El profesor César Gribaudo, que tiene a su cargo las museos de áreas naturales y del petróleo, dijo que en rigor la campaña de avistaje que ya estaba programada con anticipación comenzó en el mes de mayo con periódicas salidas de un equipo de trabajo hacia distintos puntos de la costa.

Como es sabido, para esta época del año, las ballenas francas del sur inician su período anual migratorio hacia el norte buscando sitios de reproducción como el Golfo Nuevo en Chubut y costas de Brasil.

«Vimos algunas madres con crías juveniles y también otros ejemplares adultos en situación de cortejo», ilustró Gribaudo al ser consultado por El Patagónico, destacando también que se están realizando estudios para establecer si hace muchas décadas esta parte de la costa del Golfo San Jorge fue un sitio de reproducción de estos gigantes marinos.

Es dable destacar que la cantidad de ejemplares que en esta temporada ya han hecho su paso por esta zona es mucho mayor a las que se observaron debido a que algunas lo hacen a varios kilómetros de la costa o bien en horas nocturnas.
 

Cada año hay mas

Por su parte, la investigadora de la Fundación Cethus que arribó desde Capital Federal, Jimena Belgrano, mencionó los estudios sobre antiguas zonas de reproducción aún se encuentran en una etapa preliminar.

En ese sentido indicó que se están buscando testimonios históricos que aludan a esa posibilidad, teniendo en cuenta también que, a modo de ejemplo, en las primeras décadas de este siglo hubo intensa caza de lobos marinos y hasta se instaló una factoría, de la cual aún quedan vestigios a mitad de camino entre Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia.

En ese sentido trajo a colación que por muchos años las ballenas francas y otras especies de cetáceos fueron cazados indiscriminadamente pero ahora ello está prohibido por disposiciones internacionales.

Esto motivó que la población en los mares australes vaya incrementándose estimativamente en un 7% anual, por lo cual en la próxima década será mucho más frecuente un avistaje.

La investigadora cree que la especie a la que hacemos referencia está buscando sus antiguos sitios de reproducción y ese es uno de los ejes centrales del trabajo científico que se está desarrollando, el cual incluye tareas de «fotoidentificación» desde la costa o desde el aire, acotando que este tipo de operativos resultan muy costosos.  

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Publicado en el diario El Patagónico. (02/08/05)