Pese a estar sumida en la crisis social que afronta todo el país, Comodoro Rivadavia lucha para no quedar en el ostracismo, teniendo como referencia el espíritu de lucha de sus pioneros y la esperanza de las nuevas generaciones.

Aun en la crisis social y económica más aguda que afronta el país, Comodoro Rivadavia lucha por mantenerse erguida, no resignándose a caer en el ostracismo, como un símbolo de respeto a pioneros y futuras generaciones. No en vano ha llegado a los 101 años de vida afrontando duros cimbronazos. Hoy tampoco es tiempo de bajar los brazos...  

La ciudad que no se resigna a perder su hegemonía

Lo que por muchas décadas fue la ciudad más pujante del sur argentino, acusa como nunca antes en su historia de 101 años, el brutal impacto de la recesión que sufre todo el país, sin siquiera poder valerse se su otrora poderosa arma que amortiguaba los cíclicos avatares de la economía: su industria petrolera.

Esta vez Comodoro Rivadavia se debate entre una dura realidad y la proyección de ideas que apunta a la recuperación de un nivel de progreso, a sabiendas que no puede esperar mucho desde Nación o Provincia, sino que deberá valerse a más no poder de sus propios recursos.

Y si bien el camino será más difícil, es dable pensar que quienes la representan en instituciones no deberán cometer errores ni conformarse con prebendas para la comunidad. Es que hoy parece cobrar mayor vigencia la frase que a mediados de la década del ochenta pronunciara un intendente al señalar que en algunos barrios periféricos existía un cordón de miseria que oprimía el alma.

En ese entonces, el problema de la desocupación y recesión estaba focalizado, pero ahora se ha insertado en todos los estamentos de la sociedad a tal punto que las normas de convivencia en muchos casos no se respetan y se suscitan discrepancias por bolsones de alimentos, algo impensado hasta no hace muchos años.

Si hasta la denominación 'piquetero' era un vocablo impensado en una ciudad pujante. Como mucho, podia hablarse de desocupados en algunas etapas aisladas, pero jamás alguien hubiera imaginado que miles y miles de personas llegaran a quedarse sin empleo o que en un mismo día se produjeran tres o cuatro marchas de protestas simultáneas de distintos grupos de trabajadores en actividad, por demora en el cobro de sus haberes.

La privatización de YPF y de otras empresas nacionales a principios de la década del 90, con las secuelas que dejó, parecían que habian quedado superadas, pero pocos entendieron que lo peor aún no había pasado.

Las causas, como siempre, está lejos del país, pero vinculadas al modelo del liberalismo económico cuyos resultados están la vista.

Ahora vino el 'Petrolazo', el levantamiento protagonizado por los trabajadores y las empresas constratistas de las grandes operadoras de yacimientos. Ese y otros sectores, incluyendo autoridades de organismos oficiales, reaccionan ante la posibilidad que esta y otras ciudades ubicadas en la cuenca petrolera del Golfo San Jorge, paguen las consecuencias de la disputa que mantiene Nación con las grandes compañías por el impusto a las exportaciones de hidrocarburos.

En Buenos Aires, hace pocos días, durante una reunión de integrantes de las comisiones de combustible y energía de las dos cámaras del Congreso de la Nación, algunos legisladores porteños aludían a que era más importante salvar la fuente laboral de grandes urbes que atender las necesidades de unos diez mil operarios del sur del país, según confió a EL CHUBUT el asesor de prensa de un legislador de nuestra provincia.

Esto no hace más que corroborar que quienes hoy deben representar a Chubut y defender los intereses de Comodoro Rivadavia en particular, no pueden ceder terreno como historicamente ha ocurrido en el contexto nacional.

No es posible que luego de décadas de explotación petrolera, Comodoro y el resto de las ciudades chubutenses (y de la Patagonia) en general, sigan recibiendo dádivas conceptuadas como regalías. No es posible tampoco que algo similar ocurra con la pesca y otras productos genuinos. Evidentemente la marginación no ha sido solo culpa de foráneos sino, en muchos casos, de quienes aqui nacieron o fijaron su residencia, cuando no oportunistas de turno.

Consecuentemente, en este punto de vital inflexión, cuando la ciudad se encuentra semergida en un profundo estancamiento, es necesario luchar más que nunca para revertir la crisis que la agobia, apelando a sus recursos materiales y humanos, al margen de viabilizar proyectos de moderno ingenio, ya que no es agradable escuchar a las nuevas generaciones decir que prefieren buscar un mejor porvenir en países extranjeros.

Ellas juzgarán a los responsables el día de mañana, aquí o en tierras lejanas. Es preferible que esto nunca suceda.  

La austeridad no permite siquiera elección de nueva reina

Los 101 años que Comodoro Rivadavia cumplirá el 23 de Febrero se caracterizarán por una austeridad digna de los tiempos que corren.

El nuevo aniversario de la ciudad será recordado con el acto central de costumbre frente al monumento de su fundador, Francisco Pietrobelli, en la Avda. Rivadavia y el tradicional discurso del Intendente, según se pudo saber a través de la directora del área de Ceremonial, Leonor Arriola.

La crítica situación porque la que se atraviesa a todo nivel ni siquiera hace prever la ofrenda floral que se acostumbre a colocar al pie del busto que recuerda la figura de Pietrobelli. Será una recordación sobria pero que no puede ser pasada por alto y en donde los vecinos y las colectividades rendirán homenaje a su fundador.

Tampoco se ha decidido, al menos hasta ayer, si tendrá lugar la consabida elección de la reina de Comodoro, y no se descarta que se prorrogue el reinado de Tatiana Carrusca, quien no tendría inconvenientes en seguir representando a su ciudad dado que todavía le falta cursar un año más de estudios.

Otro de los actos que sí está previsto llevar a cabo es la inauguración del boulevard Felipe Escribano, frente a la Escuela de Arte, dando así cumplimiento a la ordenanza 7062/00, confirmó Arriola.  

Estracta: Diario Crónica. (/02/02)