"Ciudad Luz" |
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Joaquín Murrieta nació en México pero se instaló en California, atraído por la fiebre del oro. Allí se transformó en un luchador por la justicia que le robaba a los ricos en respuesta a la discriminación que sufrían los mexicanos.
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La figura del legendario Joaquín Murrieta (1829 Sonora, México-1853 - Mariposa County, California) trascendió los límites de la historia para convertirse en un mito del Viejo Oeste. Bandido, héroe o mártir, este mexicano fue objeto de innumerables relatos, algunos basados en la verdad, y otros, en la más pura ficción.
Pero, ¿quién fue realmente este personaje mítico que inspiró el Zorro?
Joaquín Murrieta, el nacimiento de una leyendaOriginario de Sonora, México, Joaquín Murrieta llegó con su esposa a California atraído por la fiebre del oro. Sin embargo, se encontró con una realidad mucho más cruel: la discriminación hacia los mexicanos, plasmada en leyes como la Greaser Act y la Foreign Miners Act, convirtió su anhelo en rabia.
Fue así que, según la leyenda, Murrieta organizó una banda de ladrones que asaltaron diligencias y minas en los valles de San Joaquín y Sacramento, convirtiéndose en un Robin Hood para los oprimidos.No obstante, acá es donde la línea entre la realidad y la ficción se empieza a difuminar.
Historiadores coinciden en que Murrieta participó en actividades delictivas, pero su imagen de vengador que busca justicia por el asesinato de su esposa y la discriminación es producto de la literatura y el cine.
El escritor John Rollin Ridge fue el primero en plasmar la leyenda de Murrieta en su obra "La vida y aventuras de Joaquín Murieta", publicada en 1854. Esta versión romantizada del bandido fue retomada y ampliada por Walter Noble Burns en su novela "El Robin Hood de El Dorado", que inspiró la película homónima de 1936, e incluso una versión chilena de la leyenda inspiró a Pablo Neruda a escribir la obra "Fulgor y muerte de Joaquín Murieta" en 1966.
La captura y muerte de un ídoloPero detrás de la leyenda, existe una historia más prosaica. En 1853, una banda criminal empezó a aterrorizar el condado de Calaveras, y el gobernador de California creía que Joaquín Murrieta lideraba a estos delincuentes.
Lo cierto es que decidió ponerle fin a estos forajidos creando una fuerza especial -liderada por el capitán Harry Love-, junto a una recompensa de $6.000 por la captura de Murrieta, vivo o muerto.Durante semanas, Love y sus hombres buscaron y buscaron hasta dar con el cuñado de Murrieta, que los condujo al campamento del bandido en Cantua Creek, al oeste de California, donde se enfrentaron a la banda y abatieron a ocho miembros (incluyendo Murrieta y su mano derecha, Jack Tres Dedos).
Para demostrar que habían eliminado al temido líder, los hombres le cortaron la cabeza al cadáver de Murrieta y la conservaron en un frasco con alcohol -lo mismo con la distintiva mano de Jack Tres Dedos-.Aunque muchos dudaron de la autenticidad del macabro espectáculo, más de 15 personas que conocían a Murrieta confirmaron que la cabeza era la suya, así que las autoridades recompensaron a Love y su equipo con la cuantiosa suma de dinero.
Pero además Love aprovechó para exhibirla en los campamentos mineros de California y cobrar $1 por verla.Más de siglo y medio después, separar la realidad de la ficción resulta complicado, pero la historia de Joaquín Murrieta sigue reflejando las tensiones sociales y culturales de una época marcada por la búsqueda de fortuna, la discriminación y la violencia, hoy inmortalizada en la emblemática figura de El Zorro.
Créditos:
- Por Germán Molkuc. Publicado en el Diario Urgente24. (25/07/24).
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