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Los cateos por parte de empresas extranjeras en búsqueda de uranio en la zona de Cerro Solo, en la provincia de Chubut, tienen marco en la modificación del Código Minero aplicada en el año 1994, que dejó de considerarlo como un mineral estratégico para tipificarlo como mineral de primera categoría, por lo que cualquier empresa podría dedicarse a su búsqueda y eventual explotación.En la provincia, de todos modos, rige una ley que no llegó a reglamentarse y que había establecido una zonificación de lugares aptos para la actividad minera, además de que debía conformarse una comisión para evaluar los límites a la actividad y sus impactos ambientales.
Fuentes allegadas al ámbito de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) dijeron ayer desconocer la existencia de nuevos permisos de cateos, ámbito que corresponde dirimir a la Dirección de Minas.
Desde sectores vinculados a la actividad minera y geológica se aclaró sin embargo que un proceso de exploración puede llevar de 10 a 15 años hasta llegar, en caso de hallarse viabilidad económica, a una etapa de producción.
Al mismo tiempo, entendidos en la materia destacaron que muchas compañías mineras logran mejoras en sus cotizaciones bursátiles por el hecho de iniciar exploraciones en zonas con potencial productivo, como está catalogado el área de Cerro Solo, en cercanías de Paso de Indios.
En efecto, allí la CNEA también estaría realizando exploraciones a pequeña escala, en un total de siete locaciones, mientras que en ocasiones puede ocurrir lo que 100 años atrás pasaba con el inicio de la actividad petrolera en Comodoro Rivadavia: empresas de capitales privados rodean las exploraciones donde el Estado está buscando el mineral.
La Comisión Nacional de Energía Atómica es una empresa estatal y entre sus funciones está la búsqueda de uranio, materia prima para la producción de esta forma de energía, que en el país tiene centrales productoras en Atucha I (Buenos Aires) y Embalse, en Río Tercero Córdoba, mientras que el Estado nacional anunció el año pasado la decisión de invertir en la construcción final de la central Atucha II.
Si la CNEA encontrara uranio, debería volcarlo al abastecimiento de estas centrales energéticas, no pudiendo exportarlo.
En Chubut de todos modos existe legislación ambiental que pone freno a la explotación minera a cielo abierto, aunque hay dudas en torno a si esta norma está vigente, ya que carecería de reglamentación.
Al menos se desconoce si se han cumplido las formalidades exigidas por aquella ley, que creaba una comisión especial para evaluar el tema y evitar los impactos ambientales negativos, mientras que debía también establecer una zonificación donde este tipo de emprendimientos podría llevarse a cabo.
Una segunda norma estableció prohibiciones a la actividad hasta el año 2008, por lo que este año caducaría aquella suspensión.
Demanda internacionalEl uranio tiene hoy un precio del orden de las 90 libras por tonelada, habiendo subido sostenidamente en los últimos años, ya que años atrás llegó a cotizar por debajo de 10 dólares.
La demanda de energía producto de gigantes como China (que ha proyectado la construcción de 50 centrales nucleares hasta el año 2020) y la combinación con el alto precio y la escasez de petróleo llevan a la búsqueda de esta forma de energía como alternativa ante el riesgo de agotamiento de otras fuentes energéticas.
En ese marco, Chubut tiene un yacimiento de uranio que está catalogado como pequeño a nivel internacional y el objetivo de la CNEA sería el de buscar uranio para satisfacer la demanda de las centrales argentinas, no así para su exportación.
También existen yacimientos en Mendoza, pero hoy ninguno está en producción, en tanto el mineral es importado, con la lógica incidencia de los precios internacionales.
La búsqueda de alternativas energéticas del país ha priorizado la culminación de Atucha II, con todos los riesgos ambientales que esta actividad conlleva, mientras que el énfasis y la inversión destinada a este emprendimiento ha contrastado con la escasa importancia práctica asignada a otras fuentes, como la energía eólica o la mareomotriz.
Créditos:Publicado en el Diario Crónica. (10/06/08)
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