"Portal a los Hielos Eternos" |
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La imagen recuperada había llegado a las Islas Malvinas una semana después del desembarco de los soldados argentinos en 1982.
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La imagen de la Virgen de Luján que acompañó a los soldados argentinos durante la Guerra de Malvinas, que la semana pasada fue restituida por el Reino Unido y bendecida en el Vaticano por el papa Francisco, llegó este lunes a Buenos Aires.
La imagen arribó temprano al aeropuerto de Ezeiza, donde fue recibida con honores por efectivos de fuerzas armadas y de seguridad y veteranos de guerra; luego fue trasladada en caravana hacia la Basílica Nuestra Señora de Luján donde a las 13 se celebró una misa de bienvenida, que presidirá el titular del Episcopado, monseñor Oscar Ojea."Esta imagen de la Virgen ha sido mirada y contemplada por nuestros soldados. Muchos seguramente le pedían que los ayudara en esta vida durante esa guerra, algunos de los cuales hoy que están aquí, y a otros los ayudó en la vida eterna", sostuvo Santiago Olivera, obispo castrense de Argentina.
Este miércoles, a las 20, la imagen arribará a la parroquia Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa, en la diócesis de Quilmes, donde permanecerá hasta la noche del jueves 7. Allí habrá diversas actividades que concluirán con una misa a las 19.30.El próximo domingo, a las 17, se celebrará una misa en la Basílica de Luján, tras la cual se dará inicio a una peregrinación de la imagen por otras diócesis del país.
A 37 años de la guerra de las islas Malvinas y frente al papa Francisco, el obispo castrense del Reino Unido, monseñor Paul James Mason, restituyó la semana pasada a su par argentino, Santiago Olivera, una imagen de la Virgen de Luján.
La devolución se concretó durante la audiencia pública que se realiza todos los miércoles en la plaza del Vaticano, encabezada por Francisco, quien bendijo la imagen.En señal de gratitud, el obispo castrense argentino le donó a su par británico otra imagen de la Virgen de Luján, que también fue bendecida por Bergoglio.
La imagen recuperada había llegado a las Islas Malvinas una semana después del desembarco de los soldados argentinos en 1982 y, finalizada la guerra, los ingleses se la llevaron y la entronizaron en la sede del obispado castrense británico en homenaje a las víctimas del enfrentamiento.La misa de este lunes se realizó en la iglesia Castrense Stella Maris de Retiro. Allí, personal de todas las fuerzas de seguridad de la nación rezaron y celebraron el regreso al país de la figura de la virgen de Luján que acompañó a los soldados argentinas en Malvinas.
En la segunda fila, escuchando las palabras del obispo castrense Santiago Olivera, estaba Jorge Palacios, el ex combatiente que llevó a la Virgen en Malvinas y también quien la fue a buscar para traerla de vuelta.
Con los ojos clavados en la enorme imagen de la Virgen en el vitral de la iglesia, Jorge lloraba con cada palabra de los oradores. "Pensaba en todas las cosas que me pasaron y los compañeros. En todo lo que vivimos en esas islas y en el milagro de la Virgen", comenta.Es que Palacios estaba ahí sentado "de milagro". José Arturo Cáseres, que fue su jefe en el regimiento de infantería 25, recuerda en detalle el día que Jorge casi muere durante un masivo bombardeo británico. "Los aviones Vulcan atacaron el 4 de mayo del '82 a la madrugada y cayeron al borde de la trinchera, o del pozo zorro, de Jorge. Quedó atrapado por una gran cantidad escombros. Y lo dimos por muerto. Después de casi una hora, empezamos a rezar por los caídos y escuché gemidos que provenían de los escombros. Inmediatamente comencé a sacar todo y logré dar con Jorge que estaba mal herido entre las escombros".
Palacios cada vez que recuerda ese momento se emociona. Y le agradece a la Virgen la oportunidad de seguir viviendo. Cuenta que hace 40 días lo convocaron para ir a buscar a la figura religiosa a Europa, ya que él fue uno de los soldados que llevó la Virgen durante una procesión que se realizó en Malvinas.
Fresco en la memoria de Jorge está el momento cuando estalló la bomba y dio una vuelta en el aire hasta caer en el pozo de la trinchera, donde se encontraba su compañero Ortiz. "Estuvimos como una hora sepultados por casi dos metros de tierra", recuerda Palacios.Y cuenta: "No podíamos excavar ni salir por nuestro propios medios. Solo nos quedó aferraron a Dios. Entonces yo empecé a despedirme de mi viejo, de mis amigos, de todos". Dice que en ese momento se puso a rezar y después de un ratito el cabo Cáseres, quien estaba a cargo del regimiento, los encontró. "Fue un milagro gracias a ella", dice, señalando emocionado la figura de la Virgen.
El capellán Torres, que acompañó a los soldados en Malvinas, contó que él fue quien aportó toda la documentación que permitió comprobar que la Virgen que estaba en Inglaterra era la misma que "nos acompañó en esos 74 días de contienda".
Hoy la Virgen está de regreso en Argentina y durante los próximo días peregrinará por los regimientos de todas las fuerzas de seguridad para terminar su viaje en Bariloche, donde se realizará una ceremonia con personal de todas las fuerzas armadas y ex combatientes.
Créditos:
- Artículo publicado en el Diario Clarín. (04/11/19).
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