La supersopa iba a calmar el hambre que padecen millones de argentinos, pero nunca llegó a conocerse el producto. De todos modos, para información de Hilda González de Duhalde, no hace falta la supersopa porque, paradójicamente, el llamado alimento del futuro se produce en la Argentina, pero muy pocos lo saben y nadie aqui lo consume.

Otro ejemplo de lo desaprovechado que se encuentra éste país y de las posibilidades que tiene para, por ejemplo, que no haya hambre. Vamos al artículo publicado hoy por el diario La Capital, de Rosario, provincia de Santa Fe:

Coronel Bogado. La spirulina, un alga unicelular originaria de lagos de Africa y México, es el alimento más completo y rico en proteínas que se conoce sobre la Tierra. Su contenido proteico es superior al de la carne, el pescado y los huevos. Fuente notable de vitaminas, hierro y minerales, la spirulina está considerada por la Nasa como "el alimento del futuro", y por la medicina como uno de los elementos más importantes para combatir un sinnúmero de enfermedades y afecciones.

Desde 1994, ese mismo alimento es producido a escala industrial en una pequeña planta instalada en Coronel Bogado, el único lugar del país que cuenta con este tipo de emprendimiento.

Sin embargo, la carencia de fondos para realizar un márketing adecuado que permita imponer el producto en el mercado interno y la falta de apoyo oficial para lograr un saldo exportable de real valía han estancado el ambicioso proyecto.

Américo Ribecca y Carlos Tomei son los titulares de Hydro Farming SA, una pequeña empresa que, a puro pulmón, es reconocida a nivel mundial. Hace ocho años iniciaron la aventura de producir en Coronel Bogado -a menos de 50 kilómetros de Rosario- la spirulina, un alga casi milagrosa. Fueron a buscar las algas madres al lago Chad (Africa) e invirtieron 400 mil dólares en el proyecto. Pero desde hace un año la planta está inactiva por exceso de producción.

"Estamos luchando contra varios factores adversos: a nivel local no encontramos distribuidores; también nos topamos con la cultura alimentaria argentina, y hasta mundial, además del desconocimiento que se tiene de esta microalga y sus increíbles beneficios. Esas son sólo algunas de las desventajas que tenemos", señaló Ribecca.

El empresario explicó que si bien la spirulina es la primera forma de vida que existió sobre el planeta, a partir de su increíble conversión de anhídrico carbónico en oxígeno, recién en la década del 50 comenzó a ser estudiada científicamente y en 1980 se inició su comercialización. "En este campo, a nivel internacional, está todo por hacer", señaló.

Hoy en día esta microalga se ha convertido en una parte esencial de la dieta de millones de personas alrededor del mundo. El consumo humano anual de spirulina cultivada supera las dos mil toneladas métricas. Sin embargo, la demanda es diez veces superior a la oferta.

Actualmente, el principal productor mundial es China, que lo comercializa a un precio casi tres veces superior al de la obtenida en Coronel Bogado.

Mientras muestra libros, folletos y hasta un premio que en mayo pasado les otorgó la Word Quality Commetment de París (que lógicamente no pudieron ir a buscar personalmente), Ribecca no pierde las esperanzas de lograr algún apoyo oficial para poder exportar su Spirulina Bogado. "Ahora hemos conseguido interesar al Conicet, así que estamos esperando una respuesta después de tantos años de lucha", señaló.

"Con nuestra actual producción no podemos exportar, porque la demanda de un mes es la misma cantidad que producimos en un año. Necesitaríamos ampliar la planta, pero para ello hace falta más de un millón y medio de dólares, que lógicamente no tenemos porque con lo que hicimos hasta aquí hemos hipotecado hasta nuestras propias casas", añadió.

Ante la tremenda importancia del proyecto -reconocido por la universidad italiana de Florencia, entidad que le brinda asesoramiento tecnológico- la millonaria cifra no aparece como una barrera infranqueable, salvo porque quienes la necesitan son pequeños empresarios argentinos, que trabajan seriamente y no tienen conexiones políticas.

Y tampoco será porque los gobiernos no conozcan el proyecto: "En la época de (Raúl) Alfonsín -recordó Ribecca- el Conicet nos dijo que esto no era innovación tecnológica. Durante el gobierno de (Carlos) Menem se evaluaron dos proyectos para solucionar la desnutrición infantil. Uno de ellos era el nuestro, aunque finalmente no se aplicó ninguno. También, en 1993, el gobernador (Carlos) Reutemann conoció la planta, pero nadie de la provincia nos preguntó qué necesitábamos".

 

Sagrada para los aztecas

Si bien la microalga es utilizada principalmente como suplemento dietario, según experimentos realizados en el mundo una persona podría sobrevivir perfectamente durante años consumiendo únicamente spirulina. De hecho, es consumida por la tribu africana Kamenbu, del Chad, considerada como la mejor alimentada de ese continente. Los aztecas la tenían como un alimento sagrado y, 500 años después, la Nasa calificó a la spirulina como el alimento del futuro.

Mientras una buena parte de la población argentina padece el lacerante flagelo del hambre y desde hace años los distintos gobiernos prometen invertir millones de dólares para mitigarlo, en Coronel Bogado la solución todavía espera a que algún funcionario la descubra.

Y no es una exageración: las píldoras de spirulina son las mismas que Naciones Unidas utiliza en todas sus campañas mundiales de nutrición y también son similares al único alimento del que disponen los astronautas en sus viajes espaciales.

Ver:

• Descripción de Algas.
• La Spirulina.

Crédito:

Newsletter www.urgente24.tv. (16/04/02)