En medio de trabajos para mejorar los caminos internos y veredas de la plaza San Martín, operarios de una empresa contratista cortaron las raíces madres de unos 30 pinos y cipreses.

Los árboles tenían más de 70 años y formaban parte de los escasos espacios verdes que hay en la ciudad. Este fin de semana tuvieron que talarlos a la mitad de sus troncos muertos para evitar accidentes.

Preocupados por el daño ecológico que provocó el accionar de una empresa contratada para la refacción de la plaza San Martín durante la anterior gestión municipal, ayer desde la Dirección de Parques y Paseos explicaron los alcances de la tala.

En concreto, quienes estuvieron trabajando en el reacondicionamiento de la plaza cortaron numerosas raíces que sobresalían de los canteros y del trazado de los caminos internos, lo que provocó que 30 árboles murieran en menos de un año.

Gustavo De Vadillo le explicó a El Patagónico que «ya llevamos dos fines de semana trabajando en la plaza San Martín, donde hemos terminado de cortar estos árboles. Lamentablemente, todo esto ha sido producto de un equivocado reacondicionamiento de la plaza».

Dijo que hace cuatro años, «cuando se realizó el proyecto, no se tuvo en cuenta los daños que se hicieron después al tocar las raíces. Se hizo toda la vereda nueva, se levantaron los canteros y se pusieron nuevos bancos».

Eso provocó que se cortaran raíces y derivó en la muerte de unos 30 pinos y cipreses.

En tanto, la actual gestión municipal «empezó a supervisar los trabajos, pero recién actuó cuando se detectó este problema», dijo el titular de Parques y Paseos.

«Lo bueno —añadió De Vadillo— hubiese sido actuar cuando se hizo el proyecto. Se trata de una de las plazas más importantes de Comodoro Rivadavia; son decenas de árboles de más de 70 años y creo que a todos nos afecta que se hayan muerto el 40% de todos los árboles que hay en la plaza».

A partir de ahora, «estamos sembrando y plantando otras especies. La idea es reforestar el lugar pero el daño ya está hecho. En la gestión anterior (encabezada por el actual concejal Jorge Aubía), cuando se encargaron esos trabajos, se deberían haber tomado otras medidas a la hora de reacomodar la plaza.

Son árboles que tienen muchos años y si se tocan las raíces madres, se produce un daño ecológico gravísimo».

De Vadillo aseguró que «cuando nosotros llegamos a la gestión, adelantamos en un informe que esos árboles se iban a morir y le pedimos a la empresa encargada de la obra que se compraran hormonas y enraizantes, pero los árboles no reaccionaron».

«A nosotros nos duele la muerte de los árboles y los comentarios de la gente. Le reprochan a la gente que está trabajando ahora cuando en realidad los responsables son los que aprobaron esos proyectos que no contemplaron el cuidado de las raíces y el verde del lugar, que es nada menos que una plaza», acotó el funcionario.

En cuanto a los cortes transversales que hicieron a los troncos este fin de semana empleados municipales, De Vadillo explicó que «se tuvo que actuar de esta manera porque al estar seco, había riesgo de que se desprendieran gajos o pedazos de tronco seco, y los usuarios del lugar estaban en peligro».

De hecho, trascendió que un gajo «cayó sobre una niña días atrás y, por suerte, el tema no fue más que un susto y una raspadura.

El papá de esa nena que estaba jugando en la plaza vino al municipio y, tras una reunión con el secretario de Servicios a la Comunidad (Ricardo Gaitán), se decidió cortar los troncos de esta manera».  

Créditos:

Publicado en el Diario El Patagónico (24/05/06)