y las materias que incluye la currícula son Lengua, Matemática, Ciencias Sociales, Educación Artística, Educación Física, Inglés, Formación Etica, Tecnología, Trayecto Taller y Experiencias de Integración Curricular, que también son talleres específicos de acuerdo a la modalidad del establecimiento.

La característica es que tiene menor carga horaria y facilita que los chicos no escolarizados terminen la EGB 3.

Es un itinerario sin modalidad que comenzó a instrumentarse hace tres años en los Colegios N° 738 y 732. Está destinado a captar a quienes dejaron la escuela a temprana edad y se hace debido al número de repitentes y de alumnos con sobreedad.

De esta forma el Ministerio de Educación los capta para no dejarlos en una edad en la que deberían estar escolarizados y de alguna manera para empezar a garantizar la obligatoriedad de la instrucción.

Este proyecto de inclusión educativa se instrumenta para mejorar los niveles de retención de los chicos con reiterada repitencia que hayan abandonado la escolarización básica y presenten dificultades sociales y psicopedagógicas.

 

Crédito:

Publicado en el Diario El Patagónico (01/04/07)