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Arte y Cultura

Graciela Guerrero exhibe al público su producción artística “Monstruitos”
 


La artista plástica Graciela Guerrero nació en Bahía Blanca en 1957. Es ingeniera civil y desde 1983 vive en Comodoro Rivadavia.

Manchas de colores vibrantes que entre el horizonte de la mirada se tornan figuras evocando “monstruitos”. Miedos destrabados, monstruitos inofensivos derrotados por la magia del artista que invoca figuras abstractas nacidas de sus propios sentidos.

La muestra permanecerá abierta en la galería de España 630 hasta el 6 de setiembre, de martes a viernes de 18 a 20 y los sábados de 11 a 13:30.

La artista plástica Graciela Guerrero exhibe una serie de obras denominadas “Monstruitos” en la galería de exposición Arko.

Colores vibrantes, formas abstractas cargadas de sentidos, manchas verticales y horizontales. Manchas nacidas del más íntimo sentido de la artista, provocan una interpretación poética titulada “Monstruitos”, obra que Graciela Guerrero inició en 2005 y que ahora expone al público en la galería Arko.

Allí la exposición se propone el más alto nivel pragmático de percepción artística.

La temeridad a las sombras y a los colores fuertes, al dolor, a ser felices plenamente, se convierte en una traba de la vida terrenal. Fantasmagóricamente la vida es ocupada por monstruitos internos.

La artista Graciela Guerrero después de haber hecho un collage de colores vivos y formas abstractas, manchas de óleo sobre tela, le otorgó interpretación y sentido a esos propios monstruitos nacidos espontáneamente a la hora de pintar. Estos mismos se convirtieron en inofensivos y sacaron a la luz sus miedos.
 


Los monstruitos de la artista

La artista plástica Graciela Guerrero nació en Bahía Blanca en 1957. Es ingeniera civil y desde 1983 vive en Comodoro Rivadavia.

Durante varios años estuvo vinculada al taller de arte de Rada Tilly con incursiones en cerámica, alfarería, dibujo y pintura.

De 2003 a 2005 tomó clases con la artista plástica Claudia González Galina, realizando dos exposiciones colectivas. Además, durante cuatro años concurrió periódicamente al taller de la artista plástica Ana Eckell en Buenos Aires.

En diálogo con Diario Patagónico comentó que no define temáticas antes de pintar, le da paso a sus sentidos y crea figuras abiertas de magia y consistencia. Cierra sueños de colores con el trazo fino de un pincel casi ausente a la hora de la producción.

El arte de Graciela Guerrero trata de no ajustarse a las corrientes y academias decimonónicas que sujetan y encuadran al artista dentro de una temática particular. “Yo pinto desde los sentidos, luego nace la interpretación y le doy forma”, explicó.

La imposición de la búsqueda e interpretación recién se hace eco cuando el trabajo se expone bajo el título “Mostruitos”, en ese momento uno mismo se convence que debe encontrar la figura.

Los monstruitos “se asoman y arremeten contra la tela como atacando aquello que los va a mostrar sin tapujos”, narró acerca de las obras de Guerrero la docente Karen Gregorio.

“Podríamos decir, casi sin lugar a dudas, que el gran protagonista es el color. Este va guiando al espectador por la más profunda confesión de las propias sombras.

Las obras van desde lo reconocible, como fauces tenebrosas que luego transforman explosiones puras de colores saturados que nunca abandonan el fondo negro”, analizó Gregorio.

La historiadora Cristina Barile, aportó su análisis con respecto a las obras artísticas de Guerrero y trató así de describir las manchas de colores vibrantes que entre el horizonte de la mirada tornan figuras evocando “monstruitos”.

“La versatilidad que le otorguemos a la mirada es sumamente importante si uno quiere encontrase con las figuras propuestas”, destacó Barile.

Las primeras tres obras que Graciela Guerrero realizó tuvieron entre ellas interrupciones en el tiempo de producción, necesarias para que la artista retomara el tema y lo cerrara definitivamente con un hilo conductor de exposición a partir del último sábado por la noche cuando se inauguró la muestra.

Desde 2007 comenzó a pintar manchas horizontales. Durante los últimos tres años fue recurrente en la práctica de generar manchas impulsivas. “Pinto y luego observo, lo miro y concibo la idea global de lo que pinto. La producción es espontánea”, subrayó Graciela Guerrero.

Frente a la técnica utilizada, describe que usa tarros y recipientes para pintar, así produce esas manchas impactantes, formas abstractas cargadas de magia y melancolía, miedos y esperanzas.

“Uso muy poco el pincel, hago manchas y a veces las dejo secar, a veces soy impaciente y enseguida intervengo sobre esas manchas. Depende del momento en el que trabaje”, aclaró. Y comentó que cierra con el pincel sólo aquellas manchas sin definiciones concretas para el ojo insulso.
 


“Monstruitos”  


Le tememos a las sombras/
pero también a los colores fuertes
Le tememos al dolor/
Pero también a ser plenamente felices.
Grandes o pequeños miedos, trabas…
Sin trabas la vida se desliza/
pero a veces eso hace que carezca de sentido.
Se avanza destrabándose…
Al sacar a la luz mis miedos,
Mis monstruitos, al darles una forma y un color se fueron haciendo inofensivos…
Fueron desapareciendo…

Graciela Guerrero. Rada Tilly, julio de 2008
 


Créditos:

  • Publicado en el Diario El Patagónico (11/08/08)
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