Un amplio dispositivo de seguridad se estableció en el sector donde está el pozo de Repsol.

La justicia civil autorizó a que se desocupen las viviendas y los vecinos sean reubicados, de manera que se pudiera detectar el pozo generador de inconvenientes.

De este modo, toda la manzana quedó cercada y la empresa pudo empezar ayer con el trabajo de sellado luego de dar con la cabeza del pozo.

Las casas tienen ya la faja de clausura, con lo cual se aseguró la integridad de sus habitantes, quienes fueron reubicados por Repsol.

La medida no sólo fue para quienes residen en la casa donde está el pozo, sino para toda la manzana.

Así, los moradores del plan habitacional debieron dejar su hogar e instalarse en otras casas que la operadora les alquiló en proximidades de su hogar.

Un intenso operativo comenzó a desarrollarse el martes y se reforzó ayer con la presencia de personal de Defensa Civil del municipio que brinda la colaboración para el desvío del tránsito, junto con personal policial que también cercó el predio donde se está trabajando. También se movilizó a personal de Bomberos Voluntarios.

Pese a que se había previsto un plan de contingencias, frente al temor de que el pozo pudiera contener gases que lo hacían poco seguro para su manipulación, las primeras tareas comenzaron ayer con éxito.

Desde Repsol se informó que los equipos técnicos ya descubrieron la cabeza del pozo en el predio de la vivienda donde se originó el problema y, según dijeron los ingenieros, la misma está en buenas condiciones, así que eso permitió que se empezara a trabajar inmediatamente.

Uno de los afectados con el movimiento fue un comerciante de la cuadra, con quien se acordó el pago de un lucro cesante por los días de inactividad mientras dure el sellado del pozo.
 

De hace 17 años

Lo que se pudo determinar ayer es que este pozo data del año `91 cuando había dejado de tener actividad de producción y luego quedó en reserva para recuperación secundaria.

La proyección de trabajo en ese barrio es de 10 días, luego de lo cual Repsol estima que ya podrán volver a sus casas los vecinos.

El operativo montado para intervenir en este lugar obligó a desviar el tránsito en una de las calles que cruza el barrio Palazzo, pero según se dijo el trabajo en el barrio es normal y el área mayormente controlada gira en torno al radio de seguridad del pozo, que es de 60 metros.

En todo el sector ya se divisa un imponente operativo de máquinas y camiones que tienen la tarea de proceder al sellado del pozo que generó múltiples inconvenientes a los habitantes de esa vivienda y también a sus vecinos.  

Créditos:

Publicado en el Diario El Patagónico (20/03/08)