Caleta Olivia - Santa Cruz - Argentina
"Portal a los Hielos Eternos"

Reptiles de la Patagonia

Descripción
 


Los reptiles han evolucionado a partir de un grupo de anfibios primitivos (Estegocéfalos) que se independizaron del medio acuático hace 250 millones de años gracias al desarrollo de huevos que se incuban en el suelo y a la adquisición de respiración pulmonar.

Los miembros actuales de ésta especie, como sus antepasados, viven en general en regiones cálidas, pues son animales heterotérmicos (poiquilotermos) cuya temperatura corporal varía y depende en gran medida de los factores externos como la exposición al sol.

El aspecto exterior no es muy homogéneo en los distintos grupos, y aunque son fundamentalmente tetrápodos (provisto de cuatro patas) los hay carentes de ellas.

Las especies dotadas de patas las tienen implantadas lateralmente y ellas les sirven mas que nada para empujar el cuerpo y reptar, de donde deriva el nombre de la clase.

La piel es gruesa, seca, carente de glándulas, con escamas córneas o placas (osteodermo) ubicadas mas profundamente en la piel, como ocurre en los cocodrilos.

En los reptiles con escamas y en la tatuara es típica la muda periódica, ocasión en que la capa externa del estrato córneo se separa de la interna, mas joven.

El esqueleto está casi por completo osificado. El cráneo es mas o menos aplastado y los huesos que adquieren mayor desarrollo en él son faciales y de las mandíbulas.

La columna vertebral posee un número variable de vértebras, según las especies, y lo mismo ocurre con el número de costillas. El esternón es rudimentario o ausente.

Con excepción de las tortugas -que poseen una cubierta córnea en las mandíbulas-, todos los reptiles tienen dientes, en general abundantes y de formas semejantes (homodoncia) aunque con diferentes tamaños.

Carecen de una verdadera función masticadora y para aferrar el alimento, que casi todos los reptiles engullen entero.

En su mayoría se trata de animales carnívoros, aunque también hay otros con diversos hábitos alimenticios.

La lengua tiene características muy variables; en algunos reptiles puede apenas moverse (cocodrilos), mientras que en otros es bífida y notablemente móvil (víboras).

En la cavidad bucal pueden encontrarse distintos tipos de glándulas, entre ellas las venenosas que poseen algunas especies y que se consideran glándulas salivales modificadas.

El estómago es amplio y el intestino breve. Después de comer, los reptiles reposan inmóviles hasta completar la digestión y pueden resistir meses sin ingerir alimento.

Los reptiles respiran fundamentalmente por pulmones. Generalmente poseen dos, pero en especies de forma alargada el pulmón izquierdo falta o esta atrofiado, como ocurre en algunos saurios y ofidios. El corazón presenta dos aurículas totalmente separadas entre si y un ventrículo usualmente semidividido, excepto en los cocodrilos, donde está totalmente dividido.

Los riñones son en general muy voluminosos y lobulados, tienen formas diversas y desembocan junto con los intestinos y los conductores genitales en la cloaca.

El sistema nervioso es mas desarrollado que en los peces y anfibios. Los ojos son por lo general pequeños, con párpados superior e inferior que en algunos casos se sueldan y hacen transparentes.

En ciertas especies existe además una membrana nictitante, transparente, que desde el ángulo interno se proyecta sobre el ojo hacia delante protegiéndolo sin entorpecer la visión.

El oído conserva una estructura semejante a la de los anfibios, carece de pabellón auditivo pero puede tener membrana timpánica.

Las serpientes carecen de orificios auditivos externos pero a través del esqueleto pueden percibir las vibraciones transmitidas por el suelo.

La piel está bien provista de órganos táctiles, y los gustativos se encuentran en la boca.

Algunos reptiles poseen un órgano quimiorreceptor (órgano de Jacobson) que desempeña una función mixta olfatoria y gustativa, como ocurre, por ejemplo, en los ofidios.

Los reptiles nacen en su mayoría de huevos que ponen en cavidades naturales o excavadas por las hembras y que usualmente son abandonados.

La duración de la encubación depende de la especie y la temperatura ambiente.

En algunas especies los huevos permanecen en el útero de la madre hasta el término de su desarrollo (ovoviviparismo).

Los reptiles verdaderamente vivíparos son poco frecuentes; en esos casos los embriones se desarrollan dentro de la madre y obtienen los alimentos por estrecho contacto con los tejidos maternos.

En los machos existen órganos copulares que dependen de la cloaca; en los cocodrilos y las tortugas éstos son simples, mientras que en las serpientes y los lagartos son dobles y en las tatuaras faltan.

Las característica mas importante que ha de considerarse para la clasificación de los reptiles es la disposición en el cráneo de las aberturas entre los temporales (huesos situados en la parte lateral de la cabeza, detrás del ojo).

 



   
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