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Prostitución infantil, una de las caras ocultas de Comodoro
 


Mirar hacia ciertos rincones de la ciudad oculta puede ser doloroso.

Mirar hacia ciertos rincones de la ciudad oculta puede ser doloroso y surge la tentación de dirigir los ojos hacia otro lado. Sin embargo, una vez que la mirada se posa sobre las miserias, desviarla sería consentir esa realidad.

Vale la pena el esfuerzo, aun cuando la prostitución infantil sea un tema al que no siempre se quiere ver, sobre el que cuesta empezar a hablar y sobre el que muchos, prefieren no escuchar.

El año pasado, Unicef Argentina realizó un profundo estudio en Puerto Madryn, detectando una compleja red de prostitución infantil. De ese trabajo participó la actual Defensora del Pueblo del Chubut, Marcela Colombini, quien días atrás confirmó que el estudio se ha derivado a la Justicia Federal, aunque no se conocen resultados de esa supuesta investigación judicial.

Entre las conclusiones del informe, podía advertirse que las redes de tráfico cuentan con posibles niveles de protección o encubrimiento, tanto policial como judicial.

Pese a la gravedad de la denuncia, ningún organismo gubernamental ha vuelto a expresar preocupación por el tema.

Hoy, en la ciudad, en una esquina...

En Comodoro Rivadavia, la prostitución infantil no es un problema nuevo ni tampoco oculto, si se mira con atención en ciertas zonas y calles.

La psicóloga social Mercedes Fernández sostiene que no hay estadísticas, pero el problema puede observarse agudizando un poco la mirada:

"Hay determinadas zonas de la ciudad donde es posible observar niños y niñas 'trabajando' en la calle -comentó para un informe recientemente realizado por Radio Crónica-. Son chicos de 14, 15 años que están en determinadas calles. Esto lo observamos todos y la responsabilidad también es de todos, porque tampoco podemos tirar la pelota a un solo sector. Hay vecinos que ven esto en la puerta de sus casas, los vemos quienes caminamos, los trabajadores del Estado, los médicos... todo el mundo está al tanto de esto".

La cuestión no puede ponerse sobre un solo lado: si hay niñas y niños que se prostituyen, es porque hay conductas patéticas de adultos que consumen este tipo de perversión.

No hay estudios sobre esto. Incluso el informe de UNICEF en Madryn no aborda las características de quienes consumen este tipo de perversión.

Las pocas personas que han efectuado trabajos sobre la problemática de la prostitución en Comodoro, coinciden en que los niños travestis "ganan muy buena plata y por eso resulta difícil intentar sacarlos de la calle".

Siempre hay un adulto que incita

Los niños y niñas que se prostituyen llegan siempre a ese extremo empujados por adultos. Un joven travesti que ha logrado salir de la prostitución, comenta algunos de los códigos de la ciudad oculta:

"Empecé a los 13 años en la prostitución, empujado por mayores. Yo en ese tiempo trabajaba en un comercio como cadete y ganaba, a valores de hoy, unos 400 pesos por mes. Tenía amistades que me incitaban a hacer esto y una noche acepté: esa primera vez gané lo mismo que en todo el mes. Largué mi trabajo y empecé: tenía 12 ó 13 años".

La corrupción y prostitución de menores están penadas por la ley, además de vulnerar absolutamente los derechos de niños y adolescentes. Sin embargo, los hechos ocurren en un marco de absoluta impunidad.

Mercedes Fernández añade:

"Yo jamás vi alzando niñas en la calle, pero sé que trabajan. El otro día sacamos una chica de un local tipo whiskería, pero el dueño te dice que la chica entró a refugiarse, que no está trabajando".

Por si hay dudas de que en la calle ocurre lo que pocos se atreven a mirar, vale el testimonio directo de quien fue niño y estuvo allí:

"Me buscaban en la ruta, donde yo no era el único menor de edad, había más chicos trabajando. Era gente de recursos económicos importantes, por eso ganaba más que una mujer".

El abuso sexual infantil previo a la prostitución

Las respuestas institucionales para hacer frente a la prostitución infantil no abundan. Desde esos espacios, la experiencia profesional indica que muchos casos de abuso sexual infantil, algo que en Comodoro también es una realidad encubierta, deriva en posteriores situaciones de prostitución.

