"Arrimen las mechas y ¡viva la Patria!"  

Retrato de Tomás Domingo Espora. Más videos y fotos: Entrar.

"Bravo soldado y hombre de honor. Es una lástima que un marino tan ilustre haya pertenecido a un país que todavía no sabe valorar los servicios de sus buenos hijos".
Guillermo Brown en el sepelio de Tomás Domingo Espora  

Tomás Domingo de los Dolores Espora quedó huérfano a los 10 años de edad pero a los 15 ya estaba participando de una campaña por el Océano Pacífico para obstaculizar el comercio español en las costas de Chile, Perú y Ecuador.
Espora se había embarcado en la corbeta "Halcón", al mando de Hipólito Bouchard, como ayudante de marinero.
Espora quedó fascinado, y volvió a zarpar a bordo de "La Argentina", fragata capturada en el Callao y rebautizada, el 09/07/1817, al mando de Bouchard.
En aquel entonces, Guillermo Brown estaba al mando de la fragata "Hércules".

El 17/07/1819, "La Argentina" arribó al puerto de Valparaíso (Chile), convirtiéndose Espora, en el 1er. marino argentino en dar la vuelta a la Tierra.
Espora estuvo embarcado en “La Argentina” hasta la 2da. mitad de 1820, luchando en Madagascar, en las islas Filipinas, rescatando la corbeta argentina "Santa Rosa de Chacabuco" (en la bahía de Karakakowa, capital del Reino de Sándwich, donde permanecía luego del motín marinero que robó la ex corbeta Liberty, adquirida Jorge Mac Farlane para su uso como corsaria al servicio de las Provincias Unidas), y ocupando la fortaleza de Monterrey.

Espora integró la "Escuadra Libertadora": junto a Lord Cochrane, Espora llegó a teniente 1ro. y ya bajó el mando de José de San Martín en la fragata "Peruana" fue ascendido a teniente 2do., y en 1812 a capitán de corbeta.

Espora regresó a Buenos Aires en 1825, presentado al gobierno porteño por el general José Matías Zapiola. Cuando ocurrió la declaración de guerra contra el Imperio del Brasil, ya era capitán con grado de sargento mayor cuando participó el Combate de Los Pozos.
En agosto de 1826 fue promovido a sargento mayor y comandante de la goleta Maldonado. Más tarde se le entregó el mando de la isla Martín García y de su batería Constitución.
Y cuando Guillermo Brown enfermó, obtuvo el mando directo de la nave insignia 25 de Mayo, clave en la defensa de Quilmes.
Brown apreciaba al joven Espora, y siempre que tenía la posibilidad lo ponía a cargo de algo.

Espora fue designado Comandante General de Marina el 01/12/1828, en reemplazo de Brown, quien habìa sido gobernador delegado de la Provincia de Buenos Aires.
El 21/02/1828, junto a Brown, Espora participó del combate en el cual capturaron el buque corsario imperial Fortuna.
El 29/05/1828 combatió en los Bajíos de Arregui (bahía de Samborombón) donde fue rodeado por 10 buques, 129 cañones y 1.200 hombres de la Armada Imperial. Pero quedó varado, lo cañonearon intensamente y Espora tuvo que rendirse cuando se quedó sin municiones. Pero logró desembarcar a la mayoría de su tripulación, permaneciendo en el buque junto a su segundo Antonio Toll y algunos heridos.

Resuelto a luchar, Espora arengó a sus hombres: "¡Ea muchachos!, ahí está el enemigo, y aunque nuestras fuerzas sean desiguales, vamos a enseñarles que somos dignos de mantener el nombre glorioso que lleva este buque. A los artilleros recomiendo la puntería, y a todos la mayor disciplina, porque seré inexorable con el que la quebrante; pero en cambio, os juro sobre esta espada y en presencia del Sol de Mayo, que si las balas respetan mi vida como otras veces, no descansaré hasta obtener que el gobierno premie con mano generosa a las familias de los que caigan en defensa de la honra nacional. Marinos y soldados del 8 de Febrero: sólo los cobardes se rinden sin pelear, y aquí, no reconozco sino argentinos y republicanos. Compañeros, arrimen las mechas y ¡Viva la Patria!".

El comandante brasileño Juan Francisco de Oliveira Botas, ante la absurda desproporción de fuerzas, lo intimó a la rendición negándose Espora e iniciándose un combate que duró 10 horas y sólo finalizó al consumir los 900 tiros de cañón. Para armar los tacos usaron hasta la ropa de los tripulantes, y quedarse sin pólvora.
Ya de noche, Espora hizo construir una jangada, que estuvo lista a las 4:00, por donde hizo desembarcar a los 38 sobrevivientes, todos heridos, al mando del teniente Gerardo Fisher y al cuidado de José Gregorio Acuña, que marcharon por tierra rumbo al Río Salado (Buenos Aires).

Espora permaneció a bordo junto a su 2do., Antonio Toll, 4 heridos muy graves y 2 asistentes. Entonces rindió la nave al teniente Joaquim Marques Lisboa, futuro almirante Tamandaré, a quien tranquilizó que no volaría el buque: "Atraque señor oficial con confianza pues le doy mi palabra que están clavados los cañones y no tengo pólvora ni para encender un cigarro".
El heroismo de Espora provocó que lo ofrecieran en canje de prisioneros, hecho único en aquella guerra porque era política del mando brasilero no acceder a intercambio alguno.

Meses después, Espora fue designado Comandante General de Marina el 01/12/1828, en reemplazo de Brown, quien habìa sido gobernador delegado de la Provincia de Buenos Aires.
Fue Espora quien recibió a su antiguo general San Martín en el puerto de Buenos Aires, aunque éste al llegar y ver las condiciones en las que se encontraba su Patria, no descendió y volvió a su exilio voluntario.
Desde 1832 también revistó en el ejército como coronel de infantería.

En 1833, el gobernador Juan José Viamonte lo designó jefe de la Capitanía de Puerto de Buenos Aires, comandante general de Marina y comisario general de matrículas.
Espora fue capitán del puerto de Buenos Aires en 3 oportunidades: 1829, 1833 y 1835. Y fue jefe de la escuadra, en 1833 y 1835.
En 1834 le agregaron el cargo de comandante de la flamante escuadrilla del gobierno de Buenos Aires.
Pero en marzo de 1835 fue publicado un folleto acusándolo de haber participado del movimiento revolucionario del 01/12/1828.

Ese acontecimiento lo destrozó.

El 01/12/1828 el general unitario Juan Galo de Lavalle, héroe de la guerra contra Brasil, encabezó una revolución contra el gobierno del coronel Manuel Dorrego, quien en 1827 había sido elegido gobernador y capitán general de la provincia de Buenos Aires. Lo que se deslizaba en el libero era que Espora había permanecido oculto en el poder aunque lo de Lavalle hubiera fracasado cuando Espora consideraba que sus acciones jamás eran vergonzantes ni desleales. Además, Espora nunca había ingresado al juego de la polítiquería que tanto daño le hizo a las Provincias Unidas.

De pronto, otro héroe de la Revolución terminó con su honra arrojada a los perros.

Espora sufrió una depresión intensa y se retiró a su casa en el barrio de Parque Patricios, Caseros 2526, dónde falleció el 25/07/1835, dejando viuda a María del Carmen Chiclana, y huérfanos a 7 hijos.  

Créditos:

• Artículo publicado en el Sitio Urgente24 (25/07/17).