Los mohos son organismos peculiares que se parecen, en muchos aspectos, a otros hongos, pero que durante una parte de su vida se asemejan mucho a las amebas.

Se presentan como masas muciloginosas, sobre hojas o maderas en descomposición, y se mueven emitiendo pseudópodos, como lo hacen las amebas.

Aun cuando cada masa posee muchos núcleos, no está dividida en células individuales.

Por lo general, estos vegetales se reproducen asexualmente, por fisión, pero constituye uno de los fenómenos biológicos mas curiosos que existen, la forma en que, en determinados momentos, los mohos mucilaginosos aislados se agrupan para formar un cuerpo esporífero (productor de esporas).

Cuando las esporas se separan de estas estructuras, son transportadas por el aire. Si una espora cae en una superficie húmeda, absorbe agua, rompe su pared y se divide para formar células amiboides.

Por último algunas de éstas células actúan como gametas y se fusionan para formar la cigota, que luego se divide y crece, dando origen a una masa gelatinosa plurinucleada, con lo que se completa el ciclo vital.

Algunos mohos son parásitos de los vegetales; uno de ellos causa una enfermedad denominada "hernia de los coles".

Los mohos tienen muchas características en común con animales tales como las amebas y los flagelados, y es sólo una cuestión de opinión considerarlos como animales o como plantas.

Pueden haberce originado a partir de los flagelados; sin embargo, la formación de un cuerpo esporífero es característica de otros hongos y, por esta razón, generalmente se los clasifica como vegetales.