La misma campana con la que décadas atrás se convocaba a los alumnos de la Escuela 24, actual 83, volvió a sonar ayer aunque esta vez ese sonido simbolizó el reencuentro de quienes estudiaron en las aulas de la primera escuela que tuvo la ciudad.

De esa manera se iniciaron los actos con los que se festejaron los cien años del establecimiento que los había cumplido el 6 de abril. Fueron las obras de refacción y remodelación las que hicieron que las celebraciones tuviesen lugar seis meses después.

El primer acto se hizo al aire libre, en el ingreso de la escuela, y muchos padres e invitados se ubicaron en las escaleras. Se izó la bandera, y chicos y grandes cantaron Aurora y también la canción de la escuela ayudados para esta última con papelitos que se habían distribuido entre el público.

También se homenajeó al maestro Isidro Quiroga y a su mujer, Jesusa Quiroga. Desde el micrófono se recordó el empeño y vocación de esos educadores, que dieron clases a los primeros alumnos de la escuela entre los que se contaban muchos hijos de inmigrantes.

Después el artista plástico y ex alumno Eduardo Castillo donó dos de sus obras a la escuela.
 

Homenaje a ex alumnos

«El portero hacía sonar esa campana todas las mañanas. Yo viví enfrente, en calle España. Sentir esa campana de nuevo revivirá recuerdos muy grandes. Por eso espero que el corazón me aguante», dijo Jorge Prichard, un ex alumno que viajó desde Trelew para asistir a los actos por el centenario a poco del inicio de las actividades.

Más tarde, en el segundo acto que se hizo en el Cine Teatro Español, se homenajeó a Paulino Pérez, quien con sus 86 años fue reconocido como el alumno «más antiguo» aunque también se recordó a Blanca Echeverría, de 92 años, quien no pudo asistir por motivos de salud.

También se reconoció el interés por la escuela del ex alumno Elías Pérez, y al alumno más jóven, Matias Marcial de 6 años cumplidos el 17 de junio.

Los cantores también sumaron su música, fue el caso de Omar Escudero, quien viajó desde Buenos Aires, y del Vasco Salaberry. Además la banda militar del RI8 hizo lo propio y se entonó nuevamente el himno a la escuela.

La directora María Elsa Baigorria señaló que en noviembre se publicará el libro del centenario en el que quedará acentado todo lo que se hizo en la jornada.

Sobre los arreglos que terminaron en el edificio escolar, la directora indicó que «se ampliaron espacios, hubieron trabajos de carpintería, pintura interna y externa, arreglo de baños, en fin, todo lo que necesitaba la escuela».  

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Publicado en el Diario El Patagónico (08/10/05)