Un grupo empresario pretende construir un hotel cinco estrellas en Puerto Pirámide, el único asentamiento poblacional de Península Valdés y desde donde se realiza el embarque para el avistaje de ballenas.

La realización del megaproyecto, que supone una inversión total de 60 millones de dólares, ya despertó polémicas: entidades ecologistas y el Gobierno provincial se oponen.

Pero el intendente de Pirámide dijo ayer que es facultad de la comuna disponer o no la concreción de esas obras. Y anticipó que podría realizar un referéndum popular entre los habitantes del lugar.

La polémica por la realización de la obra se produce en un momento clave: este año habrá una inspección de la UNESCO, que en 1996 declaró a Península Valdés Patrimonio de la Humanidad.

Para conservar esa categoría las autoridades de la provincia deben respetar una serie de requisitos, como el cuidado del medio ambiente, la intangibilidad de las áreas protegidas y evitar impactos en el ambiente que atenten contra la naturaleza, flora y fauna del lugar.

Ayer, el secretario de Turismo, Juan Carlos Tolosa, le dijo a Clarín que "las construcciones están prohibidas por ley. Y porque la Administradora de Península Valdés (órgano que tiene a su cargo el plan de manejo del lugar) no lo permite.

Si queremos conservar la categoría de Patrimonio de la Humanidad debemos respetar las condiciones de la UNESCO".

Península Valdés es un vasto territorio agreste ubicado en el extremo nordeste de Chubut. Allí crecen especies autóctonas. Y la fauna marina es única en el mundo: abundan especies en extinción como el elefante marino de un pelo.

También lobos marinos y pingüinos. Pero la máxima atracción es la ballena Franca Austral. A la Península llega para realizar dos procesos clave en la reproducción de la especie: aparearse y parir. Miles de turistas disfrutan al año del espectáculo que dan estos gigantes de 14 metros de largo y 40 toneladas de peso.

La mayoría de las miles de hectáreas de Península Valdés son privadas. Eso obliga a los gobiernos a realizar permanentes gestiones con los propietarios.

El hotel que se quiere construir contaría con 250 habitaciones. Y aunque todavía no dispone de un lugar, la intención es hacerlo lo más cerca posible del mar.

La empresa que propone la inversión se llama Aries, tiene su sede en Capital Federal y está integrada por un grupo de ingenieros. Tolosa es tajante en la negativa: "El plan de manejo para la actividad dentro del Patrimonio de la Humanidad no permite para nada este tipo de proyectos. Esto no merece el mínimo análisis."  

Estracta:
Por Carlos Guajardo publicado en el Diario Clarín (14/09/04)