En el horizonte de la empresa Argenova la acuicultura se ve como terreno fértil. Efectivamente: ya concretó los primeros pasos de experiencias en salmonicultura.

Se trata de un emprendimiento arraigado en la Patagonia, que no es otra cosa que la continuidad de las obras que ya están en marcha en distintas localidades.

En tal sentido, el establecimiento que Argenova levantó en Puerto Deseado es uno de los lugares clave en el que se está innovando en la materia. Allí se cuenta con un taller mecánico; el frigorífico más grande de Santa Cruz; un almacén de flota y redería y lavandería, entre otros espacios que completan todo lo necesario para el servicio a embarcaciones.

Además, no falta la planta de proceso independiente al resto de la estructura. Se trata del complejo más grande de Argenova en tierra, cuyo costo ronda los siete millones de pesos.

Le sigue en tamaño la planta de Comodoro Rivadavia, donde se erigen las oficinas centrales de la firma que se despliega por Santa Cruz y Chubut y que —según se indicó— pondrá los pies en Ushuaia.

Ya se cuenta con los planos para dar inicio a la segunda etapa de la construcción que hace pocos meses fue inaugurada en el puerto local.

Conforme lo establecen los planos, la estructura edilicia de Argenova en esta ciudad se extenderá entonces unos 26 metros hasta el fondo del lote que llega al mar. La obra le sumará un millón de pesos de inversión a los dos que costó el edificio actual.

Ya empezaron las acciones para dar marcha a la construcción. En tal sentido, se gestionó el estudio de impacto ambiental para dar lugar a una planta de proceso de pescado fresco y que una vez culminado —tardará aproximadamente unos 180 días— se dará el puntapié inicial.

Entre lo que está previsto hacerse, se cuenta por ejemplo con un silo de hielo con capacidad para 100 toneladas, el que tendrá sus máquinas productoras. Su costo ronda los 150 mil dólares.

Actualmente, Argenova da trabajo a un centenar de personas, incluídas las contratadas para los diferentes servicios.

Acuicultura

Los proyectos de acuicultura que se desarrollan en Puerto Deseado y Lago Buenos Aires se tratan de variantes en agua salada (en la ría de Deseado) y dulce.

Respecto de tales emprendimientos, Martín Irueta -gerente de Argenova- trazó un estado de situación y puntualizó que en Lago Buenos Aires se instalaron las jaulas en tierra y que se están fabricando los «muertos», elementos que las mantienen fijas.

Además, 25 de los 50 mil alevinos que se criarán ya se encuentran en cuarentena en Chile, restando una quincena para estar listos. Se estudia la posibilidad de importar el alimento, que es especial para los peces de la especie.

Paralelamente se evalúa la ría de Deseado, donde está pedida la autorización para colocar jaulas. Bajo la lupa de Argenova también aparecen dos lugares en el canal de Beagle.

«La empresa cree que vale la extracción en el mar para poder crecer. Hay que sacar valor agregado a lo que se pesca y a la acuicultura», expresó finalmente el gerente de Argenova, firma que trabaja con líneas de crédito del exterior del país y que para lanzar el proyecto efectuó estudios de factibilidad.

«Sabemos que se van a necesitar salmones de acuerdo al crecimiento de la demanda y estas pruebas que estamos haciendo son para asegurarnos las etapas de crecimiento y engorde y para tener números finos de rentabilidad. Se trata de una experiencia para ver los costos-país», sostuvo Irueta.

Fuente:
Diario "El Patagónico".