El polémico basural de Comodoro Rivadavia volvió al tapete cuando el subsecretario de Medio Ambiente Hernán Marraco anunció su traslado, aunque sin definir nada.

La medida parece razonable por los consabidos perjuicios que acarrean en el medio ambiente y que no sólo afectan a Comodoro sino también a Rada Tilly.

Se sabe que la villa balnearia comparte el basural pero el convenio finaliza dentro de un año y deberá tener su propio reservorio.

Pero el problema sería menor, en el impacto en el medio ambiente, si no existieran inunmerables basurales clandestinos a lo largo del camino costero "Juan Domingo Perón" que une Comodoro con Rada Tilly.

Entonces el retiro del basural, donde hoy funciona, reclama no sólo de un trabajo adecuado de reordenamiento ambiental, sino un proyecto global para eliminar la contaminación que afecta el aire, el mar y el suelo del camino costero que nace en la extensión del barrio Stella Maris y que impacta en toda la zona.  

Un camino de clandestinidad

Quienes circulan normalmente ese camino costero o esporádicamente, se encuentran sorprendidos por los basurales clandestinos.

En general se habla de cuidar el medio ambiente, y de hecho mucha gente se esfuerza y trabaja para ello, pero nunca faltan los inescrupulosos que tiran basura y elementos orgánicos e inorgánicos por toda la costa.

Cronistas de este diario recorrieron la costa y se encontraron con un panorama lamentable, observándose a particulares y empleados de empresas arrojando distintos desperdicios.

Cuando se deja la extensión del barrio Stella Maris, siempre siguiendo la ruta del camino costero, se encuentra a lo largo de la costa inumerables basurales clandestinos.

El impacto es realmente sorprendente; desde cubiertas, cementerios de autos, distinta chatarra, elementos del hogar, nylon, papeles, cartones y otros productos que arrojan los talleres e industrias.

Todo este triste espectáculo que contamina la costa llega hasta el propio basural, como si fuera una burla a la naturaleza de inescrupulosos que podrían arrojar sus desperdicios en el propio basural, pero no, es más cómodo depositarlo en cualquier lugar y burlarse del Código Ecológico y de la comunidad en general.

Las autoridades tienen la última palabra en esta materia.  

Fuente:

Estracta Diario Crónica (15/09/03)