"Portal a los Hielos Eternos" |
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La aguará guazú había sido rescatada, en mal estado de salud, hace dos años. (Haga "click" Aquí ver la imagen en un tamaño mayor en otra pestaña).
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Se trata de una hembra adulta que había sido rescatada hace casi dos años atrás, en muy mal estado de salud, en el patio de una vivienda y posteriormente rehabilitada en la Reserva Tatú Carreta.
Especie protegida en la provincia de Córdoba, las autoridades exigen no cazarlos ni matarlos.
Personal de la Policía Ambiental de la provincia de Córdoba, dependiente del Ministerio de Coordinación provincial, liberó a un aguará guazú en la zona rural de Villa Rosario del Saladillo, en el departamento cordobés de Tulumba.Al momento de su rescate la aguará guazú que, según los especialistas, tenía entre 3 y 4 años de edad, presentaba importantes lesiones en la boca que le impedían alimentarse por sí misma, por lo que, tras ser reducida, finalmente fue trasladada a la Reserva Tatú Carreta para su cuidado y rehabilitación.
Antes de ser reinsertada nuevamente en su hábitat natural, el ejemplar fue sometido a varios chequeos sanitarios y le colocaron un collar de rastreo satelital especialmente traído desde Estados Unidos, que les permitirá tener un registro minuto a minuto tanto de su estado de salud y ubicación como, sobre todo, de su adaptación y desempeño en su hábitat natural dentro de los próximos 18 meses.
“La liberación de esta aguará nos llena de orgullo, se la soltó relativamente cerca del lugar donde fue encontrada para no modificar demasiado su zona de hábitat. Es un festejo de fin de año para todos nosotros”, afirmó Adrián Rinaudo, director de Policía Ambiental de Córdoba.
“Si bien el aguará guazú es tímido e inofensivo para las personas, lamentablemente, suelen aparecer muertos o heridos por atropellamientos vehiculares, y se los suele cazar. Pedimos que los dejen tranquilos, porque están en su hábitat; se debe concientizar a la gente de que no hay que perseguirlos ni matarlos, sino protegerlos”, agregó el funcionario policial.Por su parte, María Ahumada, médica de veterinaria de la reserva donde esta aguará guazú fue cuidada y rehabilitada durante casi dos años, tampoco ocultó su alegría y emoción ante su regreso a la vida en libertad. “Son momentos de mucha alegría y emoción por todo el trabajo que hay detrás. Le deseamos la mejor vida a este animal, y que sea una vida libre”, expresó.
Créditos:
- Publicado en el Diario Weekend. (19/12/21).
Aguará guazú: en defensa del zorro grande
El aguará guazú (Chrysocyon brachyurus), en guaraní significa “zorro grande”, es, como su nombre lo indica, el más grande de los zorros sudamericanos. También conocido como lobo de crin o potrillo, es omnívoro y representa, para algunas culturas nativas, como los tobas y mocovíes, a un animal sagrado envuelto de espiritualidad.
Con presencia en las provincias de Corrientes, Formosa, Chaco, norte de Santa Fe y Córdoba, este de Santiago del Estero y sur de Misiones, el aguará guazú está catalogado a nivel nacional como especie amenazada y está incluido en diferentes programas y políticas de conservación de la fauna silvestre.El aguará guazú tiene un pelaje más bien largo, de color rojo, y en la nuca y la cruz tiene una especie de crin oscura. Es omívoro y caza de manera oportunista ratas, armadillos, cuises, aves, otros pequeños vertebrados e insectos, complementando su dieta con frutos silvestres. La hembra atrae al macho mediante vocalizaciones. La gestación se extiende de 62 a 66 días, con camadas compuestas por 1 a 5 crías (mayormente 2).
Para los criollos, el aguará guazú encarna la leyenda de lobisón para los criollos. Sin embargo, en la mitología toba es un ser protector y padre de todos los perros.
Créditos:
- Estracta del artículo publicado en el Sitio Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
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