Los insectos, cuyos restos fósiles mas antiguos hasta ahora hallados corresponden al Devónico medio (unos 350 millones de años), son los animales terrestres (aunque hay formas acuáticas) mas abundantes y mas ampliamente distribuidos en el planeta.

La palabra insecto significa "dividido en partes distintas"; el cuerpo de éstos animales se divide en tres secciones: cabeza, tórax y abdomen.

En la primera aparecen las antenas (relacionadas con los sentidos del tacto y el olfato), los ojos y las piezas bucales.

Del tórax salen tres pares de patas articuladas y comúnmente dos pares de alas, aunque en algunas especies puede haber uno solo o faltar.

El abdomen presenta básicamente once segmentos; los primeros y los últimos presentan modificaciones, en el segundo caso relacionadas con la función reproductora.

En muchas especies la hembra posee un ovopocitor y en otras éste se ha transformado en aguijón defensivo (como sucede entre las abejas y avispas) o puede llevar los cercos (estructuras generalmente sensitivas).

El cuerpo de los insectos esta cubierto por un exoesqueleto quitinoso mas o menos endurecido, que además de proteger los órganos internos restringe la perdida de agua de organismo, lo que permite a éstos animales colonizar zonas muy áridas.

A veces están recubiertos de cerdas y pelos de origen cuticular, que pueden modificarse dando lugar, por ejemplo, a las escamas de las mariposas, distintas estructuras sensitivas, etc.

Durante el crecimiento, el exoesqueleto debe eliminarse ya que es duro y no permite el aumento del volumen del animal; para ello, ciertas secreciones hormonales lo despegan hasta que se rompe y desprende, dando lugar a uno nuevo y mas grande.

El sistema sanguíneo de los insectos tiene pocos vasos; la sangre esta en grandes cavidades y baña libremente los órganos.

El principal vaso sanguíneo es el corazón, que junto con la aorta recorre casi toda la longitud del animal.

La respiración se efectúa por una serie de tubos ramificados o tráqueas (invaginaciones de la pared del cuerpo) que llevan oxígeno a la sangre desde los espiráculos, serie de orificios situados a lo largo del tórax y el abdomen.

Algunas formas acuáticas poseen branquias traqueales.

El aparato digestivo consiste en tubo simple (en el que se pueden distinguir las partes anterior, media y posterior) que va desde la boca hasta el ano.

En la boca existen glándulas salivares y sus piezas son variables: masticadoras, chupadoras, libadoras, etc..

La excreción se realiza por los tubos de Malpighi, conectados al aparato digestivo en la parte terminal de la zona media de éste. La principal sustancia eliminada es ácido úrico.

El sistema nervioso esta formado por un ganglio supraesofábico y otro subesofábico, comunicados por un doble cordón ventral con dos o mas ganglios por segmento.

Los órganos de los sentidos son los ojos, simples (ocelos) o compuestos; los quimiorreseptores, para el olfato en las antenas y para el gusto alrededor de la boca; y los pelos táctiles, localizados en las antenas y patas.

Algunas especies, además, tienen órganos emisores o receptores de sonidos.

Los sexos están separados y la fecundación es interna.

En algunos grupos de insectos no hay diferencias importantes, entre la larva que sale del huevo y el adulto, excepto el desarrollo de los órganos sexuales; presentan gran número de mudas de exoesqueleto y se los denomina ametábolos (son los insectos mas primitivos y carecen de alas).

En otros, llamados hemimetábolos, las alas se desarrollan exteriormente formando lóbulos; sus larvas se denominan ninfas y son semejantes al adulto (efímeras, libélulas, grillos, etc.).

Pero en los restantes (homometábolos) existe una metamorfosis completa, pasando el individuo por los estadios de larva, pupa o crisálida e imago o adulto (como ocurre entre mariposas, moscas, hormigas, etc.).

En la actualidad, según algunos estudios, esta clase representa a mas de la mitad de las especies animales vivientes, con mas de un millón de las mismas, cantidad constantemente incrementada con nuevos descubrimientos.

Se agrupan en dos subclases. La de los apterigotas o insectos sin alas (que ciertos autores no incluyen en esta clase) comprende cuatro órdenes de ametábolos: tiesanuros (pececitos de plata), dipluros, proturos y colémbolos (todos pequeños organismos del suelo).

La subclase de los pterigotas comprende a los insectos con alas y otros que las perdieron en el curso de su evolución, agrupados en 25 órdenes.

Parte de ellos son hemimetábolos: efemerópteros (efímeras), odonatos (caballitos del diablo, libélulas), plecópteros (moscas de las piedras), grilloblátidos (insectos que viven en la hojarasca), ortópteros (langostas, grillos, saltamontes, grillos topo), fásmidos (bichos palo), dermápteros (tijeretas), dictiópteros (cucarachas, mántidos), isópteros (termites), zorápteros (insectos diminutos que viven en la corteza muerta), psocópteros (piojos de los libros), melófagos (piojos de las aves), anopluros (piojos masticadores y chupadores), hemípteros (chinches) y tisanópteros (trips).

El resto son homometábolos: neurópteros (moscas serpiente, crisopas), mecópteros (moscas escorpión), lepidópteros (mariposas, plillas), tricópteros (frigáneas semejantes a mariposas, con estadios larvales acuáticos), dípteros (moscas, mosquitos), sifonápteros (pulgas), himenópteros (abejas, avispas, hormigas), coleópteros (escarabajos, gorgojos y otros ) y estrepsípteros (parásitos de abejas y avispas).