En realidad, el descubrimiento se produjo al desmoronarse parte de una lomada, ubicada en la estancia Monte Entrance, a unos 7 kilómetros de la localidad. El aviso lo dio un estanciero del lugar. Según las primeras investigaciones, el sitio habría sido utilizado como una tumba aborigen.

El esqueleto humano cuyas partes son de pequeñas dimensiones, está resguardado actualmente en el Centro Cultural local, realizándose los primeros estudios a cargo del aqueólogo Ricardo Guichón del Laboratorio de Zoo Arqueología de la Universidad de Mar del Plata, perteneciente al CONICET.

Como descubrimientos previos, el equipo arqueológico ya trabajaba desde hace más de cuatro años en restos encontrados en la zona de “Cañadòn Misioneros” y en “Punta Entrada”, los que están siendo preservados en el museo Carlos Borgialli de esta ciudad. Estos ya habían sido fechados, a través del sistema con Carbono 14, y la antigüedad aproximada sería de entre 1.700 y 1.800 años.

En cuanto a los restos del niño aborigen también pasarán por el mismo análisis.

La información la dio a conocer la directora de Cultura de la Municipalidad, Norma Analía Quinteros.
 

Pre-hispanicos

Todo esto es parte de un intensivo trabajo de investigación de Guichón y su equipo que ya poseen trabajos escritos sobre los primeros resultados.

Justamente, el próximo viernes, a las 19:30 en la Biblioteca Pública Municipal Manuel Llaràs Samitier, se dictará una conferencia denominada “Arqueología de Punta Entrada”, que versará sobre el poblamiento pre-hispánico de la localidad y los problemas de conservación detectados.

Además del citado arqueólogo, disertará la investigadora Isabel Cruz, de la unidad Académica de Río Gallegos de la UNPA.

Quinteros dio un aviso a la población sobre los hallazgos que puedan hacer los vecinos.

“Cuando se encuentren este tipo de restos, es conveniente que siempre sean los arqueólogos los que manipulen el material, debido a que al ser manipulada por personas no idóneas en el tema, se produce una pérdida de información afectando la investigación”.

Por respeto a una decisión de los descendientes de tehuelches, siempre que se localizan restos de aborígenes estos no se exhiben al público. Por eso, los huesos del niño indígena están amparados y bajo el cuidado del personal municipal.
 

Créditos:

Publicado en el Diario El Patagónico. (12/03/08)