"Capital del Viento" |
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Algunos pasajeros pagan incluso un poco más para poder elegir ventanilla (Getty Images).
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Viajar en avión ya no es un lujo. Hoy, volar se convirtió en algo frecuente y popular, sobre todo en los desplazamientos de larga distancia. La reducción de los precios, además, fue acompañada de una drástica disminución del espacio que esfumó definitivamente cualquier huella de glamour.
Las quejas de los pasajeros por la incomodidad que esto genera están a la orden del día: poca amplitud entre unos asientos cada vez más estrechos y butacas desalineadas con las ventanillas que en ocasiones apenas permiten contemplar el paisaje.¿Quién es el culpable de este último detalle? Contra lo que podrías imaginar, el responsable no es el constructor del avión, sino la aerolínea.
Es que el fabricante construye las aeronaves con una posición de asientos que concuerda perfectamente con las ventanas.
En su diseño se tienen en cuenta una serie de recomendaciones relacionadas con el espacio. Sin embargo, son las aerolíneas las que, por cuestiones económicas, optan por filas adicionales o butacas más estrechas, según si se busca una mayor rentabilidad de los vuelos.Los motivos que llevan a realizar estos cambios están abordados en el canal de Youtube Today I Found Out ("Hoy he descubierto que..."), de Simon Whistler.
El bloguero explica que la alineación en la construcción se basa en estudios internos de los fabricantes, según los cuales la percepción de la comodidad en la cabina la determina la proximidad con los pasajeros situados tanto al frente como a los lados.Los ajustes de algunas compañías aéreas para reducir los espacios frontales y laterales de las butacas para embutir más pasajeros son considerables.
Mientras las medidas recomendables de los asientos de clase turista es de 45 centímetros de ancho, en aerolíneas como Iberia o Ryanair esa medida se disminuye ligeramente, a 43 centímetros.En lo que respecta a la separación con la fila precedente, la disminución en clase turista llega a pasar de los 86 centímetros aconsejados, a sólo 71 centímetros, en algunos casos.
Esto obviamente provoca, sobre todo en los pasajeros más altos, problemas para colocar las piernas. Y para el que pagó un poco más para tener una linda vista durante el viaje, nada menos que consternación.
Créditos:
- Publicado en el Diario Clarín. (28/11/16).
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