"Capital del Viento" |
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Esta Ave de costumbres marinas vive la mayor parte de su vida en el mar, salvo en la época de cría que es cuando abandona las aguas y se congrega en tierra firme para anidar, estableciéndose en grandes colonias.
En algunos lugares se han contado hasta un millón de ejemplares. Esto sucede en regiones de la Antártida, donde en los primeros días de noviembre ya se encuentran reunidos para formar pareja.
Haga Click sobre la foto para verla en un tamaño mayor. Pero no le será demasiado fácil al pingüino macho realizar la tarea de selección a tales fines, pues se encontrará con otros que trataran de congraciarse con la hembra elegida, suscitándose continuas reyertas que muchas veces duran hasta un día, quedando el vencido maltrecho al terminar la lucha.
Estas situaciones a veces se repiten hasta que prevalece el más fuerte y al fin, con la compañera elegida, se dispone a instalar el nido; si la hembra acepta, ya de común acuerdo se ponen en la tarea de construirlo.
En lugares donde no hay suficiente cantidad, se zambullen en el mar, si es necesario a una profundidad de hasta veinte metros para lograr extraer la cantidad de piedras que necesitan para sus fines.
Terminada la tarea la hembra pone un huevo. En ocasiones se han encontrado dos, pero esto raramente sucede. Hay especies de pingüinos en el continente antártico en las que el encargado de incubar es el macho, y por espacio de casi sesenta días estará sobre el huevo perdiendo muchos kilos, sufriendo vientos 45º bajo cero.
A pesar de todo esto logran su cometido. La naturaleza les ha brindado la suficiente vitalidad para la supervivencia de la especie. Los pingüinos no abandonan nunca el nido, pero si lo llegan a hacer, de inmediato aparece una especie de gaviota rapaz llamada skua y se alzará con el huevo o el pichón.
Una vez que ha nacido el polluelo se presenta el problema de alimentarlo y como no es posible dejarlo solo, se organiza una especie de grupo de cuidadores que serán los pingüinos viejos y los que han quedado sin pareja, éstos forman un gran circulo con los pichones en el centro, defendiéndolos y cuidándolos mientras los padres corren un largo trecho para llegar al mar y traerles los alimentos, que consisten casi exclusivamente en las distintas variedades de peces, aunque no desechan algún molusco que se les presenta a la vista.
Recorriendo nuestras playas nos encontramos con el pingüino llamado "Magallanes". Esta especie, por vivir en zonas más cálidas no tiene tantos inconvenientes en su reproducción, aun siendo sus hábitos muy similares a los de la región Antártica.
En la Provincia del Chubut existen grandes pingüineras, con enormes cantidades de ejemplares, llegando a superar el millar.
Se encuentran especialmente en Cabo Dos Bahías y Punta Roja, en las proximidades de Camarones. En las playas cercanas a Comodoro Rivadavia existió en una época una pingüinera y lobería, pero debido al cambio de condiciones ambientales y a la persecución despiadada y sin ningún control, los animales buscaron otras playas solitarias y lejos de la presencia del ser humano para poder cumplir con su ciclo sin ser molestados; o por lo menos combatidos, ya que son muy sociables, y cuando las condiciones son normales y el hombre les brinda su protección, se adaptan a su presencia y cumplen su cometido como si éste no existiera.
Lo menos que podemos hacer para compensar este tremendo daño, es protegerlos en la ocasión que se nos pueda presentar, en especial cuando vemos a un pinguino que sale a la orilla para morir.
Esto sucede en nuestras costas, cercanas a las zonas petroleras, cuando estos animalitos se encuentran con una mancha de petróleo en el mar, originadas por la extracción del mineral en plataforma submarina o simplemente por el lavado de sentina que efectúan los buques-tanque en el Golfo San Jorge.
Es curioso como, si hacemos la operación de salvataje a tiempo, el animal volverá al océano. Pero si ya hace varios días que se encuentra impregnado del mineral, a pesar del tratamiento, no se apartará de la orilla y entonces no habrá mas que dejarlo.
Por convenio entre la Dirección Provincial de Turismo y la Municipalidad de Camarones, se ha trazado un programa de conservación efectivo de este recurso natural y turístico.
De esta forma los habitantes de Chubut y los visitantes que allí lleguen podrán interpretar debidamente distintos detalles de esta avifauna y la función que cumple dentro del esquema habitable del planeta Tierra.
La Provincia del Chubut, con la promulgación de su ley 697/67, ha sido la primera provincia Argentina y nuestra República, el primer país de Latinoamérica en efectuar el manejo directo y activo en fauna marina, lo que le ha dado gran prestigio en el ambiente conservacionista internacional, que todos los chubutenses tendrán la obligación de mantener y acrecentar.
El pingüino Adelia es sin duda la especie mas numerosa de toda la familia. Muy extendido en todas las regiones próximas al continente Antártico, este pájaro de cuerpo voluminoso, apoyado sobre unas patas pequeñas y con unos ridículos muñones de alas, no está, por fortuna amenazado de desaparición. Vive en colonias extremadamente numerosas, que pueden reunir varias decenas de miles de individuos.El pingüino Adelia es fiel a su nido, y todos los años las parejas buscan el lugar donde habían establecido su casa en la estación anterior. El nido es de lo mas rudimentario, y consiste en unos cincuenta guijarros laboriosamente reunidos en un círculo, en medio del cual permanece un miembro de la pareja. Los nidos de una colonia están lo bastante alejados entre si como para evitar que sus ocupantes se hieran a picotazos.
La pareja se reparte la dura tarea de la incubación. La hembra empolla durante los primeros 15 días, tras los cuales vuelve al mar para alimentarse, dejando a su esposo el cuidado de asegurar el final de la incubación.
El macho, que se queda en ayunas durante 3 semanas o mas, pierde la mitad de su peso y se alegra de poder, a su vez, reanudar su alimentación de camarones y de krill. Los hijos se desarrollan bastante rápidamente, porque los padres los ceban de comida.
Se reúnen en los nidos, apretándose unos contra otros para mantenerse calientes. Nunca se ha sabido cómo los padres reconocen a sus respectivos hijos en estos increíbles amontonamientos de crías.
Puesta: 2 huevos.
Incubación: 36 días.
Altura: 45 cm..
Las crías van al agua a 2 meses.
Madurez sexual: de los 3 a 4 años.
Duración de inmersión: 6-7 min..
"Vuela" sobre el agua a 30 km/h.Grupo: Vertebrados.
Clase: Aves.
Orden: Esfenisciformes.
Familia: Esfeníscidos.
Género y especie: Pygoscelis Adeliae (Pingüino Adelia).
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