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La abeja doméstica, o abeja melífera, es la única especie que forma colonias capaces de resistir el invierno, al contrario de las demás abejas y avispas sociales, cuyos miembros perecen en otoño, con la sola excepción de algunas hembras fecundadas, que hibernan para reconstruir la colonia en la primavera siguiente.
Una colonia de abejas se compone esencialmente de miles de obreras, todas procedentes de una sola reina cuya función principal es la puesta. Esta reina es la única hembra fértil de la colonia; las obreras, que liban y confeccionan la miel, velando por la alimentación de las larvas, son hembras estériles, imperfectamente desarrolladas. La colonia comprende igualmente unos cuantos cientos de machos, llamados zánganos, que no viven mas de unas semanas.
La reina no hace nada mas que poner, día tras día. Los huevos se depositan uno a uno en los alvéolos hexagonales del panal. Las obreras llenan estos alvéolos de miel y de polen, que constituyen el alimento de las larvas desde el momento de la eclosión.
El periodo de desarrollo de una obrera es, aproximadamente, de 21 días, de los cuales pasa 3 en el estado de huevo, 6 en las fases de larva y 12 en la fase de ninfa.
Colonia, o enjambre, formado por 50.000 a 60.000 abejas.
La abeja puede volar a 13 km./hrs.
La reina pone alrededor de 1.500 huevos por días.
Los machos salen de huevos no fecundados.
Duración del desarrollo larvario: 3 semanas.
Longevidad de los machos y las obreras: 3 a 4 semanas.
Grupo: Antrópodos.
Clase: Insectos.
Orden: Himenópteros.
Familia: Apidos.
Género y especie: Apis mellifera (abeja doméstica).