Desde el Servicio de Protección de Derechos de Niños, Adolescentes y Familia se trabaja en la prevención y recuperación de casos de abuso sexual infantil, por las graves secuelas que esto deja para un niño, a nivel físico y psicológico. Shirley Stebanet, del mencionado servicio, comentó:

"En realidad, no trabajamos con casos de prostitución infantil como el imaginario social lo piensa. Pero no quiere decir que esto no exista, pero nosotros no detectamos una 'red organizada'. Lo que sí conocemos son casos de niñas adolescentes que ejercen la prostitución, generalmente acompañadas por un adulto. Muchas veces es su propia madre quien la inicia en el tema, o el padre o padrastro, que obliga a la madre y a sus hijas menores a prostituirse".

En la elaboración de este informe también pudo conocerse un doloroso caso testigo de los arriba descriptos. Describirlo sería redundar en imágenes dolorosas.

¿Vale la pena, el esfuerzo de enrostrar estas imágenes ante una sociedad ya suficientemente golpeada por una crisis interminable?.

La respuesta es afirmativa si se piensa que mirar para otro lado implica complicidad con el sufrimiento de niños y niñas en la calle, que no tienen posibilidad de defenderse. Para ellos, hoy, las únicas opciones son las que da la violencia con que la miseria impone sus condiciones.

Así en la calle como en la red...

Una vez más, vale reiterar, la perversión no puede ponerse en el lado de la víctima. La modernidad de las comunicaciones y la omnipresencia de internet refleja patéticos sitios para quienes trafican y consumen prostitución infantil. Así, en la red o en la calle, en la tarde o en la madrugada, hay un niño o una niña, que pocas chances tiene aún de decidir por sí mismo, como un barco de papel en medio del mar.

¿Hay algo que la sociedad pueda hacer para curar sus propias miserias? Un llamado a Defensoría de Menores o al Servicio de Protección de Derechos, al observar a un niño en situación de riesgo, puede ser mucho, frente a la inmensidad de la nada. Quienes fueron niños ultrajados, hoy se atreven a sugerir:

"Yo, a un chico de 12 ó 13 años que esté incursionando en esto, no me siento capaz para darle un consejo, porque yo cometí el error. Pero a lo mejor sirve escuchar a alguien que ya lo cometió, por fijarse sólo en el dinero: le diría que se mire para adentro, que piense 'qué estoy haciendo con mi cuerpo', para darse cuenta de lo valioso que es uno para maltratar al ser que tenemos dentro. Les diría que lo piensen, porque al principio todo es 'color de rosa', pero te das cuenta de lo malo a mitad de camino, cuando volver atrás cuesta mucho".

Y la chica que ayer fue niña en la calle y hoy vive de su cuerpo, con humilde tono en la voz, pide a las madres con sus hijos: "Que los cuiden mucho, yo también hoy tengo hijas y no me gustaría que a ellas les pase lo que yo viví. Ni a ellas, ni a ninguna nena".

Nuevas formas de prostitución

La prostitución infantil no afecta sólo a niñas o adolescentes de escasos recursos. Mercedes Fernández da cuenta de una nueva forma de prostitución que se observa en esta ciudad:

"Hay nuevas formas de prostitución -indicó la psicóloga social-, que son socialmente aceptadas. Uno ve las chicas de clase media que se sostienen en la noche, en la salida a boliches y confiterías, con tipos adultos que les pueden pagar las bebidas y la salida.

Las llevan en auto, en fin, sería como un síndrome de las 'chicas del caso Cópola': la salida y diversión se cambia por sexo, con un adulto de buen poder adquisitivo, que puede pagarlo.

Esto es socialmente aceptado y nadie dice nada, pese a que está muy cerca nuestro. Tendemos a juzgar a las prostitutas, por una mala historia o porque 'son drogadictas' o 'degeneradas' o 'viven con delincuentes'.

Pero muy cerca tenemos este otro tipo de prostitución, que se ve en boliches locales. Esto lo sabemos por el relato de chicas de 14 años, no de 20 ó más".

Créditos:

Estracta Diario Crónica
 



   
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