"Capital del Viento" |
|
La escuela San Juan Bosco fue construida con las partes de un hospital italiano. La institución de 1.200 metros se erige en el barrio Máximo Abásolo, y busca beneficiar a cientos de chicos de la zona sur.«Nueve caballeros de mi pueblo transformaron el hospital en una hermosa escuela. Vinieron aquí cuatro meses; pagaron su pasaje, su estadia, trajeron tres señoras para que les prepararan la comida, y ahora gracias a Amoco (Pan American) tenemos pupitres y armarios para la escuela», dijo el padre Juan Corti.
El cura recordó que la inauguración de la segunda etapa se concretará el sábado 13 de mayo a las 11 de la mañana. En la oportunidad también se inaugurará el primer jardín de infantes salesiano «del mundo» (según el cura), donde 180 niños asistirán a clases.
El jardín funcionará en el mismo sector donde antes estaba la escuela Don Bosco, en las instalaciones de la Fundación Siglo XXI que dirige José Manuel Corchuelo Blasco.
«Ese día inauguro dos obras; es algo que nunca me hubiera imaginado, inaugurar la octava escuela, pero también inaugurar el primer jardín de infantes salesiano, donde asistirán chicos de 3, 4 y 5 años.
La ministro me dijo: ‘si usted me hace el jardín, yo le nombre enseguida la directora, 8 maestras y además de las 4 personas, dos para la limpieza y 2 para la copa de leche, del Plan Trabajar», dijo Corti.
En este marco el cura recordó que aún no está todo listo para empezar y que hay necesidades que cubrir. Se trata de útiles y mobiliario. «Todo lo que sirve para una escuela; todo se necesita en el barrio», sostuvo el cura.
La escuela Don Bosco está funcionando actualmente en turno intermedio, mientras se espera que la empresa Pan American efectúe la donación de sillas y mesas. Es que la primera inauguración de la obra se realizó en febrero, ya que funcionaba a medias desde 2003.
Fue en enero cuando arribaron a la ciudad, una vez más, los históricos colaboradores del «cura gaucho» para colocar el entretecho de la Escuela San Juan Bosco. En la oportunidad también trabajaron en la instalación de las divisiones interiores, que entre otras cosas dieron forma a las aulas que albergan a los estudiantes.
El esfuerzoPero los antecedentes del trabajo se registraron en octubre del año pasado, cuando los fieles ayudantes de Corti aportaron sus conocimientos en la edificación del establecimiento escolar.
La escuela se construyó con las partes de un hospital italiano que funcionaba en la localidad de Lecco (de donde son Corti y sus amigos).
Antes de ser demolido para construir un edificio nuevo, fue prolijamente desarmado para aprovechar al máximo los materiales que, en grandes containers, fueron donados aquí.
A inicios del año pasado, el cura regresó a su país natal para hacerse una serie de chequeos médicos. A causa de un infarto, una mancha en el corazón y la pérdida de abundante sangre, el sacerdote estuvo internado por 45 días.
Los médicos no le daban muchas esperanzas de vida, pero aún así Corti retomó fuerzas y salió adelante para seguir con la obra que Dios le encomendó.
Apenas dejó el hospital, logró sumar cuatro containers que hacían falta para terminar la ampliación de la escuela de 1.200 metros cuadrados, situada en Huergo y Plácido Glatigni, en el barrio Máximo Abásolo.
Años atrás, la escuela quedó reducida a cenizas a causa de un incendio. Indignado, Corti anunció su retiro pero al poco tiempo se propuso reconstruir el colegio a metros de su antigua ubicación.
Crédito:Publicado en el Diario El Patagónico (03/05/06)
Artículos | Educación |
|