Un grupo de empleados municipales alcohólicos, participa del Programa «Cambio», el cual fue creado para ayudar a los obreros con esta enfermedad.

El Programa «Cambio» es un programa municipal que se desarrolla desde la Supervisión de Salud, dependiente de la Secretaría de Promoción Comunitaria y fue creado para trabajar con empleados municipales alcohólicos.

A cargo de este programa se encuentra el psicólogo Bartolomé Ramirez (foto), con un grupo de colaboradores.
Sobre este proyecto, el doctor manifestó: «Hay un punto importante del programa que trabaja en vinculación con alcohólicos anónimos, porque las personas que ingresan a nuestro programa lo usarán como puente para después si lo quieren, incorporarse a los grupos de alcohólicos anónimos».

Alrededor de 11 personas, son las que participan de las charlas durante tres veces a la semana.
«Para los que trabajamos en el alcoholismo sabemos que es un número elevado considerando que es poco el tiempo que hace que estamos trabajando, aunque sabemos que hay muchos más», aclaró Ramirez.

«Cambio» tiene dos objetivos pilares para su funcionamiento; uno es el asistencial que se hace a través de los grupos, y otro el preventivo.
«Nosotros vamos a los distintos sectores del Municipio y previo acuerdo con los Supervisores o Secretarios, juntamos a los empleados y les llevamos el mensaje, y le comentamos lo que hacemos además de entregarles folletería.
El objetivo de esto es generar confianza entre los que estamos llevando a cabo el programa y el obrero».

Sobre el porque del nacimiento del Programa, el psicólogo remarcó: «fundamentalmente por los altos índices de alcoholismo laboral y también por conocimiento y causa de algunos secretarios o supervisores que tienen más contacto con los empleados habían indicado del ausentismo por alto consumo».

En 1997 el HCD aprobó una ordenanza la cual establece la creación de una ordenanza para que el empleado municipal sea asistido por estas cuestiones.

«Esta ordenanza es otro de los puntos por el cual decidimos poner en marcha el programa. Entonces nosotros estamos funcionando con la normativa de esta ordenanza y con los ingredientes que le pusimos».

Más adelante hizo referencia a la modalidad utilizada durante las reuniones. «Tenemos una modalidad de trabajo que se llama «ronda testimonial».
Es decir que cada uno de los compañeros después de sentarnos alrededor de una mesa, cuenta lo que ha hecho durante todo el día, más específicamente si bebió o no.
Una vez que se termina, el coordinador levanta la reunión y se puede hablar de otros temas».

Para finalizar, Bartolomé Ramírez dijo que en esto del alcoholismo hay mucha negación, por parte de los enfermos, «es por eso que en las primeras charlas con los empleados le decimos que el alcoholismo es una enfermedad por lo tanto debe tratarse.

En la cultura que vivimos tratan a esto como una maldición, una mala costumbre o un vicio pero no, es una enfermedad. Lo que pasa es que se tapa, se esconde y se niega».