"Portal a los Hielos Eternos" |
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El yaguareté es el emblema de la Selección Nacional de Rugby de Argentina.
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Una hembra de yaguareté -una especie de felino que se encuentra amenazada- fue trasladada desde un zoológico de Mar del Plata a un nuevo centro de experimentación en Corrientes. Un grupo de ambientalistas con asesoramiento de científicos del Conicet busca que el animal se reproduzca y que sus crías puedan ser reintroducidas en la naturaleza en cuatro años. Pretenden empezar a reducir el peligro de extinción de los yaguaretés: sólo quedan 200 ejemplares en la Argentina.La hembra de yaguareté se llama Tobuna, y vivía en cautiverio en el zoológico de Batán. No reúne las condiciones para ser liberada, pero estiman que podría tener descendientes en su nuevo hábitat: el Centro Experimental de Cría de Yaguaretés, que se ubica en la isla de San Alonso, en los Esteros del Iberá, Corrientes, que pertenece a la fundación Conservation Land Trust. En el lugar, también trabajan por recuperar las poblaciones de oso hormiguero gigante, venados de las pampas y pecaríes de collar, que son pequeños jabalíes silvestres.
"Tobuna llegó el miércoles al Centro Experimental. Estará en cuarentena para que se evalúe su estado de salud, y luego se intentará traer un ejemplar macho con la idea de reproducirlos", contó a Clarín Agustín Paviolo, investigador del Instituto de Biología Subtropical, de la Universidad Nacional de Misiones y del Conicet, y asesor en el proyecto.
"Se buscará que las crías que tengan los animales sean reintroducidas. El macho podría traerse desde Uruguay. Si todo resulta como esperamos, podríamos estar reintroduciendo al yaguareté en Corrientes en unos cuatro años", opinó Paviolo. Para ser reintroducidos, los ejemplares deberán ser capaces de cazar por sí mismos y no tener ninguna dependencia con el ser humano.
El centro que aloja a Tobuna cuenta con cuatro recintos de 1.200 metros cuadrados diseñados para albergar hasta dos parejas de yaguaretés procedentes de zoológicos que pueden servir como reproductores aunque no cumplan con las condiciones para la vida libre. Junto a esos recintos hay dos grandes corrales que ocupan una hectárea y media de superficie. Allí -se espera- una hembra puede sacar adelante a sus cachorros sin que tengan contacto con los humanos y puedan ir aprendiendo a cazar por sí mismos. Además, existe un corral de 30 hectáreas -el mayor del mundo en su género- donde los cachorros nacidos en el interior del Iberá podrían terminar de afinar al máximo sus técnicas de caza, ya sin su madre cautiva, según explicó Ignacio Jiménez, coordinador del programa de reintroducción.
"Este año debemos conseguir dos machos y otra hembra. El zoo de Batán nos ofreció otra hembra. Sin embargo, no quedan machos adecuados en los zoos de Argentina, ya que o son muy viejos, o tienen un origen inadecuado, o los dueños prefieren no sumarse al proyecto de cría. Por tanto, vamos a buscar animales en los países vecinos. Desde Uruguay tanto los zoos como el gobierno han mostrado interés en aportar animales", comentó Jiménez.
Gabriel Terny, director de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente, contó a Clarín que el proyecto del yaguareté en Corrientes tiene autorización nacional y provincial. "Hay experiencias exitosas de reintroducción con el cóndor. Esperamos que los yaguaretés se reproduzcan y se recupere la población". También se está haciendo un registro en zoológicos, y se ha desarrollado un proyecto con collar GPS en los animales entre el Conicet, la Fundación Vida Silvestre Argentina, el Ministerio de Ecología de Misiones y la Administración de Parques Nacionales.
Créditos:
- Publicado en el Diario Clarín. (15/04/14).
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