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La cifra parece menor con relación a la cantidad de inscriptos en la Dirección Municipal de Empleo para acceder a uno de los programas, pero lo cierto es que cuando se comienza a analizar de quienes se trata, el tono pasa a ser de preocupación.En las frías estadísticas figuran con el número 8, que corresponde a jóvenes que en este momento están cursando universitaria o al menos en el transcurso del año la han iniciado.
No solo significa que están en la universidad, pues muchos se anotan y van muy poco tiempo a la misma, sino que en la realidad se trata de mano de obra calificada.
En el caso de Comodoro Rivadavia son por lo general jóvenes recibidos en escuelas técnicas o bien de orientación administrativa, y que ven que no tienen una oportunidad laboral con la remuneración adecuada en el área en la que se recibieron.
Hay 1.349 inscriptosAl comenzar a cerrarse las puertas luego de largas caminatas, hojear el diario todos los días y esperar horas en una antesala para hablar con el jefe de personal, las ganas de trabajar y la necesidad de tener un empleo, los lleva a un lugar donde desgraciadamente asiste mucha gente de la ciudad: la Dirección municipal de Empleo.
No es por desmerecer el trabajo de la gente que se desempeña en ese sector municipal, sino que el calificativo no hace más que reflejar la necesidad laboral que hay en la ciudad.
Según lo hizo saber Ricardo Alti -titular de la Dirección mencionada-, un número histórico de la cantidad de gente que se inscribe en busca de un empleo, ronda las 25.000 solicitudes. De ese número, 1.349 son los denominados nivel 8, es decir: gente con estudios secundarios completos y universitarios incompletos.
Los programasDe los seis programas que en este momento se encuentran en funcionamiento, cuatro pertenecen a la provincia, uno a Nación y el restante al municipio. Todos ellos ofrecen un ingreso mínimo por persona, pero que en muchos casos es el sostén de hogar.
En el PEL Chubut (Programa de Emergencia Laboral) por una jornada de cuatro horas, se recibe una remuneración de 150 pesos y participan del mismo 20 universitarios.
En el caso del Forjar, el número es muy cercano: 23. En este caso hay que aclarar que las designaciones de quienes forman parte del programa las maneja la Vecinal de cada barrio.
También hay que hacer la aclaración, según lo explicó Alti, que dentro de los talleres de capacitación que se brindan está el de computación y es allí donde se insertan los estudiantes universitarios. La remuneración es de 120 pesos también por cuatro horas.
Otro de los programas de provincia es el Experiencia, en donde se trabaja en forma conjunta con empresas. Son lo más cercano a una pasantía laboral. Según los informes, hay 25 universitarios en este programa recibiendo una remuneración de 120 pesos por cuatro horas.
En el caso del Programa Empleo Chubut (PECh) son solo dos personas de nivel 8 la que están prestando funciones; aquí son seis horas de trabajo y la remuneración es de 170 pesos.
La mayor cantidad de personas -siempre hablando de nivel 8- se encuentra en los famosos Jefes y Jefas de Hogar de Nación: son 81 los que están bajo este programa por un sueldo de 150 pesos tras cuatro horas diarias de trabajo.
Finalmente, en el Programa de Empleo Municipal -PrEMU- hay ocho jóvenes prestando servicios durante seis horas a cambio de 170 pesos.
El total de personas con estudios universitarios incompletos que está dentro de un programa de empleo es de 159. En el caso de que el cupo aumentara, aspirantes no faltarían.
Un dato a tener en cuenta, según las consultas realizadas en algunos colegios de polimodal, es que el número de chicos que terminan sus estudios es constante en los últimos años, pero la oferta laboral está muy por debajo de la demanda.
En muchos casos, de todas maneras, muchos optan por buscar un empleo antes de iniciar una carrera universitaria.
Entre el estudio y el trabajoEn el caso de María (nombre ficticio en esta nota), la realidad familiar hizo que conseguir un empleo sea una necesidad. "La intención al principio era trabajar y seguir la universidad, pero ninguna de las cosas fue fácil".
María tiene una nena de tres años, es soltera y si bien recibe la ayuda de familiares, debe tener un ingreso para los gastos lógicos que se presentan en toda familia. Con relación a sus estudios, está cursando el último año de una carrera universitaria.
"Busqué trabajo en todas partes -comentó-. En algunos casos pedían gente recibida, en otros me explicaban que no me podían tomar porque tenía "mucho" estudio".
Las puertas parecían cerrarse, pero la necesidad de empleo continuaba. Finalmente, el paso a dar fue acercarse a la Dirección de Empleo y dejar allí sus datos, con la esperanza de tener suerte. Luego de un tiempo logró ingresar a uno de los programas, y hoy presta funciones en un área del Estado.
"Llega un momento en que te preguntás si vale la pena estudiar tanto -expresó-. Espero que sí y cuando me reciba las cosas realmente cambien", se contesta.
Créditos: Diario Crónica (14/10/03)
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