Detrás de la cancha del club Unión San Martín Azcuénaga (USMA), asoma una plaza pequeña, pero muy verde y cuidada. El trabajo no lo realiza la Municipalidad ni una empresa o institución, sino Pedro Maza, un jubilado nacido en La Rioja que hace 10 años volvió a Kilómetro 5 y decidió dar forma a este espacio verde.

Arboles, césped y flores fueron llenando la parcela ubicada frente a su casa.

Se define como "un tipo intruso" porque se anima a la albañilería, la jardinería, la carpintería y cuanta otra destreza deba descubrir para lograr sus objetivos.

Cuando se jubiló en Río Gallegos, se radicó nuevamente en el lugar de donde lo habían trasladado en 1970. Habían pasado 20 años, pero Maza asegura que "no había ningún progreso así que se me ocurrió mejorar un poco esto".  

Todos los días un poco más de trabajo

A través de la ventana, el paisaje no era lo mejor: "no había nada, incluso cuando USMA hizo el paredón, cortaron una huella que salía a la División de YPF y era todo mata, entonces le dije a mi señora que iba a hacer la calle y lo logré", relata.

Pidió tres camionadas de ripio a la Municipalidad y él mismo emparejó el camino que ahora pasa frente a 'su' plaza. Después, vino el trabajo de parquizado, para el cual "primero planté arbolitos, después le di forma como plazoleta, puse césped, después traje caños a la rastra y los pinté y le di forma de placita".

Pero nada es fácil, menos en la tierra árida de esta región. Maza dice que el cuidado "lleva mucho trabajo, porque hay que estar todos los días cortando el césped, regando, corrigiendo las plantitas que se van torciendo por el viento y todas esas cosas".  

Después, forestó la vereda hasta la Ruta

Maza no se conformó con la plaza. Una vez que ésta tomó forma, mejoró con forestación y césped hasta la Ruta 1 y parte de los árboles que tiene USMA también fueron plantados por él.

Ahora, está ampliando la plaza y, además, reponiendo algunos árboles que se quemaron con la nieve y el hielo del pasado verano. Lamenta que los eucaliptus no hayan sobrevivido a ese temporal, pero igual sigue trabajando para mejorar la plaza.

A la mañana temprano, después de desayunar, comienza el cuidado de las plantitas. Maza asegura que trabaja solo sin ayuda porque "son todas personas mayores que no pueden hacerlo. Aparte, como estoy jubilado me distraigo en esto".  

"Es una satisfacción para mí cuando vienen chicos a jugar"

El trabajo es intenso y los costos de una plaza así son bastante elevados. Preparó la tierra con abono de Caleta Córdova y cinco camionadas de tierra volada, sembró 26 kilos de césped que "después hay que cortar con máquina, entonces compré una y la máquina usa corriente que pago yo".

De todas maneras, Maza menciona que "la gente que viene los domingos y sábados, se sientan ahí a tomar mate, es una satisfacción para mí". Sobre todo, expresa su orgullo cuando las quinceañeras eligen su plaza como fondo de fotos y "más cuando vienen los chiquitos de 8, 10 años a jugar, porque para eso lo hice, para la gente nueva".  

Crédito:

Diario Crónica (22/01/02)