Los crustáceos son antrópodos (animales con el cuerpo exteriormente segmentado, exoesqueleto y apéndices articulados) fundamentalmente acuáticos, cuyos representantes mas antiguos se ubican en el período Cámbrico (hace alrededor de 550 millones de años).

La palabra crustáceo significa "concha dura", en alusión, justamente, a la dureza de su tegumento, en gran parte debida a su alto contenido en quitina y que en algunos casos, como el de los cangrejos, se vuelve mas rígido por impregnación de sales calcáreas.

La cabeza o cefalón está constituida por cinco segmentos que llevan dos pares de antenas, un par de mandíbulas y dos pares de maxilas.

El tórax (pereión) posee generalmente ocho segmentos y el pelón siete, terminados en el telsón.

Cada uno de éstos segmentos tiene sus correspondientes apéndices formados por varios segmentos con distintas funciones (sensitivas, alimentarias, locomotoras, reproductivas, etc.).

Frecuentemente sobre la cabeza y el tórax aparece un caparazón, que forma una coraza dorsal y dos valvas laterales.

La respiración se realiza por branquias generalmente anexas a los apéndices, raramente en la superficie del cuerpo y en los crustáceos terrestres ("bichos bolita") por pseudotráqueas.

Las branquias se encuentran en estrecha relación con el aparato circulatorio, formado por un tubo dorsal, dilatado en un sector de su recorrido y provisto de orificios, que funciona como corazón; fuera de esto, la sangre discurre por lagunas. La excreción se efectúa generalmente por glándulas antelares y maxilares, ubicadas debajo de los apéndices correspondientes, que eliminan sustancias de desecho de la sangre y de los líquidos corporales.

En los crustáceos mas evolucionados las branquias funcionan también como órganos excretores y su papel es importante evacuando amoníaco y compuestos úricos.

El aparato digestivo comprende boca, esófago, estómago, intestino y ano.

Existen glándulas digestivas que desembocan en el intestino (hepatopáncreas).

El sistema nervioso consta de un ganglio supraesofágico (compuesto por el protocerebro, el deuterocerebro y el tritocerebro), unido por un par de conectivos a los ganglios subesofágico que se continúan en una doble cadena ventral, que puede acortarse por concentración ganglionar.

El tacto radica generalmente en pelos ubicados en gran parte del cuerpo; gusto y olfato residen en celdas ubicadas fundamentalmente en las antenas y piezas bucales.

El equilibrio se controla por el estatocisto (fosetas tapizadas de sedas con granos de arena).

Algunas especies poseen, además, estructuras estridulantes (productoras de sonido). Los sexos son por lo general separados, excepto en los cirripedios fijos, algunos isópodos parásitos y ciertas especies de otros grupos, que son hermafroditas.

Primitivamente las glándulas genitales son pares, pero a menudo se unen por encima del tubo digestivo.

El macho es usualmente mas pequeño y en algunas formas parásitas es un organismo minúsculo adherido a la hembra.

Son ovíparos y muchos llevan consigo la puesta en una bolsa incubadora, o fija en los pleópodos o pereiópodos. También existe partenogénesis.

El desarrollo raramente es indirecto; en la mayoría de los casos existe una larva libre que sufre metamorfosis graduales, jalonadas por mudas.

La mayoría de los crustáceos son marinos, pero muchos viven en aguas dulces o salobres y unos pocos son terrestres. En su mayoría son libres, pero los hay sésiles y parásitos.

Las aproximadamente 26.000 especies identificadas de crustáceos se dividen en dos grandes grupos.

Los mas primitivos y que pueden tener número variable de segmentos, se agrupan en las siguientes subclases: Braquiópodos (Artemia), Cefalocáridos, Ostrácodos, Copépodos, Braquiuros, Mistococáridos, Cirripedios (dientes de perro).

Las formas superiores, que poseen un número fijo de segmentos, comprenden a las subclases de los Leptostráseos, Hoplocáridos, Sincáridos, Pancáridos, Peracáridos (bicho bolita), y Eucáridos (Eufasiáceos, Cangrejos, Langostas, Camarones, Centollas, etc.).