"Ciudad Luz" |
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Su paso quedó plasmado en el departamento que lleva el nombre de su raza Tehuelches en la provincia del Chubut.
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No obstante está comarca conocida antaño como el Parador de Henno, posee una rica historia con acontecimientos de real importancia como; el primer asentamiento de Gendarmería Nacional creada en 1938, que disponía el 13 de enero de 1941 el área de jurisdicción para Chubut y Santa Cruz con asiento en San Martín, lugar donde el 18 de febrero arriban los primeros gendarmes, del que aún hoy tendría que ser el Escuadrón Nº 37.A este hecho trascendental le precedió otro de tanta o mayor importancia -si se comparan los tiempos- y que todavía no tiene la difusión que se merece, el cual viene desde lo profundo de las raíces patagónicas, traído de la mano de los aborígenes que poblaron estos parajes, formando lo que más tarde sería la colonia General San Martín, uno de los acontecimientos de estos hombres, que paulatinamente van desapareciendo ganados por el avance «civilizador» y su mezcla con los blancos.
Su paso quedó plasmado en el departamento que lleva el nombre de su raza Tehuelches, cumpliendo así un merecido homenaje a estos hombres que amaron su tierra y la defendieron, hasta perderla casi totalmente ese 22 de febrero de 1883 en el encuentro de las cercanías del arroyo Appeleg, donde el avance de las columnas de Roca, daría quizás la última batalla de la pregonada «Conquista del Desierto»; de ese desierto que ellos poblaron en su inmensidad desde el estrecho de Magallanes hasta la Pampa Central, y de uno al otro océano.
En aquellas épocas de mediados del siglo XIX, cuando el 28 de Julio de 1865 los colonos galeses descendían del velero Mimosa, que los había traído desde su lejano país de Gales dispuestos a poblar estas tierras, o que el capitán Murga fundaba lo que sería la capital del Chubut, el 15 de setiembre del mismo año, dejando instalada la bandera de la Patria en estos territorios, las huestes del cacique Casimiro Bigüa recorrían desde Punta Arenas hasta la desembocadura del río Negro, paseando esa misma bandera celeste y blanca que creara Belgrano, y que le fue regalada por el bravo comandante Luis Piedrabuena, a su paso por el apostadero de la isla Pavón en el río Santa Cruz.
En esa época en que el legendario cacique Calfulcurá presionaba desde Chile, preparando sus lanzas para avanzar sobre el territorio Tehuelche y malonear sus poblados hasta la colonia galesa.
En esas circunstancias la sagacidad de Casimiro lo llevó a unir sus guerreros con otros desde este lado de los Andes, resistiendo así a tan atrevida empresa, obligando a Cafulcurá a desistir de sus ideas y en compensación cambiar el rumbo de sus andanzas, para dirigirse a las poblaciones de más al norte, llegando hasta el sur de la provincia de Buenos Aires.Y así fue un día de 1869, más precisamente el 3 de noviembre, que el caudillo reunió a un grupo de sus pares, capitanejos y aborígenes en un acto que se supone coronado por el límpido cielo patagónico, sumado a los representantes de las tribus de Jackeman, Orkeke, Hinchel, Chiquichano y otros, y juraron fidelidad a nuestra bandera en un entorno de reafirmación soberana, que dejaba sin lugar a dudas, determinada la pertenencia de estas tierras.
Este acto no es demasiado conocido al igual que otros que se perdieron en el tiempo, pero indudablemente resulta de gran significación para una Argentina, que años después tendría que pactar un tratado de límites. A pesar de todo, aquel que visite la Casa de Gobierno en Rawson, podrá apreciar en el salón de entrada, un mural realizado por el maestro Alejandro Lanöel, que plasmó para la historia ese acontecimiento, aunque muchos no pueden saber su significado, ya que el relato que tan magníficamente realizó Marcial Galina en su Icografía Histórica del Chubut, no tiene tampoco la difusión que merece.
Mientras tanto la localidad de José de San Martín festeja su aniversario el 11 de noviembre, día de su patrono San Martín de Tours, pareciendo que aquí faltó el historiador que recordara ese 3 del mismo mes. En parte se ha realizado el reconocimiento oficial a diferentes niveles, pero indudablemente la figura ecuestre de Casimiro Bigüa, que fuera distinguido por el general Mitre en el grado militar de teniente coronel, y que pereciera igual que otros de los suyos, entristecido por el ocaso de su raza, cabalgará las praderas del tiempo para señalarnos la vivencia de una rica historia chubutense.
Créditos:
- Por Emilio Balado. Artículo publicado en el Diario El Chubut. (04/11/15).
